Evolución del mercado de data center en Chile I: Jurel tipo salmón o como evolucionamos de los Datacenter “homologados” Tier III a los Tier III de verdad

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Por: Sergio Rademacher, Gerente Corporativo de Servicios de Datacenter y Cloud de SONDA.

No es un secreto que en estos últimos años la industria de Datacenter en Chile ha elevado sus estándares de diseño, construcción y operación de sus centros de datos (DC).  En esta columna vamos a analizar la evolución de la industria de DC en Chile y algunos elementos importantes al momento de elegir un proveedor.

Partamos por lo básico. ¿Qué es un DC TIER III? Es un DC certificado por una organización llamada Uptime Institute, cuyo diseño, construcción y procesos le permiten garantizar una disponibilidad anual superior al 99,982%.  Es decir, el DC podrá estar fuera de línea como máximo 94,6 minutos al año.

Estas tres certificaciones: diseño, construcción y sostenibilidad operacional (procesos) son independientes y progresivas, por lo que si bien se pueden obtener parcialmente, para que el DC realmente pueda cumplir su promesa de disponibilidad debe contar con las tres.

Volvamos a la historia. Chile tuvo una demanda relativamente estable de Datacenter hasta fines de la década de los 90. En ese momento, impulsado por la burbuja de las “punto com”, se produce un gran aumento de la demanda, lo que redundó en un aumento de la oferta de metros cuadrados de DC. Por esos años se construyen o se amplían los DC de los principales proveedores de la época, acogiendo así la creciente demanda.

Ninguno de estos DC tenía la certificación TIER III, por lo que se auto-denominaron “homologados” TIER III: cumplían algunos requerimientos del Uptime Institute, pero no todo lo necesario para certificarse. Típicamente contaban con redundancia de energía y refrigeración del tipo N+1. Esto quiere decir que si el DC requiere “N” componentes para operar, hay un equipo adicional (“+1”) disponible en caso de falla.

¿Pero qué requisito les faltaba a estos DC para certificarse? El más común era que no estaba construidos en un edificio de uso exclusivo para fines de DC. ¿Por qué esto es importante? Porque al restringir el número de personas que circula por los pasillos de un DC se reduce el riesgo de intervención de terceros y por lo tanto, aumenta la disponibilidad esperada.

Durante la década del 2000 el mercado sólo demandaba más metros cuadrados de DC, sin requerir una mejor disponibilidad o certificaciones especializadas. Bastaba que este fuera “homologado”. Pero a finales de la década pasada y comienzos de esta, ocurrieron dos hechos que gatillaron un estándar más alto. El primero es que la Banca comenzó a adoptar algunos estándares internacionales en cuanto a la gestión de riesgo. El segundo factor fue el lamentable terremoto del 27F del 2010. Si bien la mayoría de los DC nacionales resistieron los embates del sismo, la graves fallas que tuvo un proveedor de DC de la época impactó a empresas de diversas industrias, afectando incluso a un conocido banco.   Esto significó un auto-análisis tanto de los jugadores de la industria como los clientes, ya que se evidenció en forma práctica que no todos los DC y proveedores son iguales, y fue el puntapié inicial para un proceso de cambio en la industria que tuvo como primer hito la inauguración de los primeros DC certificados TIER III (diseño y construcción) en Chile, entre los que se encuentran Entel, Claro y SONDA.

Aunque algunos especularon que estos nuevos DC certificados no iban a ser muy demandados, ocurrió lo contrario, ya que se produjo una demanda explosiva de servicios con un mayor nivel de certificación y profesionalismo. La demanda existía, sólo faltaba la oferta. Esto se tradujo en que estas empresas tuvieran que expandir sus DC Tier III para acoger la creciente demanda. Entel construyó la fase dos Ciudad de los Valles (Piso 1 y 2) y SONDA las fases 2 y 3 de su DC en Quilicura. En el caso de Claro, su DC en Liray está  actualmente en etapa de ampliación.

Este cambio en el patrón de compra por parte de clientes corporativos ha causado una mayor segmentación del mercado. La migración de clientes al nuevo estándar unidos a la ampliación de los DC, ha traído consigo una mayor oferta de metros cuadrados de DC en Chile. Al mismo tiempo, la demanda de los DC no certificados (“homologados TIER III”) ha disminuido. En términos prácticos, este movimiento ha sido positivo, ya que la mayor competencia y oferta se ha traducido en un mejor servicio y precios más competitivos para el comprador.

Como señalamos, la certificación TIER III se divide en diseño, construcción y sostenibilidad operacional.  La primera, Diseño, significa que tanto la cantidad como interconexión de los elementos que componentes el DC permiten alcanzar la disponibilidad del 99.982%. La segunda, Construcción, verifica que el DC se haya realmente construido como se estipuló en los planes. Y la última, Sostenibilidad Operacional, es la más difícil de todas. Para obtenerla, es necesario contar con las dos certificaciones nombradas y certificar todos los procesos para la prestación del servicio. Requiere contar con una gran madurez de los procesos y alto conocimiento técnico del equipo que opera el DC.  Actualmente hay sólo dos empresas en Chile que cuentan con esta certificación: Entel y SONDA, pero dado el crecimiento del mercado de DC en Chile y la creciente demanda por servicios de excelencia, es probable que se vayan sumando más actores, lo cual sería una excelente noticia para el mercado.

En definitiva, hay que elegir bien y tener cuidado con el “jurel tipo salmón”: el DC donde reside el negocio de un cliente es clave, especialmente en momentos de crisis.

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