Adultos mayores encuentran en la tecnología un aliado para una vida con bienestar

Actualmente, mezcla sus asesorías en el área de la contabilidad con trabajos por horas que le ofrecen a través de la plataforma Servisenior, en la que está inscrito, un sitio que reúne oportunidades laborales para personas mayores.

‘He trabajado en Coanil y ahora en Fintual, donde tengo que hacer trámites, como depositar cheques y otros papeleos. Labores en las que pongo en práctica mis conocimientos. Esto me ha permitido generar ingresos, pero a la vez reivindicarme conmigo mismo’, dice Germán Ramírez.

Servisenior conecta a personas mayores que buscan trabajos esporádicos con empresas o personas que requieren servicios como comida casera a domicilio, servicio de planchado, llevar el auto a la revisión técnica o ‘junior senior’, como el de Germán. ‘Nos dimos cuenta de que de todas las oportunidades laborales en Chile solo el 10% incluía a este segmento de la población, pero no eran excluyentes con personas de otras edades. Estamos reinventando la forma de buscar trabajo para este rango etario, el que tiene valores como la lealtad o la puntualidad, que son muy requeridos’, dice David Allendes, socio cofundador de Servisenior.

Según el Censo de 2017, los adultos mayores (más de 60 años) superan los 2,8 millones de personas, equivalente al 16,2% de la población. La proyección del Instituto Nacional de Estadísticas es que a 2050, uno de cada tres chilenos será adulto mayor.

Este envejecimiento de la población plantea retos como la empleabilidad, el cuidado de su salud y su bienestar emocional, entre muchos otros. Para todos ellos, la tecnología puede ser un gran aliado.

En el ámbito de la salud, por ejemplo, uno de los mayores problemas de los adultos mayores son las caídas. Con eso en mente, la empresa francesa Helite creó Hip’Safe, un airbag que, al percibir una posible caída, se activa en solo 200 milisegundos y evita una fractura de cadera, una de las más complicadas de tratar.

‘Se pone en la cintura como si fuera un banano. Tiene sensores que detectan los movimientos propios de una caída y dan la señal para que bolsas de aire se activen’ en 0,2 segundo, explica Pablo Zorzano, CEO de Orange Care Tech, empresa que trae a Chile esta solución. Cuesta cerca de $600 mil y es reutilizable cambiando las botellas de aire comprimido.

También en el ámbito de la salud, una solución creada en Chile es GetUp, de Kiron, una silla de ruedas que permite que la persona se ponga de pie al accionar un control que la extiende en forma vertical. Su costo es de $1,2 millones. ‘Para las personas mayores ponerse de pie implica una recuperación de la osificación del hueso, además de mantener rangos articulares normales, ya que las articulaciones se rigidizan al estar la persona mucho tiempo sentada o acostada. Además, previene las escaras, laceraciones por presión que ocurren al estar mucho tiempo en una misma posición’, dice Juan Pablo Rodríguez, cofundador de la compañía.

Otra creación chilena es FootShot, un dispositivo que previene las heridas propias del pie diabético, muy comunes en personas de la tercera edad. ‘El paciente pone el pie en el dispositivo, donde una cámara térmica obtiene una imagen. Un algoritmo entrenado evalúa las diferencias de temperatura para detectar una zona en que podría producirse una lesión por daño nervioso o vascular’, dice Fabián Quiroz, cofundador de la compañía. Ya prueban su dispositivo en un Cesfam de la Región del Biobío.

Compañía y entretención

Propios de la edad mayor son los problemas de audición, los que obligan, por ejemplo, a escuchar la televisión a un volumen que a otros suele molestar.

Una solución es la que plantean los parlantes Accuvoice de Zvox, cuya tecnología ‘limpia y clarifica’ el audio proveniente de un televisor. ‘Está orientada a personas con dificultades para escuchar diálogos. Esto, porque los parlantes de los televisores son de baja calidad, los programas tienen mal audio y todo esto se incrementa cuando se sufre de pérdida de audición’, dice Sara Trujillo, encargada de comunicaciones de Zvox.

La robótica también ha desarrollado productos para adultos mayores. Samsung presentó este año su robot Bot Care. ‘Es capaz de medir la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la respiración de sus usuarios. Además, alertan cuando se necesita tomar un medicamento y notifica a los miembros de la familia, previamente acreditados, cuando un usuario tenga una emergencia, permitiendo videollamadas’, dice Leonardo Lima, director de Marketing de Samsung Electronics Chile.

Los adultos mayores buscan en los robots no solo asistencia médica, sino también algo de compañía. ‘Cuando presentamos al robot Stevie, en vez de optar por que recogiera objetos o realizara tareas, lo que la gente quería era poder interactuar con él, tener una conversación o pedirle información’, explica Niamh Donnelly, experta en Inteligencia Artificial del Trinity College. Ahí nació ‘Stevie II’, un robot cuya misión es asistir y acompañar a adultos mayores que viven solos o en hogares.

El robot recuerda los rostros de las personas y les habla por su nombre, les facilita el acceso a la tecnología (por ejemplo, hacer búsquedas), les avisa cuándo deben tomar sus remedios y puede hacer llamadas de emergencia de ser necesario.