Vende el 51% de su correduría al banco Morgan Stanley
The New York Times: El Citigroup, en un esfuerzo por manejar las consecuencias de la crisis financiera global, ya tomó acciones para desmantelar grandes partes de su imperio financiero en problemas con un plan para dividirse en dos, una medida que desharía la histórica fusión que creó a la institución financiera hace una década.
Personas al tanto del plan dijeron ayer que, bajo presión de los reguladores para recaudar capital y aclarar su estrategia luego de aceptar dos salvavidas de los contribuyentes, el Citigroup planea separar varios negocios corporativos y de banca de inversiones de preocupantes operaciones financieras al consumidor y otros negocios que ya no considera fundamentales.
Al separar su redituable núcleo de operaciones de aquellas que han contribuido a una continua cascada de pérdidas, y al unir su negocio de correduría Smith Barney en una sociedad conjunta con Morgan Stanley, el banco espera estabilizar sus finanzas en momentos que una economía que empeora conlleva el riesgo de devaluar aún más capitales de alto riesgo.
La correduría combinada incluirá a 2,000 corredores y 1,000 oficinas al menudeo. La Smith Barney constituye la parte más grande del negocio, pero Morgan Stanley le pagó al Citigroup 2,700 millones de dólares para ser propietario de 51% de la nueva entidad. Después de pasados tres años, Morgan Stanley tendrá el derecho para comprar el resto del negocio por un precio que se determinará en su momento.
Los dos bancos planean integrar su tecnología y sus funciones de oficina y calculan que al año ahorrarán 1,100 millones de dólares en costos.
La sociedad conjunta entre la correduría Smith Barney del Citigroup y Morgan Stanley, que fue confirmada ayer, ayudaría a aliviar algunas de las necesidades de capital del banco al proporcionar una inyección inmediata de efectivo en momentos cuando vender activos es difícil.
El trato culmina las discusiones sostenidas por los dos bancos desde el verano pasado. Morgan Stanley estaba tratando de hacer crecer su negocio de correduría, y Smith Barney era la división de Citigroup perfecta para ello.