El informe del Ministerio de Hacienda entregado a fines de 2017 estableció que el Estado gasta US$ 1000 millones en papeleo y que más de la mitad se podría ahorrar usando tecnología para la digitalización de procesos burocráticos.
Los más de US$ 560 millones que se podrían ahorrar gracias a la digitalización permitirían, entre otros, la construcción de 4 nuevos hospitales al año.
Un informe entregado a fines de 2017 por el Ministerio de Hacienda descubrió una alarmante realidad: El Estado chileno gasta más de US$ mil millones al año en burocracia por papeleo. El estudio reveló también que los funcionarios públicos dedican entre 30% y 50% de su tiempo a procesar papeles y concluye señalando que con una modernización de la gestión de documento y trámites, el ahorro alcanzaría a US$ 560 millones, recursos con los que se podría hacer inversiones prioritarias para el país.
La digitalización de procesos en el Estado y el sector privado ya es una realidad en muchos países del mundo, con enormes beneficios para las personas, gobiernos y también, el medioambiente. Uno de los avances tecnológicos que conforma esta gestión es el uso de biometría, la que permite firmas digitales a través del reconocimiento de distintas partes del cuerpo como ojos, rostro y huellas dactilares.
“La biometría permite que cualquier tipo de contrato para cualquier tipo de servicio se digitalice y sea firmado electrónicamente. Esto genera de inmediato un ahorro significativo en el gasto de papel, horas hombre y almacenamiento de documentos y contribuye a reducir la huella ecológica de las organizaciones” explica Ricardo Navarro, CEO de TOC, empresa chilena de biometría y verificación de identidad.
Actualmente, trámites como los subsidios habitacionales, permisos de edificación, escrituras, seguros laborales, entre una inmensidad de documentos estatales, son impresos, provocando un alto costo para el Estado.
En Chile, con los cambios que sufrieron los tamaños de las “letras chicas” de los contratos para el sector privado, los volúmenes de papel crecieron al doble. En ambos casos, la biometría permitiría que el documento se digitalice, se envíe al correo electrónico y pueda ser firmado en segundos con cualquier parte del cuerpo.
“Para Chile sería un salto revolucionario el avance en estas materias de modernización. Solo el Estado podría reorientar recursos valiosísimos para educación o salud haciendo una digitalización de procesos que hoy es tendencia en el mundo entero” concluyó Ricardo Navarro, CEO de TOC.