Fuente: Expansión
El francés Benoît Coeuré, miembro del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), subrayó este domingo que no se puede dejar sin regulación la actividad financiera de los gigantes de internet porque sería «demasiado peligroso».
«Hay que ir muy rápido», alertó Coeuré durante su participación en una mesa redonda de los Encuentros Económicos de Aix en Provence (sureste de Francia).
Según su diagnóstico, se ha permitido que los llamados GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple) «se desarrollen en un vacío reglamentario para todas sus actividades comerciales».
«No se puede dejar que se desarrollen en un vacío reglamentario para los servicios financieros, es demasiado peligroso», añadió.
Constató que el sector tecnofinanciero (fintech) ha alcanzado una gran dimensión y que «tenemos un elefante en la cacharrería», en alusión apenas velada a Libra, el proyecto de criptomoneda anunciado por Facebook a mediados de junio.
A su parecer, proyectos como ése son consecuencia de «las deficiencias» del sistema de regulación bancaria internacional, y en primer lugar de la incapacidad del sistema bancario para aplicar a su actividad innovaciones tecnológicas disponibles.
Lo ilustró explicando que el BCE ha desarrollado una plataforma de pagos en tiempo real con un costo de sólo 0,2 céntimos de euro por operación, pero las entidades financieras apenas lo utilizan porque prefieren mantener los dispositivos tradicionales de tarjetas.
Coeuré señaló también otros problemas, como que si bien la actividad bancaria está muy regulada, eso no ocurre con el negocio financiero de nuevos operadores exteriores.
O también el «fracaso» de las diversas formas de regulación, con lógicas diferentes y estancas, para una economía mundial que ahora está dominada por los datos.
Este miembro del comité ejecutivo del BCE consideró que en este contexto «Europa debe mostrar ejemplo» para establecer estándares apoyándose en dispositivos que ha puesto en marcha como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), los sistemas de pagos o la directiva contra el blanqueo.