Según un informe del portal local dday.it, la autoridad italiana ha multado a Apple y Samsung por violaciones al Código del Consumidor. Las multas son el resultado de dos largas investigaciones que inspeccionaron a los dos gigantes. La conclusión fue rotunda: «causaron serias fallas y redujeron significativamente el rendimiento de los smartphones, acelerando de esta forma el proceso de reemplazo».
En lo técnico, las actualizaciones de los móviles habrían causado intencionalmente “disfunciones”. El sentido común nos dice que las actualizaciones son algo positivo (y desde luego, son muy necesarias sobre todo en materia de seguridad), pero las firmas no habrían informado oportunamente de las demandas de las nuevas actualizaciones, y eso habría ocasionado varios perjuicios.
Particularmente en el caso de Apple, la firma ha admitido que ralentiza el rendimiento de los viejos iPhones para “mantener operativa” la batería. Desafortunadamente, esto no se informó desde el primer momento a sus usuarios y el resultado generó una larga polémica (fue llamado Batterygate). Sobre esto se ha hecho mención en el fallo:
Apple ha propuesto insistentemente desde septiembre de 2016 a los propietarios de varios modelos de iPhone 6 y 6S que instalen iOS 10, desarrollado para el iPhone 7, sin informar las principales demandas de energía del nuevo sistema operativo y posibles inconvenientes, tales como paradas repentinas, que tal instalación podría haber implicado.
Apple (que violó el art. 20 del Código del Consumidor) no proporcionó a los consumidores información adecuada sobre características esenciales de las baterías de litio, como su vida útil promedio y su deterioro, así como sobre los procedimientos correctos para mantener, verificar y reemplazar las baterías con el fin de mantenerlas completas, junto a la funcionalidad de los dispositivos.
En el caso de Samsung, también hubo problemas con el rendimiento de los equipos: según las entidades italianas, todo comienza cuando el Samsung Galaxy Note 4 se actualizó a Android Marshmallow. La firma empujó a que los usuarios instalaran un firmware preparado para el Note 7, “sin informar de fallas graves, debido a la ‘tensión’ del hardware”.
El fallo que involucra a ambas empresas ha sido consignado como histórico, y se considera la primera decisión en el mundo sobre la «obsolescencia programada» según varios medios.
De todos modos, la cuestión parece ser un arma de doble filo, porque así como los equipos presentaron problemas luego de actualizarse, también existen firmas que sencillamente no lanzan actualizaciones, igualmente poniendo en riesgo la seguridad de los equipos. Al final la multa se podría traducir en un “si lo van a hacer, háganlo bien e informen a sus usuarios”. ¿Qué piensan ustedes?