Fuente: Emol.com
Según el Instituto Nacional de Estadísticas, en 2015 había poco más de 26 millones de celulares en Chile, es decir casi 10 millones más que las personas que viven en el país, cifra que ha venido aumentando a pasos agigantados desde la década de los 90.
Junto con la masificación del celular, también han aumentado los múltiples usos que hoy pueden tener estos aparatos, destacando hoy el de poder pagar al estilo «tarjeta bip» gracias a un chip o con la huella digital. Presentado en 2014, Apple Pay nació junto a los iPhone 6, se trata de un sistema que digitaliza y reemplaza las tarjetas plásticas, las agrupa en una aplicación, utiliza el Touch ID para escanear la huella dactilar del usuario y emplea la conexión Near Fiel Communication (NFC) para generar la venta.
Su éxito fue inmediato y más de un millón de tarjetas fueron registradas en Estados Unidos los primeros tres días de funcionamiento, su única desventaja: la tienda que quiere incorporar este sistema debe poner un nuevo lector compatible. Se estima que en el mundo se habrán vendido alrededor de 1.500 millones de dispositivos con el sistema NFC entre 2010 y 2016, con los que se realizarán transacciones globales por un valor de US$50.000 millones durante ese periodo, según datos de Strategy Analytics.
Y la tendencia va al alza: la implantación de terminales de punto de venta con NFC también está creciendo intensamente, de 3,9 millones en 2011 a 43,4 millones previstos para 2017. US$50.000 millones se transarán gracias al sistema entre 2010 y 2016 Al Apple Pay le siguió Samsung Pay cuya ventaja es que emplea el sistema Magnetic Secre Transmission (MST), que sólo requiere que el terminal lea tarjetas magnéticas.
Además de estos dos sistemas, también destaca el de los códigos QR, el cual es una imagen codificada única que permite realizar una transacción al ser escaneada. Luis Zanón, director internacional de Tecnocom, comenta que, más allá de las mismas marcas de teléfonos, «los bancos también están luchando por imponer este sistema de pago en sus servicios frente al éxito visto en Estados Unidos» y agrega que se trata de «un negocio muy lucrativo en el que todos quieren participar».
A pesar de que en Chile el uso de este tipo de pago aún es muy reciente (2015), Zanón señala que «no me cabe duda de que podríamos ver un crecimiento exponencial en su utilización los próximos años», pero destaca que el gran problema radica en que la gente, por lo general, es reacia a este tipo de innovaciones. «Creo que cada vez más la gente le irá perdiendo el miedo al uso de estas tecnologías (…) pero lo fundamental es que el usuario le pierda el miedo a su uso, ya que los comercios ya lo están implementando», añadió el director de la multinacional.
Afirmando que este tipo de «billetera» de celular podría «hacerse común» entre los chilenos en un período de dos años, Zanón considera que un rol fundamental también lo tienen quienes ofrecen este negocio: fabricante o banco (destacan Santander y BBVA en Chile), ya que deben encargarse de que el comercio esté preparado para recibir a los clientes que quieran pagar de dicha forma.