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Sumergidos en una oscuridad total, los invidentes deben depender de otras personas o de perros –llamados lazarillos- para adentrarse en el mundo que está afuera de las puertas de sus casas.
No todos los invidentes logran tener suficiente confianza para depender de un bastón palpador que les permita andar solos.
Todos pensamos, que el desarrollo de dispositivos y herramientas digitales, aligerará la carga de temores y aprensiones de los invidentes. Pero esa expectativa parece no avanzar en la misma medida que ha avanzado la tecnología.
René Espinoza es un emprendedor “social”, que mientras trabajaba en una fundación que hacía proyectos para personas con discapacidades, le tocó trabajar en uno para personas ciegas.
Ahí se dio cuenta de que esas personas siempre tenían que depender de un tercero para hacer actividades como ir a sacar dinero en un banco o dónde bajarte de la micro. Esto en medio de las tecnologías actuales que permiten hacer cosas que los ciegos pudieran usar.
Así que a Espinoza se le ocurrió trabajar en su proyecto de tesis para atacar este problema. “Me apoyé en mi compañero Miguel, quien tiene ceguera total y tiene seis años de experiencia enseñando a personas con discapacidad”, comenzó a relatarnos.
La experiencia de René Espinoza es un abrebocas de que la tecnología puede proporcionarle a las personas con discapacidad visual la visión que no tienen.
Apoyándose en las facilidades que ofrecen los celulares Smartphone, Espinoza utiliza el lector de pantalla -que es un software preinstalado que está en todos los celulares.
Desde el menú de “Ajustes”, se activa la opción de accesibilidad, donde está el lector de pantalla. Lo que permite que gestos táctiles en la pantalla ocasione una respuesta auditiva de “feedback” de lo que se esté presionando.
De esta manera, el equipo le va hablando a la persona. Pero para que esa función sirva las aplicaciones tienen que ser accesibles.
“Facebook y whatsapp son accesibles. Lazarillo –así se llama la aplicación- la hicimos accesible y más del 90% de las aplicaciones que están en el Google Play o Istore no son inclusivas. Eso quiere decir que las personas con discapacidad visual bajan la aplicación y no pueden usarlas”, explicó Espinoza.
La iniciativa de SocialTech, aunque sigue siendo una FinTech según los estándares, ha sido adoptada por BancoEstado. Actualmente, ha desplegado 48 sucursales con ellos a lo largo de todo Chile desde Arica a Punta Arenas y las 512 sucursales que ellos tienen geolocalizadas.
“Lo primero que se hizo fue geolocalizar y agregar todos los servicios que hacen en cada una de sus sucursales a lo largo de todo el país. Luego corregimos la precisión de cada sucursal, porque googlemaps siempre te coloca la localización errónea. Lo mejoramos. Agregamos más información”, relató.
Después de este trabajo inicial, seleccionaron las 48 sucursales que cubrieran toda la geografía chilena. La idea es que las personas, al llegar a estas sucursales, tengan una visión interior. Así que la aplicación les indica cómo entrar, cómo salir, dónde está el cajero y dónde están las distintas secciones de la sucursal. “Hacemos un mapa digital de cada sucursal”.
Lazarillo, aparte de guiar a los invidentes, también guía a las instituciones financieras al encuentro con los invidentes.
Actualmente, la aplicación está siendo estudiada por otros bancos. “Tenemos conversaciones con Banco de Chile, Scotiabank, Falabella y Santander . La verdad es que no es un proceso tan rápido. No es tan directo porque es algo nuevo”, señaló.
Lo interesante de la aplicación es que esto es un nuevo canal de comunicación que no solo va a los usuarios de la aplicación. Puede enviar información a personas que no tienen Lazarillo instalado. Esto permite enviar mensajes interesantes de ciertas cosas que pueden ser ofertas de crédito o información de ciertas campañas.
“Ahora nos encontramos haciendo pilotos. La gracia de esto, es que lo podemos hacer por sucursal o las 48 si queremos. Son mensajes que se prueban y que básicamente uno tiene impresiones de gente que ve el mensaje. Después cuántos clicks se dan”.
Lazarillo arrancó en el 2016. Pero la aplicación se lanzo en septiembre de 2016. “El primer año fue foco en la aplicación. En la usabilidad tenemos más de 9 mil usuarios activos en muchos países”.
“En cualquier lugar donde uno abre lazarillo puede funcionar correctamente, porque usa lo que ya está existente en los mapas y sobre eso creamos información de hecho funciona en español, inglés, alemán, polaco e indonesio”, agregó.
En esos últimos dos, fue porque personas que usaban la aplicación en inglés, quisieron traducirla a esos idiomas. “Les mandamos los archivos y lo tradujeron. La verdad es que nuestro foco actual no es agregar la mayor cantidad de idiomas a la aplicación, sino más bien crear nuevos servicios junto con la tecnología que estamos instalando, y cómo darle más valor a los usuarios y a los clientes con esta instalación”.
En este sentido, por un lado es un sistema de accesibilidad. Por el otro, el banco obtiene este nuevo medio de comunicación para clientes que no tienen lazarillo. Son dos líneas distintas.
Espinoza aclara que parte de su plan es crecer hacia personas que tengan otras discapacidades. Cuando hacen “mapeo” digital, incorporan rutas para personas que utilizan sillas de ruegas. También, pueden agregar información para personas con lenguaje de señas a través de videos.
“Con lazarillo apuntamos a entrar a mas lugares posibles. Entregamos más accesibilidad a nuestro grupo objetivo y eso nos hace crecer. No solo en la banca. Queremos llegar a centros comerciales, lugares de transporte o espacios donde las personas se pierden y donde las posibilidades son mucho mayores. Lo que queremos es potenciar esa expansión, dado que implica mejoras tanto en la aplicación, como en nuestro sistema. Queremos que todos se vean beneficiados. tanto los usuarios finales como nuestros clientes”, finalizó señalando René Espinoza.