Fuente: www.abc.es/
BBVA ha puesto el foco en las llamadas «fintech», que unen tecnología y finanzas. Con la adquisición de la «startup» mexicana OpenPay, la entidad bancaria pretende acelerar su proceso de transformación en Latinoamérica.
La propuesta diseñada por OpenPay es muy innovadora y ofrece una amplia gama de soluciones de pagos y funcionalidades online para comercios. Con una única integración, Openpay combina una plataforma de vanguardia, en tiempo real, que permite recibir pagos con tarjetas, en efectivo, con puntos de programas de fidelización o vía transferencia bancaria. Además, Openpay utiliza herramientas avanzadas para evitar el fraude al encriptar toda la información transmitida con certificados SSL (Secure Socket Layer, en inglés), un protocolo de seguridad que hace que los datos viajen de manera íntegra y segura.
Una de sus soluciones de mayor éxito es su red Paynet, un sistema a través del cual un comercio online puede admitir pagos en efectivo a través de una red paralela de comercios físicos. La compañía ya cuenta en México con más de 12.000 puntos de venta asociados a Paynet. Ofrece a sus clientes, además, cuentas virtuales, un sistema de notificaciones en tiempo real, así como la consulta de los movimientos y transacciones.
Pero, ¿cuáles son los requisitos para utilizar Openpay? Sólo es necesario ser persona física con actividad empresarial en México. Para poder emitir facturas electrónicas hay que disponer de una cuenta bancaria en el país. Tampoco requiere de pagos iniciales, ni cuotas anuales ni mantenimiento, ya que solamente se paga por lo que procesa, es decir, la compañía cobra por cada transacción que pasa por el sistema.
Con esta operación, el BBVA amplía así su gama de soluciones de pagos «online», mientras que OpenPay destaca que la alianza logra multiplicar sus capacidades comerciales «al sumar esfuerzos con el banco más importante de México». Este nuevo movimiento coincide en un momento en el que el comercio virtual está ganando una gran relevancia en todo el mundo, y en México en particular, gracias al enorme crecimiento de los pagos digitales, la adopción del teléfono móvil como medio de pago y la penetración de las tarjetas de crédito.