Por David Iacobucci, gerente comercial de Data Center Level 3
Lejos están los inicios del comercio electrónico, cuando sólo una pequeña parte de los usuarios se atrevía a realizar transacciones por Internet para adquirir productos o servicios. La desconfianza inicial, especialmente respecto de la seguridad de los datos, ha ido cediendo poco a poco, permitiendo que las ventas online registren en Latinoamérica y Chile un crecimiento sostenido.
Según el informe ‘e-commerce 2013? de la consultora financiera Accuracy, para el año 2014 el crecimiento del comercio electrónico estará liderado por América Latina, por sobre la región del Asia – Pácifico.
En el caso de Chile y acorde a cifras entregadas por la Cámara de Comercio de Chile durante el e-commerce Day del año pasado, las ventas del comercio electrónico llegarían a los dos mil millones de dólares este año en el país.
Si bien la preocupación por la seguridad ha sido sindicada como una de las trabas para la consolidación del comercio electrónico en Chile, en la actualidad existen otros aspectos más relevantes.
Desde un punto de vista no técnico, son los procesos logísticos un factor clave para el comercio electrónico; en el pasado, en países como Estados Unidos, hubo empresas que fracasaron en forma rotunda al no ser capaces de distribuir oportunamente sus productos, debiendo indemnizar a sus clientes incluso. Chile ha mejorado mucho en dicho ámbito, por lo que, en general, los proveedores cumplen en los despachos.
Sin embargo, en nuestro país los desafíos principales siguen siendo técnicos. Por un lado, tenemos un alto nivel general en grandes proveedores en sus sitios Web, con sistemas estables y fáciles de navegar y, por otro, una infraestructura que responde normalmente, pero que, en momentos de alta demanda -como eventos deportivos, espectáculos o grandes ofertas- ha sufrido caídas, situación que tiende a crear escepticismo en torno a la capacidad de los proveedores.
Estas fallas podrían deberse a un número de transacciones simultáneas en momentos de altos peaks por lo que el desafío principal son esos downtimes, ya que dañan la imagen de las organizaciones y del comercio electrónico local en general. Afortunadamente, hoy existen nuevas soluciones tecnológicas que pueden soportar tales demandas, como los basados en sistemas de Cloud Computing o de infraestructura como servicio, que son ágiles y flexibles y capaces de aumentar la capacidad para soportar aumentos explosivos de transacciones, por lo que, al menos en los grandes proveedores, ese tipo de fallas debería tender a desaparecer.