Con el desarrollo de soluciones digitales quedó más que demostrado que la tecnología no sólo sirve de apoyo para que una organización funcione de una manera más ágil y productiva como consecuencia de la automatización. De hecho, el advenimiento de lo social, lo móvil, el Cloud Computing, las analíticas y La Internet de las Cosas (IoT) están cambiando la naturaleza el rol de “la tecnología” a nivel empresarial.
Como prueba de esto, vale decir que son numerosas las compañías que han comprendido que estamos bajo el paradigma del cliente omnicanal, en donde los servicios personalizados son los preferidos, de la misma manera que privilegian el contacto con las marcas a través de canales móviles y sociales. Sumado a esto, las soluciones de analítica permiten a las empresas conocer lo que sucede en tiempo real para una rápida toma de decisiones. En síntesis: de una u otra manera, las empresas se están volviendo digitales más allá de la industria a la cual pertenezcan.
En este contexto, y tal como indica George Westerman, investigador de MIT Sloan Initiative on the Digital Economy, en su libro Leading Digital, el Chief Information Officer (CIO) tiene mucho que aportar para que la transformación digital se produzca con éxito, puesto que es su liderazgo el que implica la elaboración de una visión convincente, a partir de la cual la organización se encamine hacia dicha transformación.
Por este motivo el rol del CIO es clave, puesto que debe alentar al resto de los empleados de la firma a no temerle a los cambios que supone la transformación digital. Y aún más: deben convertirse en líderes que entienden que lo digital no es en sí mismo un reto tecnológico, sino una gran oportunidad de transformación, porque en realidad, la idea no consiste en que una empresa se convierta en una firma digital, sino que utilice al máximo este tipo de soluciones para el bien del negocio. En este punto, su rol consiste también en hacerle comprender a los máximos directivos de la organización la necesidad de subirse a esta ola, ya que la Transformación Digital nunca ocurre de abajo hacia arriba, sino a la inversa.
Manos a la obra
En resumen, el CIO debe convertirse en un mentor que aproveche las ventajas que ofrecen las soluciones digitales para comprometerse con los clientes de la manera en que ellos quieren relacionarse, y no de la forma en que la empresa lo prefiera. En simultáneo, debe permitir a los trabajadores colaborar de manera fluida y tomar decisiones basadas en datos.
Hay algunos casos que merecen ser estudiados para comprender cómo una empresa puede lograr con éxito la transformación digital. Por ejemplo, la marca de indumentaria Nike no sólo quiere vender ropa, quiere ser parte de la vida de las personas. Por este motivo, utiliza las herramientas digitales no sólo para el diseño y producción de productos, sino para participar de la conversación digital que se genera en torno a los principales deportes o eventos. Además, soluciones digitales de esta marca permiten a los corredores a realizar un seguimiento minucioso de sus entrenamientos.
En definitiva, la organización que quiera lograr la transformación digital deberá contar con un CIO que cuente con el compromiso de hacerle entender al resto de la empresa la importancia de adoptar eficazmente las herramientas digitales. Adicionalmente, debe tener gobernabilidad sobre la tecnología para que ésta se mantenga alineada a la visión de la empresa.
Al poner estos tres elementos juntos, es decir, la visión, el compromiso y el gobierno, se puede decir que el CIO tiene una fuerte capacidad de liderazgo digital. De ahí, la importancia de que el CIO trabaje codo a codo con el CEO, ya que la tecnología digital es la que permite lograr la transformación de las empresas en todas las industrias.
