Fuente: www.df.cl
El superintendente de Bancos e Instituciones Financieras, Mario Farren, entregó ayer mayores detalles de uno de los proyectos en lo que se encuentra trabajando el regulador y que ésta próximo a estrenarse en el mercado: la portabilidad financiera.
Luego que finalizara la presentación del informe de género que elabora el regulador bancario, Farren manifestó que la portabilidad financiera “es una iniciativa que vamos a empezar a trabajar” y que corresponde a un “propósito estratégico que nos hemos planteado en la Superintendencia”.
A su vez, el superintendente dio líneas de lo que será la portabilidad. “Tiene que ver con el hecho de que las personas puedan elegir con mucha más independencia y acceder a la oferta de productos a los que tienen”, explicó.
Farren agregó que el objetivo es que los clientes del mundo financiero “puedan tener su información, por ejemplo, tomar los datos de su crédito hipotecario y cotizar con distintas instituciones. Le ofrece mucha más independencia a las personas y a la familia”.
A modo de referencia de cómo funcionaría la portabilidad financiera, Farren expuso que en el caso de los préstamos para financiar la compra de viviendas, “la gente tenga su información de manera rápida, expedita y vinculante. Con esos datos, pueda decidir si continúa con la misma institución o se cambia a otra que le ofrece mejores condiciones”.
De acuerdo a los planes dados a conocer por la autoridad regulatoria el 23 de agosto, el calendario de Farren contempla primero adecuar las normativas de ciberseguridad en la industria financiera que ya están en consulta y luego avanzar con la portabilidad financiera.
Caso europeo
En Europa la portabilidad financiera es una realidad desde 2014. Ese año el parlamento de la Unión Europea estableció una normativa que tiene como fin “fomentar una movilidad financiera a largo plazo efectiva y fluida”.
Para ello, los estados miembros deben “establecer un conjunto de normas uniformes que hagan frente a la escasa movilidad del consumidor y, en particular, faciliten la comparación entre los servicios de cuentas de pago y entre las comisiones aplicables, incentiven el traslado de cuentas”.
La portabilidad financiera rige en España a contar de julio de este año y se exige a las entidades bancarias el traslado de la cuenta en un plazo máximo de 13 días y de costo cero para los clientes.
El cambio de institución también permite mover todos los productos y servicios contratados en el banco de origen a la nueva compañía elegida por el cliente.
La regulación establece además que las firmas financieras podrán cobrar hasta 36 euros por una “cuenta básica”. Ésta tiene servicios como depósito de fondos y retiros de dinero en efectivo en las sucursales del banco o en sus cajeros.
Lo que sí pierden los usuarios al cambiarse el número de cuenta.