El balance de un banco está formado, al igual que el balance de otras empresas, por activos y pasivos. Los activos son aquellos bienes y derechos que tienen el banco sobre el resto del mundo y los pasivos son aquellos derechos que tiene el resto del mundo (aquellos que le han prestado dinero, los accionistas, etc) sobre el banco.
El pasivo y el neto de un banco
Empecemos por el pasivo y el neto del banco, es decir aquellos derechos que tiene el resto del mundo sobre el mismo. El neto está compuesto por el capital social del banco (lo que han puesto los accionistas) y por las reservas. Las reservas son beneficios acumulados a lo largo de los años que no han sido repartidos entre los accionistas.
En el caso de las cooperativas de crédito (por ejemplo las cajas rurales) el neto está formado por las participaciones de los socios (los clientes que han obtenido un préstamo, han de ser socios para poder obtenerlo) y las reservas. En el caso de las cajas de ahorros, el neto estaría formado por el capital fundacional y las reservas.
En el pasivo podríamos incluir también los bonos y empréstitos que el banco haya emitido, así como préstamos que pueda haber recibido a lo largo del tiempo. También podríamos incluir aquí las participaciones preferentes, acciones recuperables y demás formas que tienen las empresas de obtener financiación. Hasta aquí, el pasivo y neto del banco no se diferencia mucho del de otras grandes empresas.
La diferencia principal viene en los depósitos a plazo y a la vista que hacen en los bancos comerciales los ahorradores. Aunque para el cliente del banco el dinero que tiene en la cuenta sea simplemente dinero, para el banco es un derecho que el cliente tiene sobre el mismo. Los depósitos a la vista pueden ser convertidos en dinero cuando quiera el titular, por tanto se consideran dinero. Los depósitos a plazo sólo pueden ser retirados en el plazo acordado, por tanto no pueden ser considerados dinero.
El activo de un banco
El activo de un banco se puede dividir en dos grandes grupos, el encaje y los demás activos. El encaje es dinero legal y depósitos en el banco central (en España es El Banco de España) que pueden ser convertidos en dinero legal en cualquier momento. El encaje es completamente líquido, pero no es rentable.
El resto de activos, en ocasiones son conocidos como activos rentables, aunque sería mejor llamarlos inversiones del banco. Son muy variados y difieren ampliamente según la regulación del país, la economía, las ideas gestoras en el momento y la vocación del banco.
Entre estos activos podemos encontrar créditos a corto y a largo plazo a particulares (al consumo, hipotecarios…) y también créditos a empresas. Tradicionalmente se trata del principal negocio del banco, y aquello que les proporciona mayor rentabilidad.
Otros activos pueden ser letras del tesoro público, (a corto, medio y largo plazo) y valores y activos financieros adquiridos en los mercados. Entre estos puede haber tanto deuda emitida por otras empresas y bancos como futuros y derivados. En algunos bancos es muy importante la presencia de los valores industriales, mientras que en otros se prefiere financiar a las empresas mediante deuda a largo plazo.
Por último tenemos otros activos similares a los de las demás empresas, por ejemplo tenemos bienes inmuebles (edificios de oficinas, locales de sucursales que no estén alquilados), propiedad industrial (software, logos y marcas..), maquinaria (máquinas de contar el dinero, cajas fuertes), ordenadores, mobiliario, etc. No obstante estos activos son residuales comparados con el resto de los activos.
Según como gestione el banco sus activos y pasivos obtendrá beneficios o pérdidas, siendo este criterio y la proporción de los distintos activos de un banco un buen motivo para decidir si invertir en el banco o no. Los bancos son una pieza clave en el sistema financiero y su balance es muy distinto del de una empresa normal.
Fuente: actibva.com