Por Abby Daniell, líder de programas de Amazon Web Services para América Latina
Ya hace varios años nos encontramos sumergidos en una era de digitalización, en que la ciudadanía demanda soluciones que les facilite su día a día. Por ello, los procesos de transformación digital en empresas y entidades gubernamentales comenzaron a tomar cada vez más fuerza. Sin embargo, mientras avanzaban en el camino de la modernización, se asomaba una realidad país que podría frenarlos: la falta de talento calificado en el área tecnológica.
Hoy en día las compañías saben que la clave para ser y mantenerse competitivas se encuentra en su capacidad de agilidad, innovación y eficiencia, donde la nube es esencial. También los gobiernos saben que una pieza importante del desarrollo económico de un país es la capacitación de talento. Asimismo, son conscientes de las implicancias de los grandes flujos de datos y las necesidades de seguridad.
En este sentido es que el estudio de IDC “Competencias necesarias para que América Latina sea más competitiva en la era digital”, señala que entre 2022 y 2026, el 30% de las ventas totales de las empresas de la región provendrán directamente de productos y servicios digitales; mientras que el sector público espera tener el 60% de sus procesos y servicios orientados al ciudadano totalmente digitalizados.
Con estas proyecciones sobre la mesa y a sabiendas de que las entidades tanto públicas como privadas buscan ofrecer experiencias satisfactorias a los ciudadanos, deben contar con equipos de Tecnologías de la Información (TI) que operen con agilidad y dinamismo, que se adapten de forma rápida a los cambios y demandas del mercado. En este sentido, las habilidades que puedan obtener son esenciales. ¿Pero cómo pueden adquirirlas?
Dadas las oportunidades laborales que existen en esta área, hay muchos jóvenes que directamente se inclinan por estas opciones a la hora de escoger una carrera profesional. Sin embargo, en el rubro educativo, las capacitaciones adquieren un rol esencial: no sólo entregan herramientas que permiten especializarse en una determinada área, sino que también dan la opción de adquirir nuevos conocimientos, diferentes a los que uno puede manejar por su propia carrera, y junto con ello, la oportunidad de cambiar de rubro.
Creemos firmemente en el impulso de la transformación digital, tanto de Chile, como de la región, a través de la capacitación. Es una herramienta que no sólo permite contribuir al cierre de la brecha de talento tecnológico que evidenciamos, sino que entrega a las personas la posibilidad de volverse más competitivos y de contar con oportunidades; pues es una alternativa de formación tanto para mujeres y hombres, ya sean adultos o jóvenes.
Sólo a modo de ejemplo, en Latinoamérica hemos capacitado a más de 2 millones de personas en habilidades de la nube desde el año 2017. Si hablamos específicamente de Chile, se trata de más de 50.000 personas en esta misma fecha.
La capacidad de innovación es clave para seguir avanzando en la era digital en la que nos encontramos. Podemos contar con grandes ideas, pero si no tenemos los profesionales necesarios para llevarlas a cabo, nos enfrentamos a un problema aún mayor. La educación entonces, y específicamente la capacitación, es la primera respuesta. Con el tiempo seguro surgirán nuevos desafíos, debemos estar atentos al mercado para asegurarnos de conocer y manejar el contenido necesario para mantenernos a la altura de las demandas, contando con un talento realmente preparado.
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