No cabe duda que el futuro tecnológico es móvil. ¿Cuál es la posición de la región y hacia dónde apunta el futuro?
La telefonía celular -junto a internet- ha sido una de las grandes revoluciones de las últimas décadas. En unos cuantos años pasamos de contar con aparatos móviles para hacer llamadas y enviar mensajes a que estos se transformaran en computadoras de mano.
América Latina no se ha quedado atrás y ha participado de esta ola de innovación. Pero ¿cuál es la realidad actual? ¿Cómo se compara con el resto del mundo? Y ¿cuáles son sus desafíos?
De acuerdo con GSMA -una alianza de operadores de telefonía celular en el mundo- a mediados de 2013 Latinoamérica contaba con 632 millones de tarjetas SIM activas y 319 millones de usuarios únicos, lo que equivale a una penetración de 104% y 52% respectivamente.
En otras palabras hay 1.04 tarjetas SIM por cada persona, aunque sólo el 52% de la población total tiene acceso a un teléfono móvil. Es decir, hay muchos usuarios que tienen más de una línea telefónica y muchos otros que no tienen ni una.
En promedio, a nivel global, la penetración de líneas celulares activas es de 85% y la penetración de usuarios únicos es de 38%, por debajo de los números latinoamericanos.
Los números, sin embargo, no parecen traducirse en grandes beneficios económicos. América Latina sólo contribuye con el 10% de los ingresos totales del mercado global, una cifra que ha ido creciendo pero que aún está lejos de otros jugadores. Además sólo el 20% de los celulares son teléfonos inteligentes.
Hay áreas que permiten vislumbrar lo que no está funcionando. Por ejemplo, el 60% de adultos de la región no tiene una cuenta bancaria lo que limita sus posibilidades de financiamiento y pagos.
Mientras el mundo se mueve hacia carteras móviles, en los países hispanoparlantes de América la llamada «bancarización» no ha llegado a los niveles que se requieren para que estas nuevas formas de pago tengan un alto impacto.
Como pueden ver en la gráfica superior Brasil, México, Argentina y Colombia encabezan a la región en lo que al número de usuarios únicos de teléfonos celular se refiere.
No estamos hablando de tarjetas SIM o de suscripciones; los números representan personas.
Y aquí es donde las cosas se ponen interesantes. México tiene un gran número de usuarios de celulares únicos, lo que lo convierte en el segundo en la región, pero al contrastar los usuarios contra el total de su población, ocupa el último lugar en América Latina.
En Colombia, por el otro lado, el 55% de la población cuenta con un teléfono móvil, contra el 38% de México. En ambos países son los jóvenes los que están empujando el crecimiento.
Hasta aquí todo bien en la región. Las cifras, sin embargo, comienzan a ser menos atractivas cuando miramos el consumo de internet a través de dispositivos móviles comparado con otros lugares del orbe.
De acuerdo con eMarketer, casi el 93% de los usuarios de internet en África y el Medio Oriente acceden a internet a través de su teléfono celular.
En América Latina esa cifra se ubica en 51%, el último lugar en el mundo muy por debajo de los líderes, pero también del 58% de Europa y el 84% de Asia.
Es cierto que en el caso de África y el Medio Oriente la cifra se explica porque los usuarios accedieron a internet siempre desde sus teléfonos, saltándose las computadoras, pero dada la alta cantidad de teléfonos móviles latinoamericanos, internet móvil debería ser una prioridad.
GSMA estima que para 2017 la región tendrá un 40% de teléfonos inteligentes, frente al 20% que tiene hoy.
Pero los precios, infraestructura y servicio en Internet móvil de Latinoamérica parece ser un gran obstáculo para su crecimiento.
No cabe duda que existe un gran margen de crecimiento para la telefonía celular e internet móvil en la región, pero antes hay que sortear varios obstáculos.
Fuente: caracol.com.co