Por: Alberto Aguilera, Gerente Corporativo de Servicios de Outsourcing SONDA
La trasformación digital (TD) es tema presente en los planes estratégicos de empresas de todas las industrias. Sin embargo, avanzar en un proceso de TD no es sencillo, pues requiere de una visión integral y disruptiva que acelere la transformación del modelo de negocio tradicional y lo adapte a esta nueva cultura digital.
A pesar de que hay consenso en la urgencia de abordar procesos de TD, los datos son alarmantes, pues a pesar de que muchas organizaciones utilizan aplicativos y herramientas tecnológicas world-class validadas por el mercado (ERP, CRM, BPM, aplicaciones colaborativas y otras), al menos un 25% de las aplicaciones críticas de negocio aún son legadas estando en plataformas de hardware y software ya obsoletas y sin soporte de sus fabricantes. A esto se le suma, que un 45% de las aplicaciones de las organizaciones tienen componentes fuera de soporte.
En el año 2000, Jeff Wacker ya hablaba sobre la revolución digital y planteaba que la virtualización, movilidad, inmediatez de las operaciones y la innovación serían claves para la diferenciación de las organizaciones. Hoy, a 18 años de aquella publicación, aún hay empresas que no han abordado de manera seria y sistemática estos temas.
Las organizaciones que están liderando los procesos de TD han desarrollado una organización alineada con el desafío. Las funciones commoditizadas de las TI ya no están en el espectro de estas organizaciones, y las funciones tecnológicas están direccionadas al desarrollo de nuevos canales y productos digitales, entregando más poder de decisión a los CTO, cargo cuyas atribuciones y tareas superan con creces el alcance de los antiguos CIO, los que se transforman en agentes de negocio de relevancia, dejando de tener funciones de soporte para la plataforma tecnológica.
Quienes estamos entregando servicios de outsourcing transformacional, ayudamos a nuestros clientes a implementar un modelo de gobierno, servicio y provisión de Tecnologías de la Información orientado al negocio, no sólo para que evolucione y se ajuste dinámicamente a los desafíos de la organización, sino también para que tengan el liderazgo del desarrollo del negocio en esta dirección.
Este modelo permitirá poner a las tecnologías al centro de la estrategia de la organización.
Un outsourcing transformacional (OT) permite acceder a una serie de beneficios que van desde la mitigación de riesgos tecnológicos, hasta acceder a personal certificado. Utiliza las mejores prácticas de la industria, para evaluar las tecnologías óptimas para el negocio, o apoyar la implementación de iniciativas a partir de las innovaciones técnicas que van surgiendo.
Gracias a esto, es posible instalar la gestión tecnológica al centro de la estrategia de negocios de la compañía, sin hacer grandes inversiones en personal especializado, o en infraestructura de cómputo que puede quedar obsoleta en pocos años.
En el fondo, al contratar un OT, las organizaciones se aseguran de implementar un modelo de gobierno, servicio y aprovisionamiento de TI que la alinee y acerque al negocio, generando una estructura de colaboración con las distintas áreas de negocio y operativas, para que la TD sea un proceso continuo que lidere el crecimiento de la organización y los proyecte hacia un futuro cada vez más desafiante y lleno de oportunidades.
