Fuente: www.enriquedans.com
Conjuntamente las posibilidades de la Web 2.0 en el sector financiero. En el sitio, bajo el lema “Banco Sabadell, thinking ahead”, aparecen por el momento los anuncios de un par de feeds para inversores y para prensa, y de la localización de la red de oficinas y cajeros del banco sobre Google Maps. Por el momento es poca cosa, e incurre además en algo que no resulta en absoluto habitual en la Web 2.0, “anunciar sin enseñar”, pero me parece una iniciativa que puede ser interesante por lo que tiene de exploración de cómo el nuevo entorno puede afectar la manera en que utilizamos y nos son ofrecidos los servicios financieros, y también por supuesto por las características de ambos protagonistas. IBM es una empresa que se distingue por su buena adopción – sobre todo a nivel interno – de herramientas y tendencias de las que se consideran encuadradas en esa “esponjosa” (fluffy) categoría de “Web 2.0?: podríamos mencionar iniciativas como el uso extensivo de RSS, la impresionante proliferación de wikis en la intranet, los desarrollos en/de metaversos (Second Life e internos), o el uso de herramientas de comunidades. El Banco Sabadell, por su parte, siempre se ha distinguido por un notable grado de innovación pragmática en sus desarrollos tecnológicos, que le han posibilitado realizar, por ejemplo, procesos de integración de plataformas en adquisiciones de otros bancos de una manera modélica dentro del sector, o despliegues de herramientas en la red con una gran eficiencia y éxito en la adopción.
No es muy normal ver a grandes instituciones financieras interesándose por este tipo de temas cuando se encuentran en el inicio de su curva de adopción, y sin embargo, en un espacio de tiempo muy corto, he podido tener contacto directo con dos de ellas: bien interesándose e investigando el tema, como es este caso, o bien directamente desarrollando herramientas sobre bases que recogen gran parte de la filosofía de la Web 2.0, como es otro interesantísimo caso que no puedo comentar aún. Me llama la atención como mientras algunos siguen criticando la Web 2.0 por razones casi puramente estéticas o considerándolo poco menos que aire calentito, algunas de las empresas más grandes empiezan a ver cómo las tendencias comprendidas en el término van calando en lo que será el desarrollo de su actividad futura, demandando activamente formación al respecto, y centrándose en investigar los aspectos que creen que pueden influenciar los procesos de negocio y de relación en su sector.