Por Diego Jerez | Digital Trends
El teletrabajo no es necesariamente trabajar desde casa, puesto que las opciones que hoy existen entregan la posibilidad de hacerlo desde hoteles, restaurantes, cafés y hasta en otros países.
A más de un año del comienzo de la pandemia del Covid-19, las restricciones a los desplazamientos y prohibiciones de reuniones públicas siguen siendo una limitante para muchas actividades productivas en todo el mundo.
La crisis sanitaria mundial ha puesto en jaque a las economías y muchos han tratado de surfear esta gran ola de incertidumbre de la mejor manera, empleando las medidas que han estado al alcance de las compañías para poder mantener las operaciones por un lado y, por otro, resguardar la salud de sus trabajadores. Y ante esta ecuación, el teletrabajo asomó como la “X” despejada, ya que fue la mejor opción para convalidar ambos intereses corporativos.
Y tras un año de sortear los desafíos que implicó armar una oficina en casa y reorganizar rutinas, muchos han podido experimentar los pros y contras de trabajar de manera remota y sacar sus propias conclusiones sobre qué modalidad es la que más les acomoda.
Sin embargo, si consideramos la inestable realidad sanitaria actual y el lento avance en la región de los procesos de vacunación, el teletrabajo parece tener mucho que aportar por el momento.
Según afirman los datos de Global MarketPlace Analytics, un 77% de los trabajadores a nivel mundial se manifiesta satisfecho con este modelo flexible de trabajo en casa, mientras que un 69% señala sentir un mayor bienestar laboral. Esto es claro reflejo de la necesidad que muchos trabajadores tenían de avanzar hacia un modelo que les permitiera poder compatibilizar el trabajo con otras responsabilidades, y es ahí donde el teletrabajo ganó adeptos.
Por otro lado, las cifras del Boston Consulting Group (BCG) nos muestran que la productividad en el teletrabajo puede crecer entre 15% y 40%, así como reducir las ausencias laborales en hasta en un 40%. Los reemplazos, por su parte, bajarían entre un 10% y 15%; y en el plano de los costos operativos estos disminuyen hasta en un 20% en lo que respecta a arriendos y recursos.
Los ajustes en la industria financiera
Los bancos en el mundo enfrentaron la dificultad de restringir la atención en sucursales, y a un año de estas medidas ya existen nuevas miradas que buscan integrar de manera definitiva las soluciones de atención al público y de administración del servicio en sucursales.
Según indican en La Tercera, Santander busca cerrar 111 de sus oficinas en el Reino Unido y quedarse solo con una red de 425 establecimientos a través de Santander UK, lo que implicaría que cerca de 5.000 empleados realizarían teletrabajo como primera opción, aunque siempre con acceso a algunas de las oficinas que quedarán abiertas.
Por otro lado, la división de gestión de activos de Deutsche Bank (DWS) estaría por cerrar más de 200 espacios de trabajo en Frankfurt, por el avance del teletrabajo. En tanto, en Estados Unidos, Citigroup ha tomado la determinación de prohibir que los viernes se lleven a cabo videollamadas internas, llamando a su política “viernes sin zoom”.
Ya en la región, Itaú Brasil evalúa que más de 35.000 empleados, equivalente a un tercio de su personal, accederá a una modalidad híbrida entre teletrabajo y trabajo en la oficina, ya que independiente de la situación sanitaria por la que atraviesa el país, el 90% de las operaciones centrales del banco se están llevando a cabo remotamente.
Emprendimientos aprovechan las nuevas modalidades de teletrabajo
Adaptarse ha sido el mantra de corporaciones y trabajadores durante 2020 y comienzos de 2021, y con motivo del teletrabajo han surgido distintas modalidades de desempeño y modelos de negocio pensados en asumir las nuevas necesidades que tiene el trabajador en pandemia.
Ejemplo de esto es el término “workation” (que surge tras combinar las palabras “work” trabajo y “vacation” vacaciones), en donde el trabajador escoge extender sus vacaciones por más tiempo a cambio de poder trabajar en forma remota, lo que entrega la posibilidad de realizar viajes más largos o estadías más extensas, a cambio de estar siempre conectado.
Por otra parte, se encuentra el “room office” que aprovecha la creciente necesidad de espacios de trabajo, pero que posean las comodidades de una casa o una habitación. Es así como los hoteles han explorado esta modalidad y ya existen muchos que disponen sus habitaciones para ser arrendadas por hasta 3 horas, donde el pasajero cuenta con las prestaciones estables del hotel como: wifi de alta velocidad, cafeterías y espacios comunes. Un ejemplo de esta demanda es la plataforma Byhours, que canalizó esta necesidad y permite buscar las mejores opciones de hoteles por horas dentro de tu ubicación, pudiendo filtrar resultados de acuerdo a las opciones disponibles como wifi, salas de reuniones, estacionamiento, entre otros.
Otro nuevo modelo de trabajo es el “outwork”, que se refiere a trabajar fuera de la oficina, pero en plena libertad de hacerlo desde donde se estime conveniente, siempre que exista la debida conexión a las plataformas necesarias.
La StartUp argentina Benomad aprovechó esta tendencia y reunió en una sola plataforma los espacios que están disponibles para
teletrabajar, agendar reuniones, o atender a clientes. Pero esto no se limita a coworks u hoteles, sino que la oferta va desde restaurantes hasta casas particulares con espacios destinados a estos fines. De esta manera, es posible reunirse con un cliente en la mesa de un restaurante durante la mañana, o tener una reunión de grupo en el patio de una casa que nos queda cerca, o trabajar
todas las mañanas desde la terraza de un café. Además, dentro de la oferta existen descuentos en los comercios asociados, dependiendo del plan que se contrate.
Lo anterior es muestra de las distintas alternativas que hoy existen para llevar adelante un trabajo remoto y que son resorte de las libertades que la compañía le entrega a sus trabajadores para poder desarrollar sus funciones. No olvidemos que todo esto debe sintonizar con la normativa vigente en cada país, y las responsabilidades del empleador en materia de seguridad, tanto de la información como de la salud de los colaboradores.
Coworks apuntan a grandes empresas
Los espacios colaborativos o Coworks también experimentaron los embates del 2020 y de cara a este nuevo año, que ya entra en su cuarto mes, manifiestan probar nuevas estrategias que atraigan a grandes compañías y que busquen lugares alternativos para sus empleados, lo que rompe el modelo tradicional que apuntaba a StartUps o emprendedores que necesitan nuevos espacios.
El modelo pretende poner fin a la baja en la ocupación de oficinas que experimentaron durante 2020. Sólo en Chile, el sector mostró una caída de entre un 30% hasta un 50% en los ingresos, según Chile Cowork, y en España la contratación de este tipo de oficinas cayó desde un 16% en 2019 a solo un 2% en 2020, según el medio Cinco Días.
Las StartUps y emprendedores se han visto obligadas a reducir costos y gracias al teletrabajo, el primer ítem disponible para
suprimir es el arriendo de oficinas. Es por esto que toda la capacidad instalada de Coworks ha enfrentado la necesidad de buscar nuevos públicos y la estrategia es conquistar a empresas consolidadas que establezcan en estos lugares, puntos de reunión intermedios u opciones para que sus empleados no tengan que ir a la oficina central.