Lino Tejeda, Gerente de Desarrollo de Negocios e Innovación Corporativa, SONDA.
En una reciente reunión con el CEO de uno de nuestros clientes, conversamos sobre los nuevos desafíos de negocio que enfrenta: uno de ellos era movilizarse hacia el negocio de e-groceries, apalancándose en su cadena de supermercados, la que cuenta con amplia cobertura geográfica y locales en diversos formatos. Estaba en la etapa de planificación y desarrollo de su hoja de ruta para un nuevo modelo operacional y de negocios. Avanzada la conversación logramos converger a que parte importante de sus interrogantes estaban centradas en un modelo que se basaba en supuestos de hace cinco años y que no incluían el nuevo ecosistema (integrado por pequeños y medianos actores digitales disruptivos) que se ha incorporado a la cadena de valor y que están revolucionando el mercado. Uno de estos fenómenos es lo que se ha llamado “la fiebre del delivery”, donde además de iniciativas locales como Cornershop y foods.cl, se suman servicios de reparto relacionados con plataformas como Uber, que se van abriendo espacio en el negocio del reparto de frutas, verduras, pan y otros productos de supermercado, e incluso gigantes como Amazon que está incursionando en nuevos formatos de delivery en Estados Unidos y Europa. En Chile, con consumidores cada vez más digitalizados y exigentes, quizás era la oportunidad para este ejecutivo de diseñar un modelo que fuera capaz de llevar la experiencia de compras de comestibles en internet a algo único y diferencial.
Si bien es cierto la Revolución Digital comenzó hace varias décadas y lo que ha ido sostenidamente evolucionando a través del tiempo ha sido la velocidad del cambio, cada vez mayor, hoy en día es imperativo para las empresas abordar la Transformación Digital como un objetivo primordial de negocios. La máquina de vapor tardó 100 años desde que se inventó como mecanismo hasta que se utilizó en un medio de transporte, la televisión tardó 60 años en cubrir todo el planeta y luego 13 años en monetizarse, Instagram consiguió 18 millones de usuarios en solo 18 meses, SnapChat consiguió 100 millones de usuarios solo en 3 años. En paralelo, la cantidad y velocidad con que decaen y desaparecen las tecnologías es cada vez máyor. Ejemplos de negocios seriamente amenazados (la hotelería y los servicios de taxi tradicionales, el DVD) o que sobreviven casi como piezas de museo (la cámara fotográfica analógica, las cintas de audio, telefonía fija), se pueden contar por cientos.
Estamos en un momento histórico, en el cual la sociedad digital está modificando de manera radical la transmisión de conocimiento, y la manera cómo funcionan los sistemas productivos y la sociedad misma, es decir, estamos observando cambios en la forma en que aprendemos, cómo distribuimos el trabajo y cómo interactuamos.
Luego de los ya conocidos fenómenos de Twitter, Facebook, Snapchat, WhatsApp, Waze, Uber, Airbnb, Spotify y el ecosistema de Fintech, que han cambiado radicalmente sus respectivos mercados, hoy estamos observando la tercera ola de la Internet de las Cosas, paradigma que puede impactar de manera radical múltiples sectores económicos, y que puede tener consecuencias extraordinarias o catastróficas si la industria no está preparada para enfrentarlo.
Frente al desafío de la trasformación digital hay preguntas que todo CEO debe hacerse. En primer lugar, debe pensar cómo lo digital modifica y altera su negocio, luego debe cuestionar cómo lo digital modifica los procesos de la organización, para seguir preguntándose si estan en condiciones de diseñar nuevas ofertas y/o nuevos modelos de negocios basados en los cuestionamientos anteriores, y finalmente, si poseen las mínimas capacidades o competencias digitales para abordar estos desafíos de manera eficiente.
La transformación digital contempla construir las habilidades organizacionales para estar identificando oportunamente los nuevos desafíos del mercado y la industria, así como también los escenarios de disrupción desde actores nuevos y otros mercados, para así articular racionalmente nuevas oportunidades y modelos de negocio. Cada generación de CEO ha gestionado sus procesos de cambio: la del siglo XIX se abocó a la industrialización, la del siglo XX a la internacionalización y ahora debemos asumir el desafío de la digitalización integral de los negocios, proceso marcado por la velocidad y magnitud de los cambios.
En los próximos artículos entregaremos algunas directrices para desarrollar las respuestas a las interrogantes de “Visión”; “Procesos, Diseño Operacional y Comercial”; y finalmente, “Cultura”, además de dar a conocer experiencias de acompañamiento a clientes en sus desafíos de Transformación Digital.