Open finance, competencia en pagos con tarjetas y regulación justa para nuevos actores son las principales demandas de las empresas.
Cada vez se hace más necesaria la implementación de una Ley Fintech 2.0 en México, la cual desde las empresas participantes y el regulador deberá priorizar que el ecosistema gane competencia en la red de pagos por tarjetas, inclusión de nuevos actores tecnológicos y, tal vez la piedra angular de la próxima iniciativa, un verdadero sistema de finanzas abiertas.
Expansión consultó a empresas del sector como Nu, Mercado Pago y Stori sobre la necesidad de una nueva ley fintech más adecuada para la maduración en la que se encuentra el ecosistema y el sistema bancario mexicano. Los tres coincidieron en la necesidad de crear un verdadero sistema de finanzas abiertas y estas son sus razones.
Regulación justa para nuevos jugadores
Nu busca que la llamada Ley Fintech 2.0 se adapte a las innovaciones constantes del sector para permitir la inclusión justa y regulada de nuevas empresas.
Esto coincide con la recomendación realizada recientemente por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre la integración de terceros comisionistas y nuevos actores que abonen al crecimiento de la seguridad, la experiencia de usuario y la atención al cliente.
Además, actualmente existe una investigación del regulador sobre prácticas monopólicas de las cámaras de compensación en los pagos con tarjetas, que dispara las comisiones y limita el consumo.
«A casi 6 años de la entrada en vigor de la Ley Fintech, el sector ha aprendido mucho y ha crecido significativamente. Sería beneficioso revisar y actualizar esta ley de manera colaborativa con reguladores, fintechs y otros actores del ecosistema financiero. Consideramos que más allá de la Ley Fintech, la regulación mexicana debe adaptarse a las innovaciones constantes en el sector, permitiendo la entrada de más empresas bajo diferentes figuras, impulsando la innovación y su desarrollo de manera regulada, adaptada a su tamaño y a las necesidades cambiantes de los mexicanos», señaló en entrevista Romina Benvenuti, Chief Legal Officer Nu México.
Recientemente, la Asociación Fintech México reveló que ya están trabajando con el gremio en la preparación de un proyecto de ley que cumpla con estos requerimientos. Y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como la CNBV trabajan en conjunto.
Para Ramiro Nández, director comercial de Mercado Pago, existen jugadores que han evolucionado y crecido más allá del tamaño para el que estaban diseñada la Ley Fintech.
Advierte que si bien México fue pionero en esta regulación, hay «otros países en la región que quizás arrancaron un poquito más tarde o al mismo tiempo y nos rebasaron y están un poquito más avanzados, creo que un ejemplo muy claro de eso es Brasil, donde fuimos impulsores de las finanzas abiertas».
Para el directivo, un sistema de open finance permite el consumo de datos financieros de los usuarios de manera segura y con el fin de desarrollar más y mejores productos para ellos. Pues aceleraría la bancarización y la inclusión.
Sobre si empresas como Nu o el propio Mercado Pago, que han crecido tanto que se han visto en la necesidad de solicitar una licencia bancaria en México, Nández cree que no existe, por ahora, posibilidad de que, por su tamaño, sean capaces de incurrir en prácticas monopolicas en el futuro.
Argumenta que las fintech tienen actualmente el 10% del mercado y que, además, como fintechs, están ayudando a hacer más grande el pastel, no a acapararlo. Sobre todo en una población donde casi el 50% de la población todavía no está incluida de manera completa en el sistema financiero.
Stori ve un futuro con usuarios empoderados
Salomón Woldenberg, director de Políticas Públicas y Gobierno de Stori, menciona que la regulación fintech en México ha tenido un impacto positivo en el crecimiento del sector. Sin embargo, señala que la Ley Fintech de México, aunque fue la primera en América Latina, ya es la más antigua en la región. Sugiere que hay una oportunidad para revisar y actualizar la ley para continuar aprovechando la tecnología, atraer inversión extranjera directa y levantar capital para la inversión financiera.
Woldenberg también destaca la importancia de una regulación transversal debido a la creciente integración entre bancos y fintechs, así como la necesidad de que los usuarios sean dueños de sus datos financieros para comparar mejor los sistemas. Además, menciona que es fundamental trabajar estrechamente con los reguladores para dar certeza a los usuarios y asegurar que los cambios en la regulación sean beneficiosos y bien pensados.
Fuente: Expansión