Fuente: baenegocios
La cuarentena puso el foco en un asunto que, tarde o temprano, iba a salir a la luz. La transformación digital y todo lo que gira en torno a ella ya no es una alternativa sino una realidad. Las empresas que no implementaban herramientas tecnológicas previamente al COVID-19, están siendo empujadas por la coyuntura. Estos instrumentos son fundamentales, entre muchas cosas, para frenar el avance del virus.
Por lo tanto es indispensable aprovecharlos y que, los expertos en la materia, puedan transmitir sus conocimientos al sector de la población que todavía se está adaptando a la «nueva normalidad». Resulta clave generar una red de empleados interconectados, que hagan un trabajo eficaz gracias al manejo de las TICs y explorando al máximo su creatividad con el objetivo de añadirle valor agregado a su labor.
Naturalmente, no se trata de una condición que se adopte de un día para el otro. Para ello existen aliados estratégicos para ayudar a las organizaciones a mejorar sus procesos, a ser más eficientes, innovadores y ágiles a través de soluciones y servicios de Inteligencia Artificial, Big Data, Analytics, Intelligent Automation & Cloud, que proporcionan lo necesario para impulsar esta nueva cultura según lo que mejor se adapte a cada cliente.
Los resultados son visibles: es indiscutido el éxito de la modalidad «as a service». Las diferentes áreas e industrias podrían mejorar sus resultados y su rendimiento si decidieran invertir en innovación. El primer paso quizás sea el más costoso pero, sin embargo, es mejor adaptarse a tiempo y aprovechar las oportunidades que ofrece la tecnología.
Existen diversos escenarios. Por un lado, hay compañías que optan por quedarse en la comodidad de la queja y en el rechazo al cambio. Se trata de aquellas empresas que pretenden continuar trabajando con instrumentos tradicionales y anticuados. Por otra parte, están las que toman cartas en el asunto, confían en su talento e inteligencia para la adaptación y apuestan a la evolución. Son estrategas: piensan a largo plazo. No están más capacitadas que las otras en lo que respecta a la tecnología, pero saben que no están solos en el camino de crecimiento hacia la «cultura del dato». Saben que cuentan con los profesionales necesarios para esa mutación: entendieron que es fundamental adecuarse e invertir en eso.
Tener en claro el objetivo de querer ser una economía 4.0 y de funcionar más allá de las adversidades es vital. También es importante visualizar los resultados y proponerse cambiar. Luego, todo será para mejor: los procedimientos se tornarán más rápidos y el alcance de la compañía será mayor. Porque, además de los beneficios a nivel productivo, también habrá resultados positivos en el plano del consumo. El mundo está girando velozmente y cada vez más personas efectivizan sus compras a través de Internet.
Lo cierto es que, en este marco, se necesita que los dueños de los negocios acepten esta realidad. Pues, quien la niegue quedará fuera de juego.