Así lo reveló un nuevo estudio de Accenture y El World Economic Forum, en el que los encuestados afirman estar apostando por las nuevas tecnologías para enfrentar dicho escenario.
El panorama cibernético ha tenido un importante cambio en los últimos años -y no para bien-. Así lo concluyó un nuevo estudio realizado por Accenture y El World Economic Forum, que reveló que la tensión geopolítica está aumentando en la mayoría de las regiones debido a que los ciberatacantes están cambiando sus objetivos.
En definitiva, el informe revela que el 86% de los líderes empresariales cree que es ‘moderadamente probable’ o ‘muy probable’ que la inestabilidad geopolítica mundial provoque un acontecimiento catastrófico en los próximos dos años. Del mismo modo, el 74% afirma que la inestabilidad geopolítica mundial ha influido en su estrategia cibernética ‘moderada’ o ‘sustancialmente’.
Y hay más. La continuidad del negocio (67%) y el daño a la reputación (65%) preocupan a los líderes de las organizaciones más que cualquier otro riesgo cibernético. Y en este contexto, los ejecutivos pretenden responder a estas preocupaciones reforzando los controles de terceros con acceso a sus entornos y/o datos (73% y 66% respectivamente) y reevaluando los países con los que hacen negocios (50%).
Según Claudio Ordóñez, director de Ciberseguridad de Accenture Chile, “los líderes empresariales están siempre adaptando sus organizaciones a las nuevas realidades políticas. El riesgo geopolítico debe ser un punto clave en las conversaciones entre los directorios y los expertos de ciberseguridad hoy”.
Para Ordóñez, los acontecimientos geopolíticos del año pasado han influido significativamente en la ciberestrategia y en las tácticas de ciberseguridad en todo el mundo. “Se están realizando esfuerzos para reforzar las políticas y procesos internos de las empresas, así como para aumentar la eficacia de los controles de ciberseguridad con terceros. Esto sugiere que las respuestas organizativas que se están emprendiendo ahora tendrán impacto positivo a largo plazo”, agrega.
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Las nuevas tecnologías son clave para un plan de ciberseguridad exitoso. Los encuestados afirmaron que la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (20%), una mayor adopción de la nube (19%) y los avances en la gestión de identidades y de acceso de los usuarios (15%) tendrán una mayor influencia en sus estrategias de ciberriesgo en los próximos dos años.
Los próximos desafíos
El panorama de las amenazas es cada vez más volátil. Lo cierto es que los grupos de ciberdelincuentes profesionalizados siguen creciendo y creando un mayor volumen de nuevos tipos de ataques.
Ordóñez asegura que “otro gran problema es que la forma en que elaboramos la normativa sobre ciberseguridad está centralizada. Las normas que crea este sistema son valiosas, pero el proceso lleva tiempo. Puede llevar dos años desarrollar un reglamento. La normalización puede llevar 18 meses. Un ciberataque tarda segundos”.
Los líderes empresariales también apoyan la necesidad de una normativa efectiva. En el estudio, el 76% dijo estar de acuerdo con que una mayor aplicación de la normativa llevaría a una mayor ciberresiliencia de sus organizaciones.
Fuente: Forbes Chile