Bajo costo inicial, gran acceso a tecnología y la promesa de una importante rentabilidad son algunos elementos para que los emprendedores apuesten por este tipo de negocio. Pero ¿a qué segmento apuntar?
Programa Startech, es el nombre de un concurso que lanzó a mediados de abril la Bolsa de Santiago para que startups desarrollen soluciones fintech para el mercado bursátil, siendo uno de los tantos ejemplos de cómo el sector financiero está tratando de entusiasmar cada vez más a los emprendimientos en esta área.
Se estima que este negocio crece un 40% anual sólo en América Latina y, según Finnovista (organización mundial de fomento a este segmento), existen más de 1.000 startups fintech en nuestra región. “Hay un entusiasmo absolutamente justificado, debido a que con bajo capital, ideas innovadoras y acceso a tecnología, se reduce bastante la brecha entre empresas grandes y pequeñas en este tipo de negocio”, comenta Aldo Caprile, académico DCS de la Facultad de Economía y negocios (FEN) de la Universidad de Chile.
Según un informe de KPMG, el año pasado este sector significó recursos por US$31.000 millones a nivel global, de los cuales el 63,9% (US$19.800) correspondió sólo al continente americano.
Corfo ha sido una entidad que entendió rápidamente la importancia de generar incentivos hacia startups en esta área (ver tabla). Según Tadashi Takaoka, gerente de emprendimiento de Corfo, uno de los factores del fuerte aumento tiene que ver con el grado de bancarización y tipo de usuario que hay en Chile el cual “es más avanzado que el resto de Latinoamérica y con un gran nivel de profundidad tecnológica. Además, los sistemas de pago en Chile y la accesibilidad a tecnología por parte de las startups, es clave. Siempre han existido los sistemas contables, pero ahora con la automatización es mucho más eficiente”.
¿Pymes o grandes empresas?
A la hora de decidirse por armar una fintech, muchos emprendedores se hacen la pregunta del millón: ¿cuál es el target? ¿Las mismas pymes, las grandes empresas o los bancos? Según Caprile, la mayoría opta por lo último. “He visto que lo más exitoso son fintech orientadas a la banca formal, ya que es un tipo de cliente capaz de pagar y financiar un proyecto sin problema. A veces para una pyme es muy riesgoso desarrollar una solución para pymes, porque se requiere de una masa crítica muy grande para que sea rentable”, dice Caprile.
Pero hay varias excepciones a esa regla. Con siete años funcionando y tres enfocados exclusivamente a las pymes, Cumplo ha logrado posicionarse fuertemente. Según su gerente general, Gonzalo Kirberg, “la industria de la tecnología financiera se mueve a un ritmo mucho mayor y el país debe estar a la altura. Si dejamos de innovar en esta área, podemos quedar fuera de importantes cambios a nivel mundial”. Esta fintech posee actualmente 50 mil usuarios y espera un crecimiento de 75% para este año. Justamente por estos días, está abriendo oficinas en México.
Otro ejemplo es Chita (www.chita.cl), plataforma online lanzada a principios de 2017 para ofrecer liquidez online “más rápida que nunca” (cómo indican) y anticipar las cuentas por cobrar en el área del factoring. “La idea es que, mediante tecnología podamos darle a un segmento de empresas chilenas un precio justo”, comenta Patrick Real, CTO y COO de Chita. El primer año lograron financiar cerca de US$12 millones y crecieron de 2 a 15 empleados. “Ya probamos el modelo, y para este año tenemos que consolidarlo. Vamos de a poco pero por un buen camino”, dice Felipe Morel, gerente general de Chita.
Con más de dos años en el mercado, Fynpal le permite a pagadores automatizar el proceso de confirmación de facturas. “Para las pymes, poder contar con una herramienta que les permita recibir la confirmación en línea de la fecha de pago de sus facturas, significa una revolución en la forma en que financian su capital de trabajo”, comenta Andrés Prats, gerente general de Fynpal.com.
Pero ¿Podrían ser las fintech una burbuja como las puntocom en los ’90? Según Aldo Caprile, “cuando surge la moda por una nueva línea de emprendimientos, mucha gente quiere entrar. Pero es una burbuja necesaria, porque permite una alta tasa de éxito”, indica el académico de la FEN de la U. de Chile.
Al respecto, Takaoka señala: “La probabilidad de que las fintech se vuelvan una burbuja como sucedió con las puntocom es muy baja. No es lo mismo, porque aquí hay mucho más que una promesa de un negocio”, dice el gerente de Emprendimiento de Corfo.