Fuente: Digital Trends
El notable incremento del número de operaciones de pago con tarjeta en Latinoamérica, que prácticamente se ha duplicado en los últimos cinco años, junto a la aparición de nuevas tendencias como el Open Banking, e iniciativas en el ámbito del dinero electrónico, la segunda vida del pago QR, las billeteras digitales o los pagos inmediatos marcarán el camino de la transición hacia la economía del dato.
Así lo refleja el informe Informe Minsait de Tendencias de Medios de Pago 2018, que muestra las líneas futuras del mercado y la evolución en cifras de la serie histórica. El estudio ha sido realizado con la colaboración de Analistas Financieros Internacionales (AFI) y ha contado con las opiniones de numerosos directivos del sector bancario y clientes bancarizados de España, Portugal y Latinoamérica.
Según recoge el informe de la compañía de Indra, el número de operaciones con tarjeta en Latinoamérica ha pasado de algo más de 12.000 millones en 2012 a cerca de 22.000 millones en 2017. Asimismo, el volumen de ventas realizadas por comercio electrónico alcanzó los 62.000 millones, lo que representa más del doble del volumen de ventas realizadas en 2012 (USD 25.500 millones). Un tercio del valor de las ventas registradas se concentran en México, seguido de Brasil con un cuarto.
Por otro lado, entre las tendencias más consolidadas en Latinoamérica, destaca el crecimiento de las billeteras digitales, sobre todo en Argentina, a raíz de las exigencias de interoperabilidad (Claves Bancarias Unificadas y Claves Virtuales Unificadas) y de estandarización (códigos QR), así como la autorización (Colombia y México) y la consideración (Perú) de sandboxes regulatorios o de supervisión para la innovación.
El futuro de los medios de pago también viene condicionado por la implantación de nuevas modalidades de bancos digitales en Argentina o Brasil o por cambios en el marco regulatorio que impulsarán en 2019 la irrupción de nuevos actores y el desarrollo de innovadores modelos de negocio en el ámbito digital para crear valor a partir de los datos, como es el caso de la primera ley fintech en Latinoamérica (México).
La intensidad de uso de las tarjetas difiere entre los propios países latinoamericanos
En relación al modo en que el consumidor hace uso de la tarjeta, se intensifica su uso como medio de pago directo en la Máquina de Punto de Venta (POS, Point of Sale) frente a la retirada de efectivo en los cajeros automáticos (ATM, Automated Teller Machine), aunque a un ritmo lento. Así, por ejemplo, Chile ya empleó más la tarjeta para pagar que para retirar efectivo en un cajero en 2017, seguido de cerca por República Dominicana y Costa Rica. Por el contrario, en Perú el valor de retiros en ATM quintuplica el valor pagado con tarjetas en POS.
Más concretamente, Chile y Costa Rica encabezan el uso de tarjetas de débito para realizar pagos en POS con 42 transacciones por tarjeta y año. Le siguen Brasil (25) y Argentina (17). En crédito, Costa Rica, República Dominicana, México o Brasil muestran un mayor dinamismo. No obstante, destaca especialmente el caso de Chile con un mayor uso relativo del débito.
Además, la posesión de tarjetas de débito es superior a la de crédito en todos los países de Latinoamérica analizados, a excepción de Argentina, donde el patrón se invierte. La popularidad de los plásticos de débito ha crecido en 2017 con respecto a 2012 en Colombia, Perú y República Dominicana, con ratios de débito/crédito cercanos al 2:1 frente al 0,7:1 en Argentina.
En lo que respecta a facilidad de financiación de consumo con tarjeta de crédito, se mantiene en el mayor dinamismo que históricamente ha mostrado en Latinoamérica, en relación a otras regiones. Una frecuencia de uso muy alta comprendida entre el 60% y el 75%.
Todavía queda un amplio segmento de población que nunca ha utilizado el pago móvil en comercios o establecimientos. Los argentinos, que son los que más utilizan estas Apps, presentan una tasa de utilización del 51,4% en comparación con el 19,6% de los dominicanos. Unas cifras, en cualquier caso, superiores a las correspondientes al uso de Apps de pago persona a persona (P2P, Peer-to-Peer).
Pese a los diversos factores que influyen en la decisión de no utilizar este método de pago, la pauta dominante en Latinoamérica es una alta predisposición, especialmente en República Dominicana, donde el 74,4% de quienes no lo han utilizado estarían dispuestos a hacerlo, y un 72,7% en Perú. En el resto de países latinoamericanos la intención también es alta, a diferencia de lo que acontece en otras regiones.
Además, se observa una actitud más abierta en los países latinoamericanos para la disposición a ceder datos financieros a compañías tecnológicas a cambio de una serie de beneficios. En este sentido, destaca especialmente República Dominicana con el 72,6%, Perú con el 63,4% o Colombia con 65,2%.
Los medios de pago liderarán la economía del dato
El Informe Minsait de Tendencias de Medios de Pago 2018 concluye que en los próximos años los medios de pago serán los que liderarán la economía basada en el dato.
Las nuevas regulaciones en torno al Open Banking y otras como la directiva PSD2 aprobada en Europa, marcarán el camino hacia dicha transición en los próximos años. Asimismo, el informe señala dos líneas de soluciones de distinta naturaleza que marcarán 2019. Por un lado, un grupo capitaneado por el resurgir de los códigos QR y el cash-back, y por el otro, un conjunto de iniciativas en torno a las billeteras digitales, pagos inmediatos, dinero electrónico y pilotos sobre identidad digital basados en Blockchain.
De acuerdo con los datos recopilados en el informe, aproximadamente el 70% de los entrevistados considera que las wallets de pagos provistas por las bigtech presentan mayor probabilidad de supervivencia a cinco años, por encima de las bancarias y las del resto de operadores/proveedores. Por otra parte, dos de cada tres encuestados apuntan que la intensidad de uso de los pagos inmediatos de cuenta a cuenta en los próximos años será mayor que la actual, no el principal medio de pago, pero sí utilizado de forma habitual.
En el ámbito de los medios de pago, la innovación impulsada por los nuevos agentes de la industria y la regulación ha motivado a los Proveedores de Servicios de Pago (PSP, Payment Service Provider) tradicionales a brindar nuevas propuestas de valor para los clientes. De esta forma, algunos han comenzado a definir el valor de los datos que poseen, mientras que otros ya están muy avanzados con innovaciones cercanas al concepto Open Banking. En este sentido, siete de cada diez entrevistados consideran que han de transcurrir entre 5 y 10 años para que la banca abierta sea la práctica por defecto.
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