Fuente: www.lavanguardia.com
El tsunami de la transformación digital está inundando de oportunidades, retos, pero también de confusión y miedos a muchos directivos que deben liderar sus organizaciones hacia una nueva forma de trabajar, un nuevo modelo de negocio e incluso una compañía totalmente distinta, quien sabe. Es una cuestión de supervivencia, aunque la mayoría no saben qué deben hacer, cómo hacerlo ni por dónde empezar.
Un estudio de Fujitsu desvela que un 36% de empresas ha cancelado proyectos de digitalización en los dos últimos años con un coste cercano al medio millón de euros y que un 10% de los proyectos programados están sin ejecutar. No hay una receta única y lo que vale para una empresa quizás no valga para ninguna otra. Estas son las cinco claves a tener en cuenta para implementar con éxito una transformación digital, según los consejos de cuatro grandes expertos digitales.
Personalización, el nuevo mantra
Puede parecer un tópico pero la transformación digital no va de tecnología, sino de personas, insisten todos los expertos. No sólo para dar la vuelta a la cultura organizativa de la empresa –uno de los mayores frenos al cambio–, sino porque hay que entender y adaptarse a las necesidades del cliente. Adentrarse hasta el último rincón para escrutar sus preferencias (a través del smart data) y ofrecerle exactamente lo que desea en ese preciso instante.
“La tecnología es una commodity”, asegura el CEO de Barcelona Tech City, Miquel Martí, para quien “ya no hay que pensar en el producto que tienes como compañía, sino en el cliente”. Y éste demanda cada vez “productos más personalizados y que muchas veces llevan asociados servicios” subraya la presidenta de Siemens en España, Rosa García. “Volkswagen sólo fabrica 1,03 coches iguales”, ilustra la ex directiva de Microsoft.
Preguntas para pensar
La vieja frase socrática “sólo sé que no sé nada” cobra hoy más vigencia que nunca. Para la presidenta de Fujitsu en España, Ángeles Delgado, “la única certidumbre de la transformación digital es, más allá de que afecta a todos –todos- los ámbitos de nuestras vidas, es que nos pone ante el espejo de nuestra propia ignorancia, lo que hace que debamos hacernos preguntas constantemente”.
Y los directivos deben acostumbrarse, y a reconocer, que no tienen respuestas para todo. Lo relevante para los líderes en la nueva era “es hacer las preguntas correctas, donde las que menos importan son el “qué” y el “cuánto”, importan algo más el “cómo” y el “cuándo” y mucho más el “y si…”, explica Luis Carvajal, socio de Egon Zehnder. Algo así como dime qué preguntas haces y te diré qué tal líder eres. “Las organizaciones deben pensar, y con una visión muy holística de la empresa”, resume Ángeles Delgado. “Hay que dirigir con las preguntas, antes que con las afirmaciones”, remacha García.
Compartir conocimientos
La economía colaborativa debe llegar también a las grandes organizaciones. Como no se tienen todas las respuestas, la compartición del conocimiento y de experiencias es un imperativo. El 23% de las compañías están preparadas para colaborar con competidores y el 70% dicen incluso estar dispuestas a compartir información sensible con partners externos, según Fujitsu, cuya presidenta en España espeta a los directivos a “cambiar la mentalidad de las organizaciones y abrirlas a la cooperación, tanto interna como externa, a potenciar los ambientes colaborativos”.
«No pasa nada por reconocer que hay colaboradores que saben más que el jefe”
García afirma que como la transformación digital no lleva “un librillo de instrucciones ni soluciones mágicas, no pasa nada por reconocer que hay colaboradores que saben más que el jefe”. Conclusión: hay que rodearse de socios externos y aflorar el talento interno.
Sala de baile: dos organizaciones en una
Miquel Martí (Barcelona Tech City), profundiza en el “cómo” y destaca la importancia de tener un buen ecosistema que propicie la innovación y el cambio, especialmente en las grandes compañías. Las organizaciones que se están digitalizando con más éxito “son ambidiestras: trabajan en su negocio actual, en el core, donde manda la cuenta de resultados. Y para pensar en el futuro cuentan con espacios físicos apartados de la compañía que destinan a innovaciones más disruptivas donde se trabaja de manera totalmente distinta”, como Seat, Gas Natural Fenosa (ambas con espacios en el Pier01 de Barcelona) o Banco Sabadell.
Las dos últimas, por ejemplo, “escanean permanentemente tecnologías y tendencias que pueden afectar a su negocio principal, que huelen a su core, y las van testando hasta que las puedan implementar”, explica Martí, quien define este tipo de espacios como una “sala de baile donde la vieja organización baila con la nueva, ya que en su espacio tradicional no se podría innovar así”.
Pregunta obligada: ¿qué personas de la organización se destinan a estas iniciativas? ¿Cómo se identifican a los campeones del cambio? Deben ser expertos en el negocio de la compañía y, en paralelo, tener la capacidad de entender lo que está ocurriendo en el entorno. De total confianza y credibilidad de la cúpula directiva.
Luis Carvajal destaca dos iniciativas en este sentido: el reverse mentoring, que generalmente suelen ser millennials que hacen de mentores del equipo directivo y la segunda, “más interesante, los comités ejecutivos en la sombra, compuestos por los campeones del cambio y que replican las funciones de un comité ejecutivo, se reúnen a la vez en salas distintas y sus iniciativas se presentan en el comité ejecutivo de verdad”.
La curiosidad cotiza al alza
La curiosidad está considerada por el Foro Económico Mundial como una de las cualidades de carácter clave para el siglo XXI y los cazatalentos le prestan mucha atención cuando seleccionan a los nuevos líderes. El socio de Egon Zehnder la define como la capacidad, no sólo de aprender del entorno que te rodea, sino de adaptarse a los nuevos retos y de sentirse a gusto saliendo de la zona de confort.
Un estudio de Future for Work Institute e Infojobs, con la colaboración de la Asociación Española de Directivos (AED), desvela, entre otras conclusiones, que la existencia de líderes curiosos que invierten tiempo para informarse y formarse, fomentan la curiosidad entre los que les rodean y ayudan a que éstos se sientan más cómodos ante la incertidumbre”.