Fuente: Diario Pulso
UNO DE CADA tres CEOs de las 3.000 compañías más grandes en América Latina pondrán a la transformación digital como base de su estrategia corporativa este año, según un estudio realizado por la consultora International Data Corporation (IDC).
Por eso, de acuerdo a las consultoras TI, las compañías que decidan no seguir este camino corren un riesgo muy alto de perder competitividad y eventualmente, de desaparecer. Un estudio realizado por Accenture, muestra que la penetración de la tecnología en la actividad económica puede aumentar significativamente la productividad y el PIB de los países y, para el 2020, la transformación digital -en caso de adoptarse de forma correcta- podría aumentar en US$1,36 billones (millón de millones) el PIB de las 10 principales economías del mundo, donde se encuentra EEUU, Japón, China, Canadá y Brasil, entre otras.
«En el contexto de una empresa, la transformación digital tiene que ser guiada por motivaciones que son de negocio, es decir, para mejorar la eficiencia y productividad, para lanzar nuevos productos que puedan aumentar los ingresos y, por último, para mejorar la experiencia de los clientes», cuenta Danilo Pavlovic, director ejecutivo de telecomunicaciones en Accenture. Él detalla que la experiencia de los clientes y la forma de interactuar, es una gran palanca para las empresas, porque permiten mantener clientes fidelizados y disminuir la probabilidad de fuga, lo que impacta directamente en la rentabilidad del negocio.
Pero el proceso de transformación digital, implica un largo camino que comienza con una visión del futuro en el que la empresa se ve inmersa. Este tipo de definiciones implican mucho más que decir qué tecnologías se usarán. «Es clave que este tipo de cambios profundos, surjan desde lo más interno de la organización, con una visión consensuada del tipo de empresa que se proyecta a futuro y del tipo de gestión que se pretende desarrollar», dice David Iacobucci, director de ventas de Level 3 en Chile.
El ejecutivo señala además que en ese contexto, es determinante que la alta dirección empuje este tipo de iniciativas. «No debería darse que una empresa comience a hablar de transformación digital sólo por estar a la moda o por imitar a la competencia, ya que esto solamente resultará en cambios cosméticos, menores y sin un horizonte estratégico», enfatiza.
¿Qué está haciendo la región? De acuerdo a estudios de IDC, el 26% de los CIOs en compañías grandes en la región inició su ‘camino digital’ en 2016, pasando de experiencias y productos digitales inconsistentes a la creación de manera gerenciada y disruptiva, usando tecnología digital de tercera plataforma en su modelo de negocio. De acuerdo a datos de la consultora, al cierre de 2016, unos US$4.500 millones de gasto en TI, habrían sido motivados por iniciativas de transformación digital en la región.
Respecto a qué se está haciendo en nuestro país, Accenture elaboró una radiografía de la situación actual de las empresas locales. Los resultados indican que ninguna afirma estar en un estado avanzado de transformación digital y 61% dice no sentirse amenazada por compañías disruptoras, es decir de origen digital. Esto, a pesar de que las empresas disruptoras esperan crecer tres veces más que las compañías «tradicionales» (34% versus 10%), lo que da cuenta de cómo una visión holística vinculada a la presencia digital puede guiar a los negocios.
La importancia del liderazgo A nivel general, la tendencia es que las empresas están trabajando los procesos de transformación de su negocio. Eso incluye fuerza laboral, la relación con sus clientes, procesos de innovación ligados a productos y servicios. «Entonces, el impacto es muy alto desde el punto de vista de cómo están evolucionando los procesos y personas dentro de la empresa», dice Patricio Soto, gerente de investigación de telecomunicaciones en IDC Chile.
Él indica que para que la estrategia sea robusta y consistente, debe haber una transformación del liderazgo de la empresa. «Uno de los principales desafíos tiene que ver con definir ciertas competencias. De ahí hacia abajo se va transmitiendo esa nueva cultura de cómo vamos a hacer las cosas. La cultura organizacional es fundamental dentro del proceso de transformación digital de una empresa», apunta Soto.
El impacto en términos de inversión dependerá mucho del estado en que se encuentre la empresa, coinciden los consultados. No se trata de un cambio que se dé en dos meses, sino de procesos largos que usualmente duran dos años en empresas grandes. Luego de la definición de la gerencia general, hay que empezar a hacer la transformación TI, e instalar tecnología acorde al proceso de transformación que se busca. «De nada sirve invertir en sistemas de big data si no habrá un analista de datos o un área de data intelligence, enfatiza Soto.
Recuadro :
Reinvención digital y los «pecados» en su implementación
«La transformación digital es uno de los conceptos más abusados a nivel empresarial», dice José de la Torre, digital transformation leader en IBM. Él señala que no se trata sólo de digitalización de procesos, sino de una mirada holística.
Otro de los errores -señala De la Torre-, tiene que ver con traer gente nueva sin incorporar los nuevos parámetros a las personas que ya se encuentran en la empresa. «Hay gente que cree que traer a alguien externo es suficiente para conseguir cambios relevantes en la empresa. Pero si no se capacita ni se hace de esto una visión transversal en la organización, se encontrará trabajando con dos motores simultáneos, en que uno trabaja a toda velocidad y otro, a un ritmo diferente, y entre sí no son compatibles».
Otro de los errores es no darle importancia a la experiencia digital del usuario. La interacción con el cliente en el mundo digital debiera ser importante en todas las áreas, pero hay algunas, como el retail, donde debe ser centro de la transformación. De la Torre señala que en Chile aún falta camino por recorrer y hay factores que son decisivos como ocurre con la logística y la trazabilidad de los productos. Mejorarlos dará como resultado un mayor compromiso por parte del cliente.