Fuente: iProUp
Informalidad, poco y nada de financiamiento, mínima trazabilidad, falta de información de stock en tiempo real. Estos son muchos de los problemas que se observan en la cadena comercial de cualquier sector.
Y el negocio del vino no escapa a estas variables. Por el contrario. Así como las bodegas en la Argentina suelen ser eficientes y competitivas, en el último eslabón de la cadena es donde se observan las mayores dificultades para llegar al consumidor con un vino en tiempo y forma, ya sea a través de una vinoteca o un restaurante.
En este contexto, la digitalización está comenzando a hacer pie en este sector. ¿De qué manera? A través de la primera plataforma BtB de la región, que permitirá conectar a bodegas y marcas de spirits con el trade.
El proyecto se llama BottleHub y acaba de ser presentado en Buenos Aires, en el marco de la última edición de la exposición Vinos & Negocios.
«Técnicamente, somos el primer market place B2B (de empresa a empresa) de bebidas de América Latina. No hay en toda la región una plataforma digital de este tipo que permita centralizar todos los pedidos en una sola interfaz», plantea Javier Menajovsky impulsor del proyecto.
Bajo el claim «una vidriera, todas las bebidas», BottleHub se propone contar con el mayor inventario de vinos listados de la Argentina, conformando una vidriera virtual a través de la cual restaurantes, vinotecas, hoteles y empresas de catering podrán centralizar todos sus pedidos.
«En la práctica, somos un market place que conecta a las partes: los que venden, que pueden ser bodegas, distribuidores o importadores, con el trade. No tenemos stock, ni acuerdos de distribución, porque el negocio logístico no forma parte de nuestro core business. Nuestra función será conectar a las partes», plantea el emprendedor.
Esta plataforma, que estará operativa en 60 días, arrancará con unas 150 bodegas, que forman parte del portfolio de unas 20 distribuidoras. Como contrapartida, apuntan a empezar con una base de 1.000 usuarios registrados (compradores).
En cuanto a las proyecciones, la expectativa es tener, de cara a los próximos 12
meses, al menos unos 5.000 usuarios, más de 300 bodegas listadas y unas 3.500 etiquetas entre vinos y bebidas espirituosas disponibles para la venta.
Entre las bodegas que ya forman parte de esta iniciativa figuran nombres de la talla de Luigi Bosca, Finca Flichman y Kaiken.
La idea, en el mediano plazo será sumar otros productos, como aguas y cervezas.
Sin embargo, la operación en la Argentina será una de las varias patas que tendrá este proyecto, que apunta a tener una proyección regional.
«En el mes de octubre estaremos presentando BottleHub en San Pablo, en la feria ProVino. Consideramos que, definitivamente, Brasil va a ser la gran locomotora de este proyecto, hasta llegar a representar el 90% de las operaciones totales, si bien la Argentina es un mercado más maduro y es donde arrancamos el lanzamiento», acota Menajovsky, quien aclara que en el país vecino la plataforma no estará enfocada en ofrecer únicamente vinos argentinos.
«La idea allí es abarcar el mayor espectro posible, incluyendo vinos de Brasil y de todo el mundo. Por eso va a ser una operación muy grande», plantea.
Según un informe del Consulado nacional en San Pablo, en ese mercado el consumo per cápita ronda cerca de los 2 litros per cápita, con un nivel cercano a los 173 millones de litros comercializados al año.
Es una cifra que se ubica bastante por debajo del nivel de la Argentina, donde el año pasado alcanzó los 840 millones de litros.
Sin embargo, en Brasil esta categoría está creciendo a pasos acelerados, al tiempo que es un mercado muy fuerte para las bebidas espirituosas y las cervezas, otros segmentos donde también incursiona BottleHub.
En paralelo, la empresa también está en tratativas con un socio local para desembarcar en México, donde tienen previsto hacer el lanzamiento oficial a comienzos del 2020.
Luego, el plan de negocios contempla desembarcar en otros países de la región, como Colombia y Perú.
La digitalización del negocio
Según detalla Menajovsky, el mayor problema que enfrenta este negocio es que se maneja «con prácticas que a veces son antiguas y poco eficientes».
«Hoy tenés un restaurante o una vinoteca que, en la diaria, interactúa con unos 30 proveedores. Y muchas veces esa comunicación que establecen puede llegar a ser caótica e informal. Se piden vinos por Whatsapp, por mail y por teléfono. Los precios, además, están en distintos formatos y no siempre se encuentran actualizados. Hoy es casi imposible comparar un pedido con el anterior o repetirlo, a lo que se suma que casi no hay trazabilidad», enumera.
Según el emprendedor, BottleHub viene a resolver eso, porque los compradores van a poder cerrar todas las operaciones en un mismo lugar. Este no es un tema menor en un mercado en el que hay más de 3.500 etiquetas disponibles.
«Por eso, con esta herramienta, cada empresa puede gestionar su programa de bebidas de manera ordenada y de manera automática. Esto es importante porque todo el proceso de administración de las operaciones de compra y venta es algo que no agrega valor, que se vuelve una carga. De modo que con la digitalización se va a poder mejorar la eficiencia de toda la cadena», agrega.
Menajovsky profundiza al respecto y señala que «esta plataforma será clave para los distribuidores, dado que hay miles de clientes que hoy no están en su radar, porque ya tienen 20 o 30 proveedores y están saturados. Sucede incluso que no quieren incorporar nuevas marcas o diversificar su oferta porque operativamente quieren achicar sus procesos administrativos».
«Ahora, a un restaurante, un hotel o una vinoteca, al poder realizar la compra de vinos y spirits a través de una única interfaz y como si hiciera un solo pedido, se le va a simplificar toda la operación y esto es lo que, en definitiva, ayudará a que se hagan más negocios», plantea.
Financiamiento vía Fintechs
Una de las claves de este desarrollo será la posibilidad de ofrecer una solución digital que se adapte a las prácticas del sector, que suele cancelar el pago en un período que va de los 60 a los 90 días.
«Hoy hay mucha informalidad. A veces los cheques rebotan, ha habido también estafas en este mercado. Por eso BottleHub viene a aportar una solución de credibilidad, haciendo intervenir a las fintech, que hoy permiten incorporar a clientes con buen historial de pagos pero que hasta ahora están afuera del mercado financiero», apunta Menajovsky.
A modo de ejemplo, el emprendedor menciona el caso de los restaurantes, que operan con tarjetas de crédito y, lógicamente, tienen una cuenta bancaria.
«¿Cómo es el cuadro hoy? Los únicos que brindan calificación a este tipo de comercios son los bancos tradicionales. Pero ahora hay fintech que, por ejemplo, permiten procesar todos los cupones de tarjetas. Y el derivado de eso es lo que ya permite generar un scoring y, a partir del mismo, un intermediario financiero podrá brindar financiamiento a 60 o a 90 días, a través de la plataforma, y mediante un cheque digital», detalla.
Esto va a permitir, anticipan desde la empresa, que bodegas y distribuidoras realicen ventas de manera casi automática, dado que no van a tener que pasar a sus potenciales compradores por un proceso de chequeo de su historial crediticio.
«Las bodegas no son entidades financieras. No tienen por qué realizar este tipo de análisis. Eso deben realizarlo especialistas, como puede ser una fintech. Por eso creemos que esta será una manera de superar la actual barrera crediticia, una vez que implementemos este mecanismo en una segunda etapa», plantea, para luego agregar que otra de las innovaciones que incorporarán a mediano plazo será la posibilidad de contar con un manejo del stock completamente online y en tiempo real.