Existen diversas alternativas para que las pequeñas y medianas empresas logren sortear estos periodos de desaceleración económica, e incluso puedan continuar con sus índices de crecimiento. Una de las herramientas que crece día a día es el Leasing Financiero, ya que permite sortear con mayor soltura los bajos índices de desarrollo del mercado chileno y abren las puertas para invertir en bienes que potencien el negocio.
De acuerdo a la Asociación Chilena de Leasing (ACHEL), a diciembre de 2013 el mercado del leasing financiero en Chile contaba con un stock de contratos valorados en más de 11 mil millones USD.
En un país inmerso en un proceso de desaceleración e incertidumbre para la inversión, la supervivencia a largo plazo de la pequeña y mediana empresa está en juego. Para ellos las apuestas por el crecimiento y rentabilidad requieren de decisiones oportunas y aliados eficaces, que les permitan captar oportunidades y asegurar su liquidez.
De acuerdo al estudio “Dinámica Empresarial: Brechas regionales y sectoriales de las pymes en Chile”, dado a conocer a principios de noviembre por el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, la tasa de muerte de las pequeñas y medianas empresas al año de su creación es de 4,2% y 3,9% respectivamente. Una cifra que va en aumento tras 24 meses de funcionamiento (7,3% vs 4,1%) y que se estabiliza a partir del tercer año.
En este contexto, los factores que inciden en la caída de las pymes están relacionados directamente con el financiamiento y la liquidez. En periodos de crisis es más difícil obtener créditos (muchos son rechazados por falta de garantías), mientras que los problemas de liquidez o flujos de caja aumentan con la recepción de pagos en plazos que superan los 30 días. Todo ello limita la continuidad del negocio y la reinversión lo que ha supuesto un fuerte tema de negociación entre las diversas asociaciones de emprendedores y el gobierno.
En el mercado chileno, una de las alternativas que está tomando fuerza en este segmento empresarial es el Leasing Financiero. “Esta herramienta permite arrendar un bien durante un plazo establecido, en el que la persona que lo adquiere paga una cuota, que le da derecho a utilizarlo. Una vez que se cumple este periodo, es posible adquirirlo pagando la opción de compra, la que generalmente es una cuota más del contrato. Esta fórmula evita que las compañías tengan un gran capital inmovilizado. Así, en vez de gastar grandes sumas, disponen de ese dinero para sus operaciones”, aclara el gerente general de Gama Leasing, Christian Spratz.