Según lo indicado en el sitio www.elcorreodigital.com sobre como hoy están abordando en España el fraude en cajeros con mensajes como «Por favor, revisad los cajeros de vuestras oficinas. Si encontráis alguna anomalía, avisad inmediatamente al Departamento de Seguridad». Éste es el correo electrónico que recibieron ayer todas las sucursales en Vizcaya de una conocida caja de ahorros. No ha sido la única entidad financiera que ha puesto en alerta estos días a sus empleados ante el temor a que los delincuentes electrónicos intenten de nuevo manipular los dispensadores automáticos para duplicar tarjetas de crédito de los usuarios y saquear sus cuentas corrientes. Las dos estafas registradas recientemente en Bilbao suman ya 24 denuncias, según informó ayer la Ertzaintza. La Policía autonómica investiga, además, un tercer caso en Getxo, en el que, por ahora, no hay afectados.
Además de la citada caja de ahorros, el BBVA y el Banco Santander – ambos eran propietarios de los terminales elegidos por los ladrones para actuar, en las calles Ribera y Elcano de la capital vizcaína – han avisado a sus operarios para que extremen las medidas de seguridad. Según ha podido saber este diario, también se ha pedido a los técnicos que inspeccionen de nuevo un buen número de cajeros en el territorio, «como parte del protocolo habitual que se sigue tras registrarse incidencias de este tipo». En el caso del BBVA, a las circulares internas vía e-mail se han unido llamadas directas a los responsables de algunas sucursales.
Ambas entidades financieras evitaron ayer hacer declaraciones al respecto. «No solemos comentar nunca ningún aspecto relacionado con la seguridad», se justificó un portavoz del Banco Santander. Un responsable de La Caixa en Euskadi también reconoció que estas revisiones de los dispensadores se intensifican cuando se detectan denuncias por duplicados de tarjetas, como ahora ha sucedido. «Es lo habitual», apuntó. Otras empresas consultadas no quisieron especificar si habían tomado medidas adicionales para prevenir las estafas.
No obstante, EL CORREO ha tenido acceso a dos de los mensajes electrónicos enviados estos días a través de sendas ‘intranet‘ o redes internas. En ellos se pone en conocimiento de los empleados lo sucedido en Bilbao y se pide «especial atención» a aquellas oficinas situadas en la capital vizcaína. El celo exigido es todavía mayor para «aquellas que posean cajeros exteriores y se encuentren cerca del recinto festivo o en las inmediaciones de puntos turísticos o de interés de la ciudad». Al parecer, los encargados de impartir estas directrices sospechan que los delincuentes que colocaron teclados y lectores de tarjetas impostados en el Casco Viejo y en las cercanías de la Plaza Moyua suelen actuar aprovechando el barullo de la Aste Nagusia y, preferentemente, buscan que sus víctimas sean extranjeros o personas que no están familiarizadas con los cajeros manipulados.
La Ertzaintza quiso destacar ayer este mismo aspecto. «Es muy probable que una persona que saca dinero siempre en el mismo punto se percate de que un teclado o la ranura para introducir la tarjeta hayan podido ser trucados. Cualquier detalle puede llamar su atención y hacerle sospechar. Por eso es muy recomendable frecuentar siempre el mismo dispensador», aseguró un portavoz.
Esto fue precisamente lo que sucedió hace unos días en Getxo. Un usuario habitual de la oficina elegida por los cacos detectó «algo extraño». El cajero no presentaba su aspecto habitual. Inmediatamente alertó al director. La Policía autonómica investiga ahora este nuevo caso. «Parece que no hay ningún afectado, al menos no se ha presentado ninguna denuncia, y las pesquisas continúan para tratar de conocer quién es el autor de este intento de fraude», precisó la misma fuente.
Un grupo itinerante
El trabajo de los agentes avanza. Las primeras hipótesis que se barajan es que la actuación en los tres dispensadores vizcaínos y otro más en San Sebastián – en la capital guipuzcoana se han registrado ocho denuncias- es obra de un único grupo perfectamente organizado e intinerante. «Pueden estar hoy aquí y dentro de dos días en París», ejemplificó el portavoz. «Es algo habitual en bandas integradas por ciudadanos de Europa del Este. Se mueven mucho y con discreción, así que es muy difícil detectar su presencia», añadió el funcionario.
Según Miguel Jiménez, un experto de la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae), este tipo de mafias son «muy poderosas, porque cuentan con grandes recursos económicos y humanos». Su ‘modus operandi‘ es cada vez más sofisticado. Ya no se limitan a colocar lectores de tarjetas y videocámaras para descubrir el Post Views: 1.211