En el segundo semestre del 2021 América Latina fue la región en la que se hicieron más retiros en criptodivisas con un 52%.
Los criptosalarios son una realidad en Latinoamérica. Es decir, la nueva forma de pagar los sueldos de trabajadores con criptomonedas. Deportistas, políticos y freelancers son algunos de los profesionales que se están beneficiando de las criptodivisas.
«Las cifras confirman que desde noviembre de 2020 hasta hoy se ha visto un aumento mensual del 10% en la demanda de este tipo de pagos«, aseguró Dan Westgarth, director de Comunicaciones de Deel.
Aunque diferentes regulaciones aún no permiten que las criptomonedas reemplacen las cuentas de banco, sí es un cambio que ha venido en aumento. En el segundo semestre de 2021, América Latina fue la región donde se hicieron más retiros con criptomonedas en el mundo, con un 52%, según Deel.
«Recibir pagos en Bitcoin u otras monedas que están bien establecidas como Ethereum, Litecoin o Bitcoin Cash -entre las más de 5.000 que existen actualmente- es atractivo para muchos trabajadores porque ofrece transferencias casi instantáneas y tarifas bajas, contrario a las transacciones internacionales del sistema SWIFT que utilizan miles de bancos de todo el mundo«, dice Westgarth.
(Además: Falta de privacidad y fraude, riesgos de monedas digitales).
Uno de los beneficios de los criptosalarios es que las transacciones se realizan de forma directa entre ambas partes involucradas de forma segura. En estos casos, no hay ninguna institución financiera como intermediaria y el valor no está sujeto a las políticas monetarias del país, según el experto.
Junto a ello, las criptomonedas tienen la posibilidad de aumentar su valor. «Una persona podría terminar recibiendo mucho más que su salario base si el valor de la divisa aumenta, con lo que el ‘criptosalario’ vendría a convertirse en una inversión o una opción de ahorro. Claro que, por la misma razón, ese pago podría tener el potencial de depreciarse con el tiempo«, explica Westgarth.
Ahora bien, estas transacciones también implican desafíos. Entre ellos, el de la volatilidad. Aunque el mundo de las criptomonedas ha avanzado en encontrar un lugar en el sistema financiero.
«Una de las alternativas para la nómina criptográfica, que ya está sucediendo, son las stablecoins o monedas estables; es decir, monedas virtuales que minimizan la volatilidad de su valor al estar respaldadas por dinero fiduciario (como el dólar) y que funcionan bien como sustituto porque combinan las ventajas operativas de las criptomonedas con la estabilidad de precios del dinero emitido por los bancos«, dice el experto.
Junto a los retos, también se suma el hecho de ciertos sistemas financieros como las tarjetas de crédito y los préstamos no funcionan con criptomonedas. Limitando así su usabilidad. A su vez, la falta de regulación de estas criptodivisas, dificultan la construcción de un servicio de nómina global.
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«Las criptomonedas como medio de pago de los salarios pueden convertirse en un dinamizador de la economía regional y en una solución para ese talento que cada vez más trabaja de forma remota en gigantes tecnológicas, pero también en startups y unicornios locales que se expanden por Latam y el mundo«, afirma Westgarth.