Fuente: www.eleconomistaamerica.cl
Por: Tomás Pablo Roa es presidente ejecutivo de Wolf y Pablo Consultores, S. L.
En el país del fin del mundo, Chile, cuando la tecnología 4G está aún en fase de consolidación entre particulares y empresas ya hay voces hablando de la 5G, es decir, pasar de velocidades de 20 o 21 Mbps a conexiones de 10 Gigabits por segundo -algo así como de 100 y 1000 veces superiores-.
Muchos de ustedes saben que Chile es un país eminentemente exportador, abierto e integrado. Sus principales clientes se localizan en el hemisferio norte, a una distancia considerable de donde se encuentran sus industrias y centros productivos, sean de bienes o servicios. Esta circunstancia obliga a sus firmas a ser competitivas y mejorar sus procesos vía productividad, investigación e innovación. Estar al día en la aparición, conocimiento e implantación de nuevas tecnologías puede ser determinante para su supervivencia.
La actual ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt, tiene como uno de sus objetivos alcanzar y superar las inversiones obtenidas en 2013, cuando estas supusieron 2.080 millones de dólares. Para ello, impulsarán «un nuevo concurso para la licitación de la banda de 5G y aumentaremos las medidas procompetencia, como el reglamento de la Ley de Ductos y el de velocidad mínima garantizada de Internet».
Al acabar 2017 la inversión en el sector de las telecomunicaciones creció ligeramente, hasta situarse en los 1.566 millones de dólares.
Carreteras digitales
A su vez, la subsecretaria de Telecomunicaciones (Subtel), Pamela Gidi, comunicó que los enlaces 4G superaron las 10,8 millones a diciembre de 2017, con un crecimiento interanual de 71,2%, equivalentes a 4,5 millones de nuevos vínculos en los últimos 12 meses. Añadió que «tras los procesos de licitación de espectro en las bandas de 2.600 y 700 MHz, y en menos de cinco años, hemos presenciado una evolución explosiva de las conexiones a 4G, que hoy ya superan las 10 millones. Queremos desarrollar un plan de infraestructura, donde vamos a promover, impulsar, y desplegar carreteras digitales a través de redes convergentes de alta velocidad, como son el despliegue de fibra óptica y el 5G».
Los datos de la Subtel indican que el mercado de internet móvil (3G + 4G) creció en 3,1 millones de accesos, equivalente a un 23,5%, alcanzando las 16,3 millones al cierre del año pasado.
Además, el 84,2% de las entradas a Internet son móviles, destacando el aumento de los smartphones (24,6% de subida en el último ejercicio). Del total de llegadas inalámbricas, un 93,1% corresponde a navegación por smartphones.
El estudio cuantifica el volumen de ingresos a internet (fijos + móvil 3G y 4G) en 19,4 millones con una expansión interanual de 20,2% (3,3 millones nuevos). De esta forma, se contabilizan 105 por cada 100 habitantes.
Alza de la televisión
Refiriéndonos a la TV de pago, esta anota un alza interanual de 8%, ganando terreno pese a la aparición de plataformas over-the-top (OTT), como Netflix, Amazon Prime, YouTube, o Hulu.
Asimismo, la introducción de la TV de pago alcanza las 56,7 incursiones por cada 100 hogares, con cerca de 3,3 millones de suscriptores.
Las irrupciones a internet fijo alcanzaban cerca de los 3,1 millones de enganches, con un incremento de 5,3%. La penetración de internet fija es de 16,6 inserciones por cada 100 habitantes. Sobre este global, un 88,4% corresponde a encadenamientos residenciales, y un 11,6% a comerciales.
Igualmente, en telefonía móvil existen 23 millones de abonados, cifra equivalente a 124,6 inscritos por cada 100 habitantes, incrementándose los con contrato, ya representan el 43%, mientras los sin contrato, o de prepago, suman el 57%.
Regresando a la 5G, su incorporación hará fácil conectar a Internet todos los tipos de sensores, dispositivos y apartados posibles, superando las actuales barreras de transmisión y energía. Los nuevos artefactos de las «ciudades inteligentes» o «casas conectadas» (internet de las cosas) apenas precisarán proporcionar datos, esto permitirá establecer protocolos de bajo ancho de banda para optimizar el tráfico en la red.
El buen empleo de estas y otras tecnologías facilitan a cualquier clase de compañía optimizar recursos escasos, produciendo más, con mayor rapidez y calidad, en un menor lapso de tiempo.