Datos de PwC revelan que, desde 2020 hasta el siguiente año, la expectativa de crecimiento de pagos electrónicos sería de 82 por ciento, pasando de mil millones de operaciones a 1.8 millones a nivel mundial.
El efectivo sigue siendo el líder de los métodos de pago en México; según datos del Banco de México, 80 por ciento de los mexicanos lo prefiere. Y aunque a nivel mundial también sigue siendo muy utilizado, para 2025, el sector podría observar una revolución donde los pagos digitales cobrarán mayor fuerza y promoverán la inclusión a nivel mundial.
Con el auge de las fintech y el avance constante de la tecnología, 2025 se perfila como un año decisivo para la transformación del sector de pagos. Este escenario promete un entorno más inclusivo, innovador y seguro, acompañado de una amplia oferta de servicios que desafiarán la hegemonía del efectivo. Países como Argentina, Chile y Brasil ya han liderado esta transición, demostrando que una visión estratégica y un firme compromiso con la inclusión y el desarrollo económico pueden posicionarlos como referentes en pagos digitales en Latinoamérica.
A partir de la pandemia en 2020, el sector de pagos tuvo un despunte importante que, de otra forma, hubiera tardado muchos años en lograr. La necesidad de tener opciones de compra permitió acelerar el desarrollo y adopción de soluciones de pago, hoy básicas al realizar transacciones.
Para los actores del sector de pagos, esta transformación nos planteó el desafío de fomentar la aceptación e integración de nuevos métodos, asegurando condiciones seguras y ágiles que los comercios pudieran adoptar con facilidad. En tiempo récord y ante la urgencia del entorno, desarrollamos soluciones innovadoras y ampliamos nuestra oferta, logrando transformar un sector que durante años se mantuvo en un ritmo conservador. Sin embargo, el reto está lejos de concluir ¿Qué nos espera en este camino de constante evolución?
Para 2025, el crecimiento del sector se vislumbra favorable. Datos de PwC revelan que, desde 2020 hasta el siguiente año, la expectativa de crecimiento de pagos electrónicos sería de 82 por ciento, pasando de mil millones de operaciones a 1.8 millones a nivel mundial. Para 2030, se estima que los pagos electrónicos se triplicarán, siendo Asia-Pacífico la región que liderará el crecimiento con incrementos del 109 por ciento para el siguiente año, y del 76 por ciento para 2030. En Latinoamérica, la expectativa se ubica entre un 52 por ciento a 48 por ciento.
Pero lograr este crecimiento no será una tarea sencilla. A pesar de la fuerza que muestra el sector, se requiere un rediseño en la estructura de los medios de pagos, así como modelos comerciales.
Asimismo, es necesario la participación del gobierno para desarrollar infraestructuras de pago que impulsen el ecosistema, como ha ocurrido en Brasil con los sistemas Pix y Elo. En México, se han dado pasos con el sistema SPEI, que, a 20 años de su lanzamiento, es usado por seis de cada 10 mexicanos que han realizado más de 13 mil 703 millones de transacciones digitales, siendo este canal uno de los impulsores de la inclusión financiera en el país.
Otro punto a atender es la incorporación de monedas digitales, las cuales se esperan que sean la mayor disrupción en los siguientes años. Una encuesta del Bank for International Settlements (BIS) indica que 60 por ciento de los Bancos Centrales ya las están considerando y 14 por ciento ya tiene programas piloto en marcha. Trabajar en su incorporación y gestión será clave en 2025.
Las billeteras digitales y los pagos transfronterizos también tendrán mayor demanda por las necesidades de comercio internacional y la facilidad y rapidez de hacer transacciones con ayuda de los proveedores no bancarios. Esto, para el sector, representa una oportunidad de innovación y despunte en nuevos mercados.
Finalmente, pero no menos importante, hay que seguir reforzando la seguridad, sobre todo por el alza de delitos financieros registrados en los últimos meses.
Sin duda, el 2025 será un momento de cambio, de innovación y crecimiento que tendrá un mayor enfoque en la seguridad e inclusión financiera tanto de consumidores como de negocios.
Las tendencias del mercado abren un abanico de oportunidades que debemos aprovechar, mientras enfrentamos retos que nos impulsarán a aprender y desarrollar soluciones aún más robustas. El sector vive un momento excepcional, y el próximo año promete ser especialmente transformador. Nuestro compromiso es claro: seguir trabajando para ofrecer innovación, seguridad y nuevas oportunidades de negocio que impulsen el comercio y el futuro de los pagos.
La autora es Regional Marketing Manager para Ingenico México y Cono Norte.
Fuente: El Financiero