A marchas forzadas pero la regulación secundaria para las llamadas Fintech avanza, en donde los bancos piden “cancha pareja”, las startups por su parte quieren una legislación que no les resulte una “camisa de fuerza” y las autoridades en que sea el mejor marco legal posible, con esas expectativas trabajan todos.
En esa discusión un tema que les ha resultado hasta ahora complicado es estimar cuánto cuesta el poner en marcha una de estas figuras y los costos que deberán asumir, hoy podemos ver una infinidad de ideas sobre nuevas Fintech, en donde concretarlas puede resultar costoso, ya que muchas de las propuestas están enfocadas con cuentas y perfiles bancarios.
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) reconoció que al ser un sector actualmente no regulado y que apenas será incorporado en el sistema financiero no se tiene información sobre los posibles costos de cumplimiento de su aplicación; también se desconocen sus procesos y estructuras corporativas, aunque prevén que no serían significativos porque las Fintech usan tecnología, aún así calcularon que los costos regulatorios pueden ser de alrededor tres millones 500 mil pesos. ¿Mucho o poco? Eso dependerá de en qué nivel, proceso o segmento estén o vayan a operar, hoy por mucho hay importantes Fintech que tienen invertido mucho más que eso, lo que sí queda claro, es que una Fintech para nada piensen que será tan fácil de instalar como una Pyme, por lo pronto hoy las bases para poner en marcha una primera fase ya se encuentran listas.
Lo de criptomonedas o activos virtuales como fue registrada en la ley, es un tema competente al Banco de México y que se anticipa será uno de los más discutidos; hoy los principales bancos que operan en el país, las siguen viendo como tal cual una moneda en el aire, un volado el “invertir” en ellas, por lo que sólo desean suerte a quienes hoy han optado por destinar ahorros a lo que ellos llaman una “moda”.
Y siguiendo con los temas tecnológicos, los bancos tienen ya oficialmente un grupo de trabajo integrado por 18 instituciones en donde ahora sí están en constante comunicación para avisarse entre ellos, si ven algo anormal en sus operaciones o algún tipo de intento de ataque o fraude.
Pero lo interesante también, es lo que un alto directivo comentaba, que los protocolos de comunicación deben ir de la mano, lo que les ha tomado horas y horas de definir es cuándo y qué avisar si se presenta un problema, si es una falla técnica y el problema no se soluciona en una hora, dar aviso a sus clientes, la disyuntiva es si vía redes sociales, o bien de manera directa con mensajes de texto, si es que la falla afecta una zona o producto. La forma en cómo se comunique el problema para acceder a sus cuentas ya sea por una falla o un ataque, será sin duda un reto en materia de comunicación para todos, pero al menos ya es un tema que un gran banco ya decidió que sí informará. Esperamos pronto los demás tengan noticias.
Hablando de ataques, ya el Banco de México envío cuando menos a los grandes bancos, eso sí con candados tecnológicos y con doble encriptación, el informe en donde les detallan en qué parte se originó el hackeo para que revisen si ese fallo aparece en sus sistemas, el documento secreto y encriptado nos comentan aún no lo tienen bancos de menor tamaño. Por lo pronto, la moneda está en el aire.
