Gracias a los avances de Agnitio en tecnología biométrica, pronunciar una frase aleatoria será el sustituto de innumerables claves bancarias.
Fuente: cincodias.com
¿Quién podría imaginar que una orden de voz permitiría sacar dinero en un cajero de forma segura? Tan futurista idea ya es posible gracias a Agnitio, una pequeña empresa nacida del entorno universitario que, a pesar de su corta historia, ya ha revolucionado el concepto y el panorama de la seguridad.
Agnitio lleva cinco años innovando en tecnología para el reconocimiento de voz y con ella da servicio a empresas e instituciones. «La Policía Nacional y la Guardia Civil fueron nuestros primeros clientes y desde entonces utilizan nuestras herramientas de forma rutinaria para la identificación de delincuentes«, explica el consejero delegado de la empresa, Emilio Martínez. Añade, también, que el principal desafío fue «convertir un producto realizado por universitarios, en un servicio que pueda utilizarse a nivel global«. La tecnología que desarrollaron era fiable y además, «estábamos convencidos de que era bueno«, apunta el directivo. Sin embargo, el gran reto fue hacerlo utilizable desde el ámbito de los cuerpos de seguridad hasta las entidades bancarias.
Cada año, esta empresa intenta cumplir dos objetivos principales: mantener la investigación y el desarrollo de nuevos productos en los más altos niveles y realizar productos cada vez más útiles para sus clientes. Ha trasladado la I+D fuera del entorno universitario, a los laboratorios de su sede en Madrid y cuenta con una extensa red de colaboraciones que permite ser líder en el sector de la seguridad. Acuerdos con universidades europeas, con investigadores canadienses o con otras empresas son las principales relaciones que esta firma mantiene para hacer que la unión sea la fuerza en innovación.
Emilio Martínez recuerda con nostalgia cómo Agnitio comenzó su andadura «con cuatro personas en una habitación«. Apunta, además, que al poco tiempo «empezamos a crecer en Europa, gracias a la Gendarmería francesa«; un gran salto que sirvió como primer escalón para llegar posteriormente a las regiones más conflictivas de Latinoamérica. La tecnología de reconocimiento de voz serviría de gran ayuda a los cuerpos de seguridad de países con alto índice de delincuencia como México, Colombia o Brasil. «Por motivos obvios somos imprescindibles en estos países ya que el sistema permite identificar a personas que de otra forma no sería posible«, afirma Martínez. Asimismo añade que «de muchos delincuentes no se posee ni huella dactilar, ni muestra de ADN, simplemente una voz de una llamada interceptada».
Del delincuente a los bancos
Existe otro perfil de usuario de estos sistemas biométricos que poco a poco va ganando adeptos. Los usuarios de los bancos, de las compras online o de los cajeros automáticos podrán, en unos años, realizar operaciones, disponer de dinero o autorizar una transacción mediante el reconocimiento de su voz.
El procedimiento es sencillo, bastará con llamar por teléfono y repetir una frase aleatoria que se identificará y se comparará dentro de una base de datos. Sin problemas de suplantación de identidad ni de posibles fraudes, esta técnica realiza un perfil exacto de la voz y cuenta con el apoyo de la telefonía móvil. «No es necesario contar con una tarjeta de crédito«, añade el consejero delegado. «Todos los bancos del mundo conocen las ventajas de la biometría y comienzan a hacer pilotos«.
Esta tecnología es sencilla en su uso, fiable y no necesita hardware y no hay que estar pendiente de su deterioro en el exterior, por eso, tras un difícil 2009, «ocho bancos están en lista de espera para poder implantarlo entre sus empleados«