Fuente: La Tercera
Según una encuesta de Mastercard, en Chile un 74% declaró haber sufrido al menos un fraude cibernético. Conocer distintas herramientas para asegurar la información personal y de las empresas, y así poder seguir disfrutando de los beneficios que el comercio digital nos brinda, se volvió más urgente que nunca.
La digitalización se ha acelerado durante la pandemia. Encerrados en nuestros hogares no nos quedó otra que comenzar a comprar y pagar a través de internet. La masificación de esta dinámica, con todo lo bueno que conlleva para la economía y facilidades para el consumidor, se tradujo también en un incremento de los ataques cibernéticos.
Los números son elocuentes: siete de cada diez consumidores en Latinoamérica han sufrido algún tipo de ciberataque. La cifra es del estudio de Mastercard “El desafío de la ciberseguridad en América Latina y el Caribe”, que detectó que los consumidores de esta zona del mundo se sienten vulnerables ante la amenaza de un hackeo o robo de información.
Puntualmente en Chile, un 74% de los encuestados declaró haber sufrido al menos un fraude cibernético. “Pudimos detectar que los ciberataques más comunes en el continente son recepción de mensajes falsos de bancos (57%), el robo de identidad o de contraseñas (28%), la divulgación de información falsa sobre el consumidor (26%), fraude a tarjetas de crédito (26%) y realización de compras en un sitio web falso (24%). Por esto consideramos de vital importancia que las personas protejan su información personal y bancaria, y que las distintas instituciones financieras tomen las medidas necesarias para contrarrestar a tiempo estos ataques por la red”, sostiene Gerardo Urra, director de Nuevos Negocios de Mastercard Chile y Paraguay.
Las formas de ataque más utilizadas
Durante pandemia se ha incrementado el phishing, técnica de ingeniería social para obtener información confidencial vía correo electrónico, suplantando a entidades bancarias, empresas de logística y envío de mercadería, administradores de plataformas de correo, grandes marcas, entre otros. “También han aumentado las páginas falsas suplantando entidades reconocidas. De acuerdo a datos del “Phishing Activity Trends REPORT”, elaborado por el consorcio internacional Anti-Phishing Working Group (APWG), a nivel mundial las industrias que concentran el mayor porcentaje de ataques en el primer trimestre de 2022 fueron: Financiera 23,6%, SaaS/Webmail 20,5% y E-Commerce/Retail 14,6%”, explica Héctor Norambuena, CTO E-Virtus, una startUp con foco en Inteligencia Artificial aplicada a la ciberseguridad.
Tomás Vera, director de innovación de la consultora informática Zenta Group, sostiene que los delincuentes informáticos muchas veces no son los ciberexpertos que nos muestra el cine, sino más bien personas con conocimientos limitados de tecnología, pero que saben abordar a las personas aplicando técnicas de ingeniería social para sustraer información que luego les permite a los delincuentes cometer los delitos.
“Obviamente sí existen delincuentes expertos en tecnología, pero por lo general estos se afanan en atacar a grandes organizaciones de renombre que los catapulten a la fama y les entreguen grandes recompensas económicas. Por eso es importante que todas las personas sepan que, sin importar el trabajo que tengan y a lo que se dediquen, pueden ser víctimas de ciberdelincuentes”, dice Vera.
¿Cómo protegernos?
Ante la ciberdelincuencia, el comercio electrónico y las entidades financieras han desarrollado nuevas medidas de seguridad a sus clientes, y, por otra parte, los usuarios han debido aprender a proteger sus datos. De acuerdo al estudio de Mastercard, un 90% de los consumidores de la región ha creado contraseñas más seguras, un 83% instaló software antivirus –en sus computadores o en sus móviles– y un 80% evita hacer clic en enlaces desconocidos que reciben por mensajes o correos electrónicos. Asimismo, el 76% de los consumidores está dispuesto a pagar una cantidad extra para garantizar la privacidad y la seguridad de sus datos al comprar en línea.
Los expertos aconsejan a los usuarios que compran bienes o servicios online adquirir en plataformas seguras, idealmente conocidas o con un historial conocido; asegurarse de que los sitios en los que navegan sean seguros (que tengan el símbolo del candado antes de la URL en el navegador); no utilizar redes wifi públicas; no abrir links que nos entregue un tercero en el que no tenemos confianza; realizar transacciones digitales solo desde nuestros dispositivos habituales; utilizar tarjetas de créditos virtuales, ojalá de un solo uso e ingresar las direcciones web manualmente y no ingresando a través de links; nunca confiar inicialmente en una página de e-commerce y desconfiar de ofertas muy agresivas.
Al respecto, Gerardo Urra señala que Mastercard busca que consumidores y negocios operen de manera confiable en cada punto de la interacción, proveyendo distintos servicios y tecnología: “Entre ellos está Identity Check, una herramienta que asegura la identidad de quien paga, protegiendo al tarjetahabiente, permitiendo a los comerciantes vender más y dando la seguridad a las instituciones financieras que emiten tarjetas de que quien compró es quien dice ser, reduciendo significativamente los casos de fraude. Otra herramienta es NuData Security que ayuda a los negocios a prevenir los fraudes en línea y por telefonía móvil, usando indicadores biométricos físicos y de comportamiento, y cuyo principal producto (NuDetec) permite identificar usuarios auténticos y posibles usuarios fraudulentos en base a sus interacciones en línea durante todo el ciclo de una transacción y no solo al minuto de hacer el check-out”.