Por José Orlandini Gerente Corporativo de División Servicios, SONDA
La Revolución Industrial 4.0 tiene como foco principal la organización de medios de producción (smart factories) capaces de una mayor adaptabilidad a las necesidades de producción. Es decir, un estándar en los robots que hoy operan en forma integral en los procesos fabriles en el mundo más desarrollado. La minería 4.0, en nuestro país, ha tomado un curso igual de desafiante, convirtiendo a la innovación tecnológica en el eje primordial del crecimiento, convirtiéndose en “la” forma correcta de ser más eficientes, competitivos y seguros.
Uno de los ámbitos donde las tecnologías digitales pueden tener impacto concreto es el de la seguridad laboral, dado que a mayor innovación, mejores son las herramientas y metodologías disponibles para prevenir los riesgos inherentes a todo tipo de actividades, y en particular en las industriales y mineras. Desde hace más de 50 años, la automatización de las plantas ha permitido que la operación directa se aleje físicamente del peligro que las grandes máquinas representan, mientras que la incorporación de múltiples sensores a los equipos utilizados por la industria manufacturera y minera permitan evitar accidentes, aún en los casos en los que los operadores cometen errores.
En el caso de la minería, las nuevas tecnologías permiten controlar remotamente maquinaria pesada, de manera que las personas se encuentren cómodamente sentadas en una sala de control, operando maquinaria pesada a kilómetros de distancia.
En Chile, es especialmente destacable la iniciativa que Codelco inició hace casi 20 años atrás, en la que un equipo de operadores instalados en las oficinas de SONDA de la ciudad de Los Andes, mediante joysticks movían maquinaria pesada que tritura roca y la encamina hacia los procesos de molienda, a kilómetros de distancia, dentro de las faenas de Minera Andina.
La prevención de desastres y accidentes, por su parte, debe sustentarse en la implementación de procesos que sean adecuados, pero además, en el análisis de correlaciones de eventos que pueden generar situaciones de riesgo. En la actualidad, disponemos de tecnologías de Internet de las Cosas (IoT), que permiten incorporar múltiples sensores para monitorear un sin número de aspectos de seguridad en forma directa e indirecta, y de Big Data, que permiten procesar cantidades gigantescas de información, sea estructurada o no estructurada.
El conjunto datos que proveen ambas tecnologías, debidamente procesadas a través de redes neuronales (que permiten que los algoritmos se retroalimenten, generando lo que llamamos inteligencia artificial) generan las alertas que permiten anticipar condiciones de riesgo y por lo tanto evitar accidentes.
Por ello, resulta imperativo que las áreas de TI modernas estén alineadas con la estrategia de las empresas mineras, pues son elementos esenciales para ser más eficientes en ámbitos estratégicos de la actividad, como es el resguardo de la integridad física y la seguridad de sus trabajadores, en conjunto con el aumento de la productividad. Ambas variables son necesarias y complementarias para competir en una economía globalizada, que exige estándares de calidad cada vez más altos.
En concordancia con esta premisa, en SONDA hemos desarrollado servicios de Outsourcing Integral para importantes compañías mineras chilenas y transnacionales, con múltiples casos de éxito de automatización e inteligencia de negocios, servicios de DataCenter y Cloud, así como en proyectos SAP, entre muchos otros ejemplos que reflejan la creciente importancia que la Revolución Digital gana día a día en los sectores más estratégicos de nuestra economía.
Dada la relevancia de contar con una estrategia de Transformación Digital con objetivos claros en el corto, mediano y largo plazo, es esencial contar con un proveedor que cuente con la solidez, experiencia y capacidad de seguir apoyando a sus clientes por largos periodos de tiempo, evolucionando con ellos hacia las nuevas fronteras que las tecnologías permiten ir abriendo.