Por: Juan Caracoche CTO, Globallogic Latam
Aunque se trata de una las cosas más difíciles de lograr, sumado a que la rutina laboral diaria aplaca cualquier espíritu innovador que pueda surgir en los ambientes corporativos, la innovación debería ser considerada como una de las bases fundamentales de toda empresa.
Por este motivo, las organizaciones que deseen mantener su ventaja competitiva, deberían implementar distintas acciones con el objetivo de que reine la cultura de la innovación disruptiva de manera tal que las ideas no sólo surjan y se manifiesten, sino que fluyan bajo un proceso que permita que las mejores se conviertan en realidad.
Recordemos el concepto de “Innovación Disruptiva” se refiere a cómo puede un servicio o producto surgido como algo residual o con un rol secundario, en poco tiempo transformarse en un servicio o producto líder en el mercado. Así, se diferencia de la innovación evolutiva o Incremental, que se trata de una respuesta natural a la entrada de nuevos competidores al mercado.
Algunas formas de promover para innovar
1.-La innovación no es casual. Sin embargo, hay pasos prácticos que se pueden tomar para fomentarla. En este sentido, tomada la decisión de que los empleados puedan innovar para el bien de la empresa, el puntapié inicial sería predicar con el ejemplo. Esto se traduce en que los gerentes pauten espacios para innovar dentro de la jornada laboral.
En estas instancias el diálogo es supremo porque, de las conversaciones y el brainstorming, surgen ideas que se enriquecerán de las opiniones de terceros para crear nuevos productos, mejorar procesos o implementar nuevos servicios.
2.-Otra manera de motivar a los empleados son los incentivos y un adecuado programa de recompensas que ofrezca beneficios que realmente sean valorados por el capital humano. Por otra parte, también es importante reconocer las ideas a pesar de que no se hagan realidad, ya que se está tratando de aumentar el espíritu innovador, y no solamente los resultados.
3.-A través de “laboratorios de innovación” muchas firmas han logrado lanzar productos extremadamente exitosos en el mercado. Es el caso de 3M, ya que en corporación los propios empleados han creado soluciones con una popularidad sin precedentes, como los pequeños papeles amarillos post-it.
En estos laboratorios, se estipulan procesos a fin de que las ideas puedan ir avanzando hasta convertirse en un producto o servicio. Por eso, en este marco, hay un proceso de verificación, en donde se someten a análisis para ver su viabilidad, sus fortalezas y debilidades, entre otras cuestiones.
Además, estos equipos de trabajo están compuestos por personas de distintas disciplinas, a fin de que las ideas sean enriquecida gracias a las distintas visiones y puntos de vista de los interlocutores.
En definitiva, las empresas deberían evaluar el potencial de negocio de alguna de las ideas que sus empleados plantean, para mantener elevados los niveles de motivación de los mismos. Y es que si la empresa fomenta el ambiente innovador pero no implementa ninguna idea, los empleados se sentirán desanimados.
Hay que recordar que según un estudio publicado recientemente por Management Science, las innovaciones disruptivas no necesitan tener como resultado el colapso de una empresa tradicional, a pesar de que la teoría académica dominante indica exactamente eso.
En una encuesta que hizo en octubre de 2014 la consultora multinacional Boston Consulting Group a 1.500 responsables de innovación en todo el mundo (la cual se acompaña del ranking de las firmas más innovadoras) muestran tres características que definen a los innovadores disruptivos frente a las compañías que optan por los cambios incrementales:
1-Rastrean una red más amplia en busca de ideas: Los innovadores disruptivos muestran más probabilidades que los simplemente innovadores de generar nuevas ideas para servicios o productos a partir de cualquier fuente (internas, sugerencias de usuarios, foros para empleados y redes sociales, entre otros)
2-Innovan más en modelos de negocio: Los productos y servicios radicalmente innovadores necesitan formar parte de un modelo de negocio más amplio. Muchas empresas del sector industrial han descubierto que el cambio de la venta de productos a la venta de productos embebidos o insertos en servicios proporciona una mayor diferenciación y también una mayor rentabilidad.
Pero la transformación de una mentalidad de producto a una mentalidad de servicio requiere cambios más profundos e integrales en el modelo de negocio original o prevalente. Los innovadores radicales comprenden esta necesidad y dirigen más sus esfuerzos hacia un cambio en modelos de negocio que otros innovadores no disruptivos.
Tienen una cultura diseñada y orientada hacia el éxito en la innovación disruptiva: Los innovadores radicales se preocupan de contar y mantener el talento apropiado y de priorizar ideas para desarrollarlas.
En síntesis, lograr que una compañía cuente con una cultura de innovación disruptiva no es tarea sencilla. Basta con observar que las marcas que toman la delantera en esta cuestión son, ni más ni menos que Apple, Google, Samsung, Microsoft e IBM. Sin embargo, vale la pena que todas las empresas lo intenten, porque de esto depende en gran medida, su futuro.