La estrevista a Steve Perry en elpais.com señala que está en España para reunirse con los bancos. En realidad, son propietarios de su empresa, Visa Europe. Su misión es convencerles de que la migración a la tarjeta con chip es inevitable y debe ser pronta. Este inglés de 49 años no tarda en adaptarse al clima mediterráneo. En la sesión fotográfica previa a la entrevista, saca unas cuantas tarjetas, las despliega en una mano y las mueve como si fueran castañuelas. Mucho arte.
¿Por qué lleva tantas tarjetas Visa encima?
Llevo tres en mi cartera. Una es la tarjeta de la empresa, para mis gastos del trabajo; otra es mi tarjeta personal, de crédito, para asuntos personales, y la última es la Visa de débito que me dio el banco.
¿Y cuánto lleva en efectivo?
Siempre llevo algo de dinero en los bolsillos, pero sólo lo uso para coger un taxi. Antes llevaba un montón de monedas en el coche, pero ahora son inútiles. Un ejemplo: vivo en Londres y, cuando aparco el coche, es muy difícil pagar en efectivo. Pago con tarjeta o con el móvil.
¿Con el móvil?
Sí. Es un producto piloto que empieza a funcionar en el Reino Unido. En mi teléfono llevo mi tarjeta de crédito y mi abono del metro. En vez de pasar el ticket, paso el móvil. Cuando compro un café, paso el móvil y la factura aparece en mi pantalla. Hago unas 80 operaciones al mes con este sistema. No llevaría nunca monedas si no fuera por los taxis.
¿No puede pagar con tarjeta en los taxis?
En el Reino Unido, los taxis cobran un suplemento si se paga con tarjeta. Y yo lo odio, siento que me están engañando.
Pues el Gobierno español ha aprobado una ley para permitir el suplemento en los comercios, para que las comisiones sólo las pague quien use su tarjeta.
El suplemento llegará a España porque existe esta legislación, pero será muy limitado. A los consumidores y a los comerciantes no les gusta el sobrecargo. Todos los estudios que hemos hecho indican que es un paso atrás. Si las tiendas optan por el suplemento, será malo para la economía porque pondrán más liquidez en el sistema y provocarán un crecimiento de la economía sumergida. Los pagos en efectivo son además realmente caros: la Comisión Europea estima que su coste es de 200 euros por persona en Europa. Y, por último, los consumidores terminarán hartos de tener que ir al cajero automático y sacar dinero para efectuar una compra. El dinero es un animal, es evolución darwinista, cambia y crece según el momento. Y los consumidores trazan este camino. Dejemos que se demuestre solo.
¿Dónde está el límite para pagar con tarjeta o efectivo?
Depende mucho de cada país y su propensión a hacer mayor o menor uso del efectivo. También soy lo suficientemente avispado como para darme cuenta de que en algunos sitios se prefiere el efectivo. Si quiero comprar algo de El Corte Inglés en Internet debo usar tarjeta. Pero si voy a un bar deberé sacar las monedas. Para eliminar el efectivo hay que implementar nueva tecnología. En Internet es fácil porque el efectivo es inviable. Con una máquina expendedora debo meter dinero si quiero una coca-cola, porque debería hacer mucho más dinero para que la nueva tecnología fuera rentable. Todo ello cambiará en el futuro.
¿Desaparecerá el efectivo?
El efectivo no desaparecerá nunca. Siempre encontraremos ahorros debajo de una cama. En un futuro lejano, los pagos en efectivo representarán el 10% del total. Nosotros creemos que en 2015 el 20% de los pagos en Europa se hará con una Visa. En Noruega, Portugal o el Reino Unido, el 30% o el 40% de los pagos se hacen ya con Visa. En Islandia, antes de la crisis, el 70% del consumo se pagaba con Visa. Uno de cada nueve euros en Europa pasa por una tarjeta Visa. En 2015 será uno de cada seis. Estamos arrinconando al efectivo, pero siempre habrá un lugar para él en el mundo.
¿Arrinconan también a su competencia?
En Europa, hemos crecido respecto a Mastercard, y crecemos respecto a nuestra competencia en casi todos los mercados. Pero, honestamente, lo que más me interesa es que crezca la proporción de pagos electrónicos respecto a los otros instrumentos. En Alemania, por ejemplo, muchos comercios no aceptan Visa [sino sus tarjetas monedero]. Estoy mucho más centrado en conseguir que lo acepten, y conseguir desbancar al efectivo y a los cheques. Ellos son la competencia. El último año nos expandimos un 6%, y el consumo apenas llegó a crecer un 0%. ¿De dónde viene? Una pequeñísima parte, de Mastercard, y una grandísima parte, del efectivo y de los cheques.
¿Cómo les afecta la crisis?
Visa crece en cifras de dos dígitos todos los años. Un 10% o un 15%. Esto es en su valor en euros. Se ha reducido dramáticamente con la crisis. El año pasado crecimos un 6%. Pero en número de transacciones crecimos un 9%. Esto es porque los consumidores se han animado con la bajada de precios. La gente sigue comprando un abrigo, pero es 20 euros más baratos, por lo que el valor cae en parte. En particular, están aumentando las tarjetas de débito respecto a las otras: los clientes quieren poder controlar mejor el presupuesto que destinan a sus gastos con la crisis. El 75% de las operaciones se hacen ahora con tarjetas de débito.
En España, sin embargo, sí ha caído su negocio
En Europa no hay crecimiento negativo. En España sí, debido al impacto del paro en la sociedad. Hemos tenido muchos trimestres de crecimiento negativo en España. Pero ahora estamos viendo cierta ralentización de este descenso español. Son señales de recuperación en el mercado. En el Reino Unido está creciendo ahora al 9%, cuando antes lo hacía al 2% o al 3%. Francia crece al 3%, cuando antes era al 0%. En España, el número de transacciones ya crece.
Y las operaciones online tampoco terminan de despegar.
Las transacciones por Internet hace diez años eran cero. Hoy en día tengo más negocio en Internet que en todas mis tarjetas de empresa en Europa. Eso es un 15% o un 16%. Esta semana hemos logrado el récord de transacciones, precisamente porque estamos tan cerca de Navidad. Prevemos un crecimiento del 25% de pagos online esta semana y que una de cada seis transacciones sea en la Red.
¿Prevalece el miedo a ser estafado?
Los medios de comunicación han hecho una gran montaña del fraude por Internet. Y cometen un gravísimo error. Le diré por qué. El fraude en la Red sólo implica un 0,05% del total, que es un billón de euros. Pero es demasiado. Y hay que erradicarlo. ¿Cómo? Fíjese en que los vendedores llevan el logo de Visa, que su banco le dota de seguridad. El mensaje para los navegantes es que sean prudentes. No irían por la calle blandiendo 250 euros en la mano. Pero también hemos innovado para combatirlo. Hemos creado una nueva tarjeta con un teclado parecido a una calculadora en el dorso. Esta tarjeta pin se utiliza cuando hacemos compras en Internet. Sólo usted conoce el número, con lo que sólo usted puede hacer la compra. Cero fraude. Es imposible copiarlo. Bueno, quizás si es usted Spock de Star Treck, al cabo de dos años, efectivamente, logrará romper el sistema. Pero en la realidad es seguro.
¿Los cheques morirán?
Sí, desaparecerán tarde o temprano. Es imposible pagar en el Reino Unido a muchos comercios con cheques. Las gasolineras no los aceptan. Los Gobiernos tienen programas con los bancos para detenerlos. En Islandia ya no existen. Puedo predecir su fin, precisamente porque ya lo he visto.