A pesar del invierno al que se enfrentan las startups, 2022 fue un buen año para Finaktiva. La fintech antioqueña cerró con un volumen de negociación consolidado de $4,1 billones, y ajustó 18 meses con Ebitda positivo.
Sin embargo, Finaktiva no es una empresa ajena al devenir del mercado nacional e internacional, acosado, en los últimos meses, por la incertidumbre. El hecho más reciente es la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB), que era considerado como el banco de las startups.
Ante la coyuntura, y para conocer el panorama que tiene la empresa para 2023, Valora Analitik conversó con Pablo Santos, CEO de Finaktiva, quien explicó los planes de negocio de la compañía, enfatizando en el factoring y en la inteligencia artificial como una oportunidad de crecimiento. También habló del cierre de SVB, al que calificó como un referente en los inicios de Finaktiva.
¿Cómo cierra 2022 para Finaktiva?
2022 para Finaktiva fue un año muy bueno, a pesar del contexto macroeconómico difícil, del invierno de la inversión en startups y de toda la incertidumbre política en Colombia y la región.
En nuestras diferentes unidades de negocio, alcanzamos un volumen de negociación consolidado de $4,1 billones, atendiendo 7.000 empresas. Llevamos 18 meses con Ebitda positivo y cerrando con números en verde. Cerramos con un indicador de cartera vencida de portafolio del 2,8 %. Y hoy tenemos un poco más de 10 % del negocio de factoring digital en Colombia.
¿Cuáles son las proyecciones para 2023, teniendo en cuenta la inflación, las tasas de interés y el riesgo de una recesión económica mundial?
2023 es un año más retador que 2022. Pero nosotros como emprendedores vemos una gran oportunidad, porque en el sector empresarial habrá mayores restricciones a financiación, dado las tasas de interés han subido aceleradamente.
Vemos ahí una oportunidad para los mecanismos alternativos de financiación, como el factoring, que se convierte en una herramienta para entrar a liquidez sin endeudarse. Vamos a hacer una apuesta muy grande ese negocio, quizá disminuyendo un poco las líneas de crédito.
Esperamos tener un volumen total de negocios de $6,5 billones. Eso es un ritmo de crecimiento menor al de 2022, pero es un crecimiento bastante importante para nosotros. Y vienen lanzamientos de nuevos productos.
¿Cómo cuáles?
Saldremos con una vertical de cash management para gestionar flujo de caja, anticipar liquidez, gestión integral de pago a proveedores. Y, por otro lado, hemos venido construyendo soluciones para financiaciones y factoring en dólares, dado que empresarios colombianos, en medio de la incertidumbre, buscan crecer afuera.
¿Cómo utilizan la inteligencia artificial para los desafíos a los que se enfrentan?
En los últimos meses, con ChatGPT y Open AI, ha habido una revolución del tema y lo que vemos es, apenas, la punta del iceberg. Nos apalancamos en la inteligencia artificial para acceder a las fuentes de datos primarias de las Pymes. Con eso hacemos varias cosas: estimamos capacidad de pago, la proyección de entradas y salidas del flujo de caja y damos predicciones de las necesidades de liquidez y las decisiones que deberían tomar.
Con la inteligencia artificial vamos directamente a los datos, recogemos la información y damos recomendaciones en tiempo real. Eso se logra gracias a la gestión intensiva de datos y a la inteligencia artificial.
¿Cómo han logrado estos cinco años mantener ese nivel de calidad de cartera que mencionaba?
Hay tres factores. El primero es cómo atraemos a las compañías. Escogimos una ruta no tradicional, porque cuando las fintech hacían campañas masivas, nosotros establecíamos alianzas con canales que tenían datos de las Pymes para preseleccionar los riesgos.
Lo segundo es nuestro motor de decisión. Finaktiva desde el principio tiene su propia infraestructura de riesgo, con scores alternativos, adaptados a cada etapa de crecimiento de las etapas, por industrias. Eso nos ha permitido segmentar aún más el riesgo.
