El premio fue obtenido por sus logros en la habilitación de una fábrica de crédito rural inspirada en la corresponsalía bancaria, con la cual se llega con microcrédito digital a encadenamientos productivos en zonas rurales.
La fintech colombiana Imix, fundada por Sandra Rubio Dacosta, recibió el premio de Innovatech Latam por su proyecto de inclusión financiera rural en Guatemala.
Rubio Dacosta, en sociedad para su operación en Guatemala con Julio Ruíz, lleva más de tres años implementado modelos de última milla para democratizar servicios económicos en Latinoamérica, y con el premiado proyecto se puso como objetivo la mejora en el acceso al crédito de pequeños productores rurales.
En Guatemala, los problemas de acceso a servicios financieros, sobre todo en la población rural e indígena, que es cerca del 60% de los guatemaltecos, son estructurales.
En específico, el premio fue obtenido por sus logros en la habilitación de una fábrica de crédito rural inspirada en la corresponsalía bancaria, con la cual se llega con microcrédito digital a encadenamientos productivos en zonas rurales.
Imix, una fintech que opera en México, Ecuador, Colombia y Guatemala, logró hacer 60% más baratos los costos de originación, desembolso y recaudo para cooperativas, acercándolos así a pequeños productores rurales que requieren apoyo financiero. Además, disminuyó 5 veces el tiempo de otorgamiento de créditos, lo cual es clave en comunidades artesanales y agropecuarias.
En el caso específico del proyecto ganador, se dio acceso a microcréditos productivos a las mujeres tejedoras del municipio de Tactic, en Cobán -que cuentan con difíciles condiciones socioeconómicas y que en promedio tienen 34 años y cuatro hijos-, uniendo a agentes colocadores y cooperativas financieras, con comunidades conocedoras de la economía popular de la zona y sus agentes productivos, como los son las distribuidoras de los hilos que necesitan para sus tejidos.
“Imix digitalizó y automatizó el método financiero más popular en Latinoamérica: fiar. A través de su servicio “Acá se fía”, mejoró el acceso al capital para así incrementar la productividad de las mujeres de la comunidad usando una estrategia de “fábricas rurales de crédito” inspiradas en los agentes bancarios”, explicó la fintech a través de un comunicado.
El piloto ganador también tuvo un efecto positivo en la zona de Chiquimula, donde se dio acceso a microcrédito digital productivo para pequeños productores agrícolas con cargo a compras en su distribuidor de agro insumos de confianza.
Los actores clave que sumaron al ecosistema fueron las cooperativas financieras Coopsama y Cooitza, como fondeadoras de los créditos, y los puntos de venta de los lugares en la ruralidad donde se compran los insumos, encargados de caracterizar a los beneficiarios de los créditos, logrando una plataforma de economía colaborativa.
Imix hace parte del portafolio de Yunus Social Business (YSB), un fondo global que cree en el poder de las Empresas Sociales y la Innovación Social Corporativa para cerrar las brechas sociales y ambientales de la humanidad, impulsado por el reconocido premio Nobel de economía Muhammad Yunus, que ha impulsado desarrollos para la productividad popular y el acceso a crédito de las personas más pobres de la sociedad. Trabaja en proyectos de inclusión financiera en zonas rurales de Latinoamérica con pequeños productores agrícolas, cooperativas y bancos usando las microfinanzas relacionales digitales como el método para transformar la productividad del sector.
“Estamos muy felices en Imix por este premio que recibimos de un trabajo donde Guatemala es la protagonista. Nos emociona ver cómo nuestro trabajo cambia para bien las vidas de cientos de personas en un municipio pequeño y con problemas estructurales para acceder al crédito como ejemplo de lo que podemos lograr en todo el país. Esto es solo el comienzo, seguiremos trabajando para que la tecnología le abra las puertas a más y más mujeres y emprendedoras en Guatemala y toda Latinoamérica”, comentó Sandra Rubio DaCosta, CEO de Imix.
Fuente: Tekios