Los servicios basados en la nube mantendrán un fuerte dinamismo en 2015, dado que facilitan la innovación de los negocios. Mientras, el alto volumen de datos digitales hará más crítico y demandante el desempeño de las redes.
El Cloud Computing se ha convertido en la principal tendencia en el ámbito de las Tecnologías de la Información de los últimos años. De cara al 2015, todo indica que no sólo se mantendrá en un sitial relevante sino que llegará a transformarse en una opción imprescindible para los departamentos de TI, toda vez que será la plataforma esencial para acceder a servicios y soluciones tecnológicas que permitan a las organizaciones soportar el inmenso volumen de datos con el que convivirán cotidianamente en los próximos años.
“Cloud Computing ha sido un factor disruptivo de las TI, no sólo a nivel del data center sino de la propia industria tecnológica. Hoy la nube es sinónimo para las empresas de mayor agilidad, menores costos y la posibilidad cierta de acceder a avanzadas soluciones y servicios de software, infraestructura, procesamiento y almacenamiento de datos”, sostiene David Iacobucci, Gerente General de Level 3 Chile.
De hecho, IDC ubica al Cloud Computing como una de las 10 principales tendencias para 2015. En concreto, la consultora predice que IaaS (Infrastructure as a Service), PaaS (Platform as a Service) y SaaS (Software as a Service) concentrarán el crecimiento de los servicios basados en la nube, los cuales totalizarán en conjunto alrededor de 118 mil millones de dólares en gasto a nivel global, siendo IaaS el servicio Cloud que logrará el mayor crecimiento el próximo año, con un 36% de expansión.
A juicio del ejecutivo, lo anterior se debe a que Cloud Computing es la plataforma facilitadora de la innovación por excelencia, aspecto que desde la propia industria de TI ha venido concretándose con tecnologías basadas en la virtualización, campo en el que destacan una serie de nuevas arquitecturas de soluciones, las cuales han sido englobadas dentro de la tendencia conocida como SDE (Software Defined Everything). “Las soluciones SDE se definen como tecnologías que se basan en una arquitectura que desacopla el hardware del software, es decir, que pone la inteligencia en esta capa, lo cual redunda en que las organizaciones no quedan atadas a determinados proveedores para que su infraestructura de TI soporte los reales requerimientos de su negocio”, detalla.
A nivel de red, SDE tiene su correlato en dos tendencias de creciente importancia a nivel de data centers, proveedores de servicios y empresas: Software Defined Networks (SDN) y Network Functions Virtualization (NFV). “La primera de ellas, aprovecha la inteligencia del software para centralizar las funciones de las diferentes capas de la red, mientras que la segunda se refiere a una arquitectura que utiliza funciones de máquinas virtuales sobre la infraestructura de red o sobre infraestructura de cómputo basada en la nube”, explica Iacobucci de Level 3.
Datos y Más Datos
El ejecutivo afirma que el auge del Cloud Computing se relaciona estrechamente con otras de las tendencias de TI predominantes, como el Big Data y la Internet de las Cosas las cuales, en conjunto, se conocen como la “Tercera Plataforma”. “El elemento común de estas tendencias es que nos hablan de un volumen gigantesco de datos digitales que necesariamente transitará en la nube, por lo que las empresas deberán ir adaptando la arquitectura de sus redes y data centers para dotarlos de la necesaria capacidad y flexibilidad que demandará este nuevo escenario”, comenta David Iacobucci.
Por otro lado, el Gerente General de Level 3 afirma que este conjunto de factores otorgará un rol cada vez más protagónico a los proveedores de servicios Cloud. “En el caso de la Internet de las Cosas, IDC estima que más del 90% de esos datos estará alojado en plataformas de este tipo en los próximos cinco años. Esto se debe a que la nube reduce la complejidad asociada a la fusión de datos provenientes de fuentes diversas y dispersas”, subraya.
Redes Más Exigidas
Iacobucci agrega que el volumen de datos generado por la IoT, será tal que obligará en el breve plazo a las empresas a replantear incluso sus estrategias de conectividad. “En tres años, como afirma IDC, la mitad de las redes tendrá algún tipo de problema por el flujo de datos generados por dispositivos de IoT. Se estima, incluso, que el 10% de las redes podría llegar a saturarse en ese período”, destaca el experto.
El ejecutivo de Level 3 sostiene que una vez que una organización decide llevar sus datos y aplicaciones a la nube, debe definir una arquitectura Cloud apta para sus necesidades –privada, pública o híbrida- y luego seleccionar el proveedor de servicios que le garantice la mayor flexibilidad posible.
“A partir de allí, es necesario preocuparse de que la conectividad tenga el mejor desempeño, en donde los niveles de uptime y seguridad estén garantizados por contrato, debiéndose contar, idealmente, con un ancho de banda dinámico que dote a la red de máxima escalabilidad”, subraya Iacobucci.
“Los servicios de conectividad en el actual entorno de negocios se tornan cada vez más críticos. Con Big Data y la IoT como catalizadores, el desempeño de las redes será clave para el negocio, debido a que se procesará cada vez un mayor volumen de datos, muchos de los cuales provendrán desde fuentes que se encuentran en otras ciudades o países”, concluye.