Fuente: América Economía
Este 25 de septiembre venció el plazo para que las empresas de tecnología financiera (Fintech) que funcionan y operan en México queden registradas ante la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), con el fin de que tengan las facultades, garantías y regularización de una institución financiera, similar a la banca tradicional.
La Ley para Regular a las Instituciones de Tecnología Financiera (Ley Fintech) se creó para acompañar el proceso de innovación que generó la aplicación de tecnologías disruptivas y el desarrollo de productos y servicios más enfocados en el público; además de impulsar procesos más eficientes, económicos y atractivos en la industria.
México es el mercado líder en América Latina al sumar más de 394 empresas que ofrecen servicios financieros con ayuda de la tecnología, de acuerdo con el Fintech Radars del Banco Interamericano de Desarrollo. Le siguen Brasil, con 380; y Colombia, con más de 180.
La comparadora de servicios financieros Coru.com orienta sobre los principales aspectos de la Ley Fintech que competen a los usuarios de servicios financieros digitales.
Son empresas que brindan servicios financieros mediante el uso e implementación de la tecnología y para ello se valen de páginas web, aplicaciones y redes sociales con el fin de agilizar y simplificar su proceso de atención.
Algunos de los servicios que ofrecen las Fintech son:
- Crowdfunding (financiamiento colectivo)
- Lending (préstamos en línea)
- Sistema de pagos y remesas
- Compra-venta de activos virtuales (criptomonedas)
- Gestión de finanzas personales y empresariales
- Otorgamiento de seguros
- Trading (compra venta de acciones) y mercados
De modo que muy probablemente hemos usado al menos uno de los servicios fintech en algún momento, por eso, aquí hay cinco aspectos que se deben saber de la Ley Fintech:
- La Ley Fintech tuvo su antecedente en el 2018, cuando el presidente Peña Nieto promulgó la primera ley para la Regular a las Instituciones de Tecnología Financiera, con la idea de regular la organización, operación y funcionamiento de estas empresas para brindar protección a los usuarios que soliciten sus servicios estableciendo requisitos de entrada, para operar, para protección del consumidor, así como parámetros de supervisión.
- Hace unos meses, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) presentó las leyes secundarias de la Ley Fintech antes expuesta, con el fin de que, a partir de septiembre, las empresas interesadas presenten su solicitud para demostrar que cuentan con las características para seguir operando; la fecha límite para solicitar autorización para operar como Institución de Tecnología Financiera, es el 25 de septiembre de 2019.
- El objetivo de la Ley Fintech es brindar confianza y certeza a los usuarios de servicios financieros. Entre otras cosas, supervisará que todas las transacciones de fintech, ya sea mediante apps, páginas web o redes sociales, se hagan en moneda nacional y/o monedas digitales autorizadas por el Banco de México. Por otro lado, se exigirá a estas empresas que antes de otorgar créditos a los usuarios, se analice su perfil de riesgo o buró de crédito, para evitar sobreendeudamientos.
- Las instituciones financieras tecnológicas ven un potencial en el mercado mexicano, debido a factores como el marco normativo y la baja bancarización, especialmente en pequeñas y medianas empresas (Pymes).
- La multa por incumplir con los requerimientos de seguridad y/o de continuidad del negocio está establecido de 30.000 a 150.000 unidades UMA.
Lo que pasa con las Fintech que ya vienen operando
La ley autoriza que las empresas que venían ofreciendo servicios de crowdfunding o de fondos de pago electrónico, lo sigan haciendo; siempre y cuando publiquen en su página de internet una notificación de que se encuentran en proceso de autorización. Hasta que no la obtengan, el servicio que prestan no estará supervisado por cualquier institución gubernamental. Por otro lado, en teoría, las empresas fintech que no operan aún podrán hacerlo hasta obtener una autorización de la autoridad correspondiente.