Fuente: http://www.expansion.com/
Tras la liquidación en junio de Yaap y el inminente cierre de Twyp en Holanda, previsto para este jueves, cabe reflexionar sobre por qué los pagos de móvil a móvil están tardando más de lo previsto en despegar.
1. LAS DISRUPCIONES TARDAN (MUCHO) EN ACEPTARSE SOCIALMENTE
Todo nuevo proyecto digital suele acompañarse de unas previsiones a uno, tres y cinco años, pero lo cierto es que los cambios sociales que requieren para su éxito (especialmente cuando hablamos de «economías de red») son casi siempre más lentos de lo esperado.
Los académicos suelen referirse al «coste del cambio»: ¿es la ventaja que ofrecen suficientemente relevante como para molestarte en descargar una aplicación, crear una cuenta, asociar tu número de tarjeta de crédito y, en definitiva, cambiar de algún modo tus hábitos? Las apps de pagos de móvil a móvil son muy útiles para resolver pequeñas deudas entre particulares (por ejemplo: «Me debes 7,25 euros de las cañas del viernes»), pero siendo cantidades tan pequeñas, muchas personas prefieren aún resolver el tema a la vieja usanza («El próximo día te invito yo»).
Será cuestión de tiempo que superemos la barrera de la pereza. La pregunta del millón es: ¿cuánto tiempo?
2. ¿ES SIEMPRE EFICAZ LA PUBLICIDAD EN TV?
Lo mismo ocurre con estas apps: su valor radica en que tus amigos, familiares o socios de negocio también se las descarguen. Se genera aquí una gran incógnita: ¿hasta qué punto una publicidad masiva como la que ofrece la televisión es la más recomendable? ¿Qué coste de oportunidad tiene esa inversión? ¿Cuál es el mix publicitario ideal para captar usuarios que tengan un nexo entre sí? De eso dependerá no sólo el número de descargas sino, más importante aún, el número de usuarios activos mensuales (métrica que, por ahora, ninguna de las apps existentes comparte públicamente).
3. QUE HAYA UN BANCO DETRÁS… ¿ES BUENO O MALO?
Twyp, al igual que la extinta Yaap, cuenta con el apoyo de un banco, lo cual ofrece muchas ventajas, pero una posible desventaja. Una entidad bancaria ofrece capacidad inversora, una red de ventas ya establecida, experiencia, y la garantía de que los servicios bajo su paraguas cumplen estrictas normas en cuanto a la seguridad de los datos de los usuarios.
No obstante, pese a los esfuerzos de este sector por mejorar su reputación después de los peores años de la crisis, sigue existiendo una cierta desconfianza por parte de los ciudadanos. Sería difícil cuantificar el impacto -si es que lo hay- de esta desconfianza en el ritmo de adopción de estas apps de pagos. Según una reciente encuesta elaborada por Fujitsu a 7.000 usuarios europeos, un 20% aseguró que preferiría contratar sus servicios financieros a Facebook, Google o Amazon. Otro 37% dijo que abandonarían a su entidad no ésta se mantiene al día en lo que respecta a tecnologías y medios de pago.
La transformación digital de la banca es algo que ya están exigiendo los usuarios, y que está íntimamente relacionada con la cultura corporativa, y por ende con la reputación.
Por otra parte, cabría analizar individualmente cuál es el apoyo que reciben las apps de fintech (desarrolladas interna o externamente) dentro de cada uno de los bancos. Algunas entidades en España están financiando simultáneamente más de un proyecto de pagos móviles, a la espera probablemente de ver qué tecnologías son mejor acogidas por el público. La burocracia interna y las duras exigencias de los departamentos de compliance, no obstante, pueden terminar por ahogar algunas de esas iniciativas.
4. ¿BURBUJA? ¿HAY MASA CRÍTICA PARA TANTAS APPS?
Twyp cuenta con mucha competencia, aun después de la desaparición de Yaap. PayPal Me, por ejemplo, nació en septiembre de 2015 como plataforma para cobrar pequeñas deudas. El usuario utiliza el sistema para generar un enlace personalizado que puede enviarse mediante correo electrónico, mensaje de texto, WhatsApp, post en redes sociales, blog o web y solicitar el dinero o reembolsos a grupos de amigos o familiares.
Otras apps prometedoras son Petycash (presente en la aceleradora de start up de Bankia en Valencia), Circle, Verse y, por supuesto, Bizum. El pasado 6 de octubreempezó a funcionar Bizum, una nueva solución de pagos por móvil en tiempo real que cuenta con el soporte de la mayor parte de la banca de nuestro país.
A diferencia de las aplicaciones anteriores, Bizum es un servicio que está incorporado a las aplicaciones bancarias, por lo que dependiendo del banco del que se sea cliente, las condiciones pueden ser diferentes, lo que abre la puerta a que no en todas las entidades los envíos de dinero sean gratuitos.
«La percibida sobreoferta de wallets digitales hace difícil prever hoy cuál será la solución mayoritaria, unido al hecho de que la adopción no está avanzando al ritmo esperado», coincide Tecnocom en la última edición de su informe sobre Tendencias en Medios de Pago, al que ha tenido acceso EXPANSIÓN.