Por: Ramón Heredia y Roberto Pérez
Pocas veces el gran púbico tiene conciencia de esto, pero detrás de toda tecnología transformadora se esconden miles de horas de investigación y desarrollo, inversiones cuantiosas y el trabajo de cientos de expertos. Es que con la velocidad apabullante que muestran las innovaciones hoy, casi no tenemos tiempo de indagar mucho, y asimilamos hasta lo más disruptivo con pasmosa naturalidad.
Y no solo eso; además de trabajo e inversión, pueden existir verdaderas “guerras” entre “players” de un ecosistema en permanente evolución, donde no corre sangre (al menos, no ha sucedido hasta ahora…) pero sí corren millones y millones de dólares. Una situación en pleno desarrollo en Argentina nos ilustra muy bien al respecto: es la disputa entre Mercado Pago (brazo fintech del coloso Mercado Libre ) y los bancos tradicionales por el uso de los omnipresentes códigos QR.
Como muchas otras cosas en un país maniatado por miles de regulaciones (que están desapareciendo lentamente) la discusión es por algo que en muchas otras latitudes ya está resuelto: La interoperabilidad. Y el disgusto, que alcanzó un nivel de controversia que obligó a la intervención del regulador, el Banco Central de la República Argentina, saltó a los medios masivos de comunicación, algo muy poco frecuente en estos casos, que suelen ventilarse (si es que sucede tal cosa) en publicaciones “de nicho” y foros virtuales especializados.
Nuevos y viejos contendientes
Para entender mejor esta pelea entre “pesos pesados”, recordamos que la interoperabilidad de los códigos QR facilita que los pagos puedan realizarse desde diversas billeteras digitales, brindando mayor flexibilidad y opciones tanto a los consumidores como a los comercios. Esta controversia puntual comenzó a partir de la normativa del BCRA que busca establecer la interoperabilidad de los códigos QR, permitiendo que los consumidores utilicen cualquier billetera digital para realizar pagos con tarjeta de crédito, independientemente del operador del código.
Mercado Pago, la principal billetera digital de Argentina y una de las más grandes de Latinoamérica con más de 60 millones de usuarios, se ha visto en el centro de la polémica debido a su resistencia inicial a abrir su sistema a otras empresas, lo que llevó a una intervención del BCRA para facilitar un acuerdo entre las partes. Es que la Fintech de Marcos Galperin ha sido la que desarrolló todo el sistema de QR en Argentina, con una importante inversión, y no tiene ningún interés que otros la utilicen gratis. Esa interoperabilidad funciona actualmente con dinero en cuenta, pero muy limitadamente con tarjetas de crédito.
La posición de Mercado Pago es que deben darle una comisión por el uso de ese sistema de QRs. Pero los bancos, que se asociaron para competirle con su billetera virtual MODO , afirman que Mercado Pago ya recibe lo suyo como adquirente, y la situación actual es anómala, contradiciendo las disposiciones del mismo Banco Central. Por eso han presentado una denuncia formal contra Mercado Pago ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), acusándolo de abuso anticompetitivo de su posición dominante en el mercado, lo que afecta negativamente a competidores, comercios y consumidores, dicen.
Esta acción administrativa es un reflejo de la tensión entre los bancos y la fintech, que se ha intensificado por la resistencia de Mercado Pago a aceptar la integración de las tarjetas de crédito al sistema QR que ofrecen para pagos en comercios.
Los bancos sostienen que Mercado Pago controla de manera vertical el 80% del comercio electrónico del país y la mayoría de los pagos digitales, lo que les asigna una responsabilidad especial y merecedora de penalidad, considerando la Ley de Defensa de la Competencia vigente, para evitar conductas que restrinjan la competencia. Traducido: que Mercado Pago es un monopolio (N.de la R: Cuando vemos que hasta los vendedores ambulantes de hot dogs, ropa, calzado, etc. y muchos músicos callejeros aceptan transferencias con Mercado Pago, y que ya cuesta mucho encontrar algo, sea un bien físico o un servicio, que NO pueda pagarse con Mercado Pago… en fin).
Ni lerdos ni perezosos, en la Fintech dicen que los Bancos son “un club de amigos” y los acusa de cartelización. Hasta que este mismo mes, luego de una serie de postergaciones que se arrastraban desde la gestión anterior de los reguladores (con el gobierno pasado) porque Mercado Pago alegaba “problemas técnicos”, comenzó formalmente la última etapa de la llamada interoperabilidad de los códigos QR, con la entrada en vigencia de una norma del BCRA que dispone que esos códigos permitan la posibilidad de hacer pagos con tarjeta de crédito desde cualquier billetera digital, independientemente de cuál sea la empresa proveedora del QR.
Pero no será tan fácil
Quedan dos temas de alto voltaje por resolver: Hasta marzo pasado, se hicieron 36,4 millones de operaciones realizadas a través de códigos QR interoperables, de acuerdo con cifras del Banco Central. Y según Mercado Pago, actualmente el 86% de los pagos a través de QR se realizan con transferencias de dinero en cuenta, y apenas el 14% restante corresponde a los pagos con tarjeta de crédito.
Este panorama cambiaría radicalmente si se pone en marcha la interoperabilidad plena, lo cual abre un potencial negocio en un segmento donde la rentabilidad depende totalmente de la escala. Y es aquí donde Mercado Pago, que introdujo el sistema de QR en el país y lo desarrolló por su cuenta y cargo, dice: “Si, amigos, con todo gusto… ¡pero gratis, no!”. Sucede que el BCRA impuso a todos los dueños de QR la obligatoriedad de la apertura (por ejemplo, que desde cualquier billetera digital se pueda escanear un QR de Mercado Pago y realizar un pago con tarjeta de crédito), pero no estableció pautas para la distribución de las comisiones, que incluso fueron liberadas a través de un reciente decreto presidencial (que, por cierto, están objetado judicialmente, pero eso es muy largo de contar aquí).
Y reclama una comisión, dada la inversión que realizó para el desarrollo y consolidación de los QR. Es lo que hacen los bancos, que cobran por el uso de los cajeros automáticos, alegan, mirando fijamente a Modo, la billetera que tiene detrás a los principales bancos del país (el “Club de amigos” o “Cártel”, según ellos) que quiere colarse en la Red de adquirencia que ellos trabajosamente crearon. Y estos dicen que Mercado Pago ya cobra por ese concepto, que no pretenda más. Y presentó la denuncia que vemos arriba, por ahora solo en sede administrativa, pero que en cualquier momento podría cruzar la puerta de los tribunales.
Pese a tana discusión, podemos afirmar que las disposiciones del regulador (imponer la interoperabilidad) es un gran paso adelante para que Argentina se aproxime un poco no ya a los países más avanzados, sino a los vecinos cercanos de la región. Y que las partes en conflicto tienen un poco de razón cada una: Mercado Pago tiene una posición dominante, pero hizo todo el gasto para crear y difundir el sistema de QR que ahora los bancos quieren usar sin ningún costo para ellos. Y los bancos han actuado de modo peligrosamente “cartelizado”, nucleados en una organización que representa a los bancos de origen nacional y en otra que engloba a las entidades extranjeras.
Como sea, es un avance; lento, trabajoso, lleno de obstáculos, pero no deja de ser una mirada optimista para superar atrasos injustificables y favorecer a los usuarios. Final abierto.