Fuente:app2.expansion.com
Citigroup, el primer banco de Estados Unidos por volumen de activos, está inmerso en una política de reducción de costes para intentar volver a la rentabilidad. El plan incluye medidas curiosas, como pedir a sus empleados que reduzcan el uso de las fotocopias en color y que empiecen a utilizar las dos caras de cada folio cuando impriman documentos. Además, Citi ha decidido restringir el uso de las blackberrys corporativas y someter a preaprobación por parte de los responsables del banco cualquier compra de productos informáticos. El grupo también recomienda a su plantilla que utilicen sus propias instalaciones para las reuniones y afirma que será necesaria la preaprobación para pagar las comidas de los trabajadores cuando éstas se celebren sin la presencia de clientes.
El banco ejecuta este plan de reducción de costes al mismo tiempo que intenta impulsar sus ingresos, con la apertura de nuevas sucursales. Esta de la fotografía se inaugurará en breve en el centro de Manhattan, en uno de los mayores enclaves turísticos y de negocios, el Rockefeller Center.
Citigroup tiene actualmente 8.300 oficinas de banca minorista y de ellas, 3.556 están situadas en Norteamérica con datos del primer semestre del año. Esta cifra representa un incremento del 4% respecto al mismo periodo de 2007, cuando todavía no había estallado la crisis de las hipotecas de alto riesgo (subprime).
El banco continúa abriendo sucursales porque todavía existen muchas zonas del país donde no tiene presencia alguna, como por ejemplo, en Detroit, corazón de la industria automovilística.
El crecimiento de la red demuestra que los bancos siguen pensando que la oficina física es imprescindible, algo que no deja de resultar extraño en un país en el que Internet es una herramienta absolutamente cotidiana y donde la banca electrónica funciona a la perfección. Yo no piso una oficina desde hace más de un año.
