Desde que dió comienzo 2011, la conectividad NFC o Near Field Communication ha sido una de las apuestas seguras en todas las listas de predicciones tecnológicas para estos 12 meses. Superado ya el ecuador del año, el panorama NFC aún es una tierra de nadie en la que un puñado de pioneros se afana por posicionar su carreta lo mejor posible de cara a la carrera que se avecina.
El pistoletazo de salida de esta carrera no está lejos. Un reciente informe de la consultora Juniper Research confirma el buen estado de salud de los pagos electrónicos desde el móvil. Según el estudio, la cifra de transacciones efectuadas desde smartphones casi se triplicará de aquí a 2012, pasando de los 240.000 millones de dólares de este año a más de 670.000 millones en 2015. Más de 50.000 millones de este total corresponderán a pagos realizados mediante NFC pero ¿Qué significa NFC y cuál es su importancia de cara a nuevos modelos de negocio?
Comunicaciones seguras por contacto
En realidad, la tecnología NFC no es nada nuevo. Su origen está en el etiquetado de radiofrecuencia RFID, con el que es cien por cien compatible, y ya lleva con nosotros varios años, sólo que hasta ahora no se habían desarrollado aplicaciones prácticas a gran escala.
En esencia, NFC funciona de manera muy similar al popular Bluetooth que todos conocemos en móviles y smartphones, sólo que en una frecuencia superior (13,56mHz) y a una distancia muy corta, tan sólo 10 centímetros o menos entre antenas.
La frecuencia del NFC hace posible su uso sin restricciones ni necesidad de pedir licencias públicas. Tan sólo es necesario un pequeño chip que ya está implántandose en diversos terminales como el Nexus S de Google. Por otra parte, su uso a corta distancia y su compatibilidad con todo tipo de sistemas de seguridad y encriptación lo hacen el medio ideal para poner en marcha distintas aplicaciones de pago mediante un móvil asociado a una tarjeta bancaria o a un servicio prepago online como los que ya existen para abonar todo tipo de software y suscripciones en internet.
Iniciativas en torno a NFC
En España, NFC ya está siendo objeto de pruebas y proyectos piloto por parte de casi todas las entidades bancarias y operadores de telefonía. A finales de 2010, La Caixa y Telefónica participaron en un proyecto conjunto, pionero en Europa, por el que se dotó de sistemas de pago NFC (móviles y terminales de pago) a 1.500 usuarios y 500 comercios de la localidad catalana de Sitges.
A comienzos de este año, Movistar, Vodafone y Orange llegaron a un acuerdo para utilizar el mismo estándar NFC para las transacciones electrónicas. Apenas unos meses después, Google presentó su servicio Google Wallet, un proyecto conjunto con CitiBank y Visa por el que se podrá asociar terminales NFC a una tarjeta bancaria o adquirir tarjetas prepago para realizar pequeñas compras con el teléfono.
Hace apenas unos días, los principales operadores europeos (Movistar-O2, Vodafone, Deustche Telekom, Telecom Italia y France Telecom-Orange) llegaron a un acuerdo para implantar un nuevo logotipo que muestre cláramente qué productos son compatibles con NFC. El banco noruego Dnb Nor y la operadora Telenor ya están poniendo en marcha un proyecto similar al de Sitges en Oslo.
Obstáculos y modelos de negocio
No todo el monte es orégano para la tecnología NFC. Las últimas informaciones apuntan a que Apple no integrará tecnología Near Field en su próximo terminal, el iPhone 5. Al perecer, el gigante de la electrónica no está satisfecho con los estándares existentes y, casi con toda probabilidad, optará por usar tecnología propia asociada a iTunes.
La decisión de Apple puede llegar a suponer un retraso para la implantación de NFC, pero pocos analistas creen que sea insalvable y que, probáblemente, los de Cupertino esperen a que la tecnología esté más implantada para dotar de NFC a la sexta generación de sus teléfonos.
Como puede verse, el panorama NFC está acelerando pero aún no ha llegado su definitiva explosión a nivel comercial. Aparte de la multiplicidad de estándares, el mayor handicap que debe superar esta tecnología es la falta de un modelo de negocio claremente rentable. La versatilidad del NFC hace que cualquier actor del proceso (fabricantes de terminales, operadores de telefonía, desarrolladores de software o incluso empresas independientes) pueda establecer un sistema de pago propio, lo que redunda en cierta confusión para los consumidores y empresas que quieran implantar NFC en sus comercios.
Desde BBVA, por ejemplo, comentan que, pese a que ya tienen su plataforma NFC en marcha a nivel de pruebas, aún es pronto para su implantación comercial y que están esperando a que esta tecnología inalámbrica esté ya presente en un porcentaje significativo del parque de terminales actual.
El futuro de NFC
Según datos de los operadores de telefonía, el parque de teléfonos suele renovarse prácticamente por completo cada tres años. Si tenemos en cuenta que los primeros terminales con NFC han comenzado a venderse a principios de este año, la gran explosión del NFC llegará en 2014, y su popularización a partir de 2015.
Aunque está concebido desde origen como medio para pagos electrónicos, NFC es capaz de muchas más funciones y, de hecho, es probable que su desembarco en el mercado masivo no venga de la mano de los servicios bancarios, sino de otras prestaciones más relacionadas con el ocio o el estilo de vida.
Google, por ejemplo, ya ha integrado NFC con su nueva red social Google+. La compañía del buscador también ha puesto en marcha un proyecto piloto para dotar de pegatinas NFC a comercios y locales de ocio de Nueva York y San Francisco. Estas pegatinas permiten realizar check-in en redes sociales de geolocalización como Google Sitios, simplemente pasando el terminal NFC por encima de la pegatina.
Usos lúdicos como este son los que harán que más consumidores demanden NFC en sus terminales, lo que se traducirá en un incremento de clientes potenciales para las entidades bancarias. Como ocurre a veces, el ocio se transforma en negocio y será este ocio el que de el pistoletazo de salida a la carrera por un mercado, el de los pagos electrónicos móviles, que será vital para el sector bancario en los próximos años.
Fuente: actibva.com (por Carlos Zahumenszky @Txaumes)