Y el tercer punto es la gestión proactiva del portafolio. Usamos unos módulos de salud financiera del cliente, donde en tiempo real monitoreamos a las Pymes, generando alertas tempranas.
Hablando de los emprendimientos y las Pymes, estas pocas veces superan los cinco años, lo que entonces supone un riesgo para ustedes, ¿no?
Las tasas de mortalidad en empresas jóvenes son muy altas. Eso lo entendemos, lo conocemos desde la creación de Finaktiva. Pero por eso es uno de los nichos más desatendido, lo era hace seis años y lo sigue siendo hoy, porque no hay suficiente historia. Tienen más futuro que historia financiera. Y por otro lado enfrentan los riesgos propios de sobrevivir. Ahí está como con tecnología se logra escoger los que tendrán esa capacidad.
Hay un freno mundial en el crecimiento de las startups, ¿eso cómo afecta a Finaktiva?
Desde mediados del primer semestre de 2022 hubo un frenón generalizado de las inversiones de capital de riesgo en el mundo. Pasamos de un año récord en 2021 en América Latina de inversiones de US$19.000 millones a unas inversiones por US$8.000 millones. De ese dinero en 2022, Colombia atrajo $1,2 billones en 88 transacciones, cerca del 15 %. Es una cifra bien relevante. Y de eso, la mitad se fue a fintech.
Cuando llega este invierno nos coge bien parados porque no éramos una compañía derrochona. Eso representó lejos de un problema, una oportunidad. Vimos cómo se comenzó a depurar el mercado de jugadores entrantes. Pero por otro lado también implicó el reto de cómo ser una compañía menos intensiva en capital. Reconfiguramos el modelo de crecimiento y encontramos una alternativa asset light, con el que logramos mantener el ritmo de crecimiento sin que consuma tanto capital.
¿Cómo ve el cierre de Silicon Valley Bank?
Es una gran pérdida, era un banco muy importante. Para mí era un referente. Nosotros empezamos como una financiera digital para startups y este era el banco global de las startups. Se fue un referente. Y eso le da más incertidumbre al escenario. Hay que ver cómo con resiliencia y adaptabilidad nos movemos rápido hacia adelante.
¿Cuál puede ser el impacto para las startups colombianas el cierre de Silicon Valley Bank?
El Silicon Valley Bank era el banco de las startups y de los fondos VC, no solo en Estados Unidos, sino también en Latinoamérica. Muchas compañías colombianas que recibieron inversión de VC internacionales tenían esos recursos depositados en el SVB se vieron con esos recursos atrapados. Ahora que la reserva federal dijo que los devolverá, la gente ha podido sacar esa plata.
¿Genera más incertidumbre, sumada a la que ya había?
Venimos del invierno del VC, de altas tasas de inflación e interés y ahora esto. Es una suma de retos, que generará mayor incertidumbre. Puede que varios fondos restrinjan aún más la inversión.
Desde el punto de vista, se crea una oportunidad porque el SVB deja un vacío. Muchos bancos y startups se están moviendo para abrir rápido cuentas. Ahí hay una oportunidad para las fintech colombianas y latinas en cómo nosotros, como proveedores de financiación, podemos ayudar a las startups a conseguir recursos de liquidez. En Finaktiva no ofrecemos cuentas, pero sí otros servicios como financiación y gestión de pagos.
¿Cómo el contexto político nacional y de la región puede afectar a las fintech y a Finaktiva?
Esos cambios los veo como una respuesta de la gente a las necesidades insatisfechas que hay. Eso implica el reto de ser más activos en generar valor y compartirlo con nuestro entorno y no esperar a que lo haga el sector público. Creo que es un llamado de atención para todo el sector privado. No es suficiente con crear empresa, generar empleo y utilidades, se debe ser más colaborador con el equipo, con las comunidades.
Fuente: Valora Analitik