Fuente: El Universo
Tras su caída por debajo del nivel crítico de 20.000 dólares, el bitcoin sigue desplomándose, y su declive sigue con pronóstico reservado.
El valor de $ 20.000 por bitcoin es, según expertos, una barrera psicológica. Y el sábado 18 de junio, dicha criptomoneda cayó por debajo de esa marca, hasta los 17.800 dólares, un nivel solo visto en 2020, de acuerdo con CoinDesk, una plataforma de seguimiento de precios. Se registraron ventas más amplias en los últimos ocho meses, y el bitcoin perdió un 60% de su valor desde inicios de 2022, ya que la alta inflación y las subidas de tipos de interés por parte de los bancos centrales pesan en las decisiones de los inversionistas.
La plataforma de análisis económico CryptoRank informa que el bitcoin cayó al precio promedio de la minería de ese activo digital. Además, la barrera de los $ 20.000 es importante debido a que los inversores institucionales pueden venderlo a ese precio, incentivando más aún la espiral negativa.
La inflación impulsa la carrera por la seguridad
Las criptomonedas experimentaron un repunte de película en 2021, cuando los inversionistas -repletos de efectivo gracias a que los bancos centrales y los gobiernos mantuvieron abiertos los flujos de dinero para suavizar el daño económico desatado por la pandemia de COVID-19- se abalanzaron sobre las monedas digitales. Pero a medida que el dinero barato, junto con los cuellos de botella de las cadenas de suministro y la crisis energética, comenzaron a aumentar la inflación a los niveles más altos en décadas, el repunte empezó a desvanecerse. Los inversionistas comenzaron a buscar activos más seguros.
Para combatir la inflación, cinco de los principales bancos centrales señalizaron condiciones monetarias más estrictas la semana pasada. Entre ellos, la Reserva Federal de EE. UU. (Fed) elevó las tasas de interés en 75 puntos básicos, el mayor aumento desde 1994, lo que asustó a los inversionistas. Estos temen que las tasas más altas puedan conducir a una recesión, ya que aumentarían los costos de endeudamiento para los consumidores y las empresas, y perjudicarían sus inversiones en criptomonedas y acciones.
Un “duro camino por delante”
La venta masiva de criptomonedas se produce en el marco de una caída más amplia de los precios de los activos. El índice bursátil S&P 500, de EE. UU., ha ido en declive a medida que aumentan los temores de recesión en la mayor economía del mundo. La presidenta y directora ejecutiva del Banco de la Reserva Federal de Cleveland, EE. UU., Loretta Mester, dijo el domingo que el riesgo de una recesión ha aumentado en ese país. “La mayoría de estos grandes bancos centrales rezan por un alivio de la inflación, y esperan que los datos coincidan, pero, a menos que se produzca una distensión en la guerra entre Ucrania y Rusia, la escalada seguirá generando temores sobre los precios de la energía, por lo que podría haber un camino duro por delante”, explicó a la agencia AFP Stephen Innes, de SPI Asset Management.
El mundo de las criptomonedas, intranquilizado por las preocupaciones inflacionarias, ha visto colapsar una variedad de proyectos, entre ellos, la moneda estable terraUSD, y su token asociado, LUNA. La semana pasada, el criptoprestamista Celsius conmocionó a los inversores al detener el retiro de fondos para los clientes.
Este fin de semana, Three Arrows, con sede en Singapur, uno de los principales actores de las criptomonedas, no efectuó los pagos a los prestamistas. Los problemas del criptofondo de cobertura se sumaron a las dudas de los inversores.
A pesar del oscuro panorama para el bitcoin, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, redobló su apuesta en esa moneda virtual. “Dejen de ver la gráfica y disfruten la vida”, tuiteó el 19 de junio.