Por: Oscar González Legorreta, Managing Partner de InSureMate
DISRUPTOR: SE REFIERE AL PROCESO O FORMA DE HACER LAS COSAS QUE SUPONE UNA INTERRUPCIÓN O RUPTURA BRUSCA Y QUE DESPLAZA A LOS MÉTODOS QUE SE VENÍAN EMPLEANDO
Este es el diálogo entre dos monjes, un Maestro y un Aprendiz,
en el monasterio, en la época actual, conversando sobre disrupción
- El aprendiz: Maestro, el día de hoy me gustaría hacer una pausa en nuestra apasionada conversación sobre la disrupción, ¿le parece bien?. Le comparto que a mí me gusta mucho hacer una pausa, por el cierre de un ciclo. Detenerme. Hacer propósitos y plantearme metas. ¿A usted no le parece lindo?
- El maestro: ¿Te refieres al fin de un año?
- El aprendiz: ¡Sí Maestro!
- El maestro: Mi joven aprendiz, el cierre de un año es algo bastante arbitrario. En realidad, el día primero de un año es bastante parecido que el último del año previo. De hecho, estás en la misma estación, invierno, si vives en el hemisferio norte. El cambio de un año a otro es algo artificioso. Un mero convencionalismo. Objetivamente es la hora 25 del día anterior. Ni más, ni menos.
- El aprendiz: ¡No, Maestro! Es la oportunidad de ser mejores. De crecer. De aprender cosas nuevas. ¿No le parece que es una gran oportunidad de progresar?
- El maestro: No me malentiendas mi joven aprendiz. Lo que digo es que no me parece acertado circunscribir al final de un año y el principio de otro el crecimiento. Ahora que hablas de preferencias personales, una de las mías es por la metodología ordenada y sistemática de las startups, que toman esas decisiones de viraje, crecimiento y progreso, en cualquier momento de un año. Y eso sí que me parece admirable.
- El aprendiz: No comprendo Maestro, ¿qué es lo que usted mira diferente?
- El maestro: Que no se requiere una fecha específica. Que no se requiere un factor externo. Que si hemos reunido información, datos o evidencia de que requerimos cambiar, lo decidimos, lo ejecutamos, con independencia de la fecha o las circunstancias. Las startups hacen lo que requieren hacer cuando requieren hacerlo. En eso justamente son muy superiores a los grandes corporativos, los cuales esperan fechas, cierres y periodos para tomar decisiones importantes, cuando éstas, si son necesarias y justificadas, no merece la pena demorarlas.
- El aprendiz: ¿Y la pausa Maestro?
- El Maestro: De igual modo, joven aprendiz. La pausa debe tomarse cuando se requiere. Cuando necesitamos calmar el alma y el espíritu. Cuando requerimos descanso. Y puede ser un día cualquiera. Dice una gran máxima, que si estás extenuado, descansa, pero no cambies tu meta. Sólo repón energías y continúa. No claudiques. Celebra, si te apetece, los 365 días que has vivido…y al día siguiente ¡continúa con todo tu ímpetu, con toda tu pasión y todo tu corazón.
Este diálogo continuará…
