El 2025 debe estar concentrado en avanzar en marcos regulatorios más uniformes en la región que faciliten la expansión de las fintechs.
Si bien este año el número de deals de inversiones en fintech latinas ha disminuido, los montos han subido y el valor promedio de las rondas casi se triplicó: según data de PItchbook en lo que va de este año se han invertido US$2.600 millones en 174 acuerdos, esto se compara con los US$1.500 millones invertidos en 241 acuerdos en 2023, lo que refleja un aumento del 73 % en el volumen total de financiación en comparación al ejercicio anterior.
“El apetito de los inversores se concentró en equipos costo-eficientes, modelos menos intensivos en capital y soluciones B2B, especialmente en pagos e infraestructura financiera”, explica Andrés Cano, cofundador y managing partner de Pygma, aceleradora basada en Estados Unidos que entrega mentorías y acompañamiento a emprendedores latinoamericanos para ayudarlos a escalar sus startups a nivel global.
Junto al buen panorama de inversión, también se lograron avances en materias regulatorias. En Chile, la implementación de la Ley Fintech este año marcó un hito, promoviendo pagos interoperables y finanzas abiertas.
Igual en Colombia ya existen regulaciones enfocadas en pagos instantáneos y sandbox regulatorios (entorno controlado de prueba) que han permitido a las fintechs experimentar e innovar en un entorno controlado.
“Los fintechs han jugado un papel clave en cerrar brechas financieras en la región, que cuenta con una gran población no bancarizada o sub-bancarizada. Países como Colombia, con más de 300 fintechs activas, están ofreciendo acceso rápido a crédito formal”, sostiene Daniel Ospina, cofundador de la aceleradora.
Los retos de las fintechs para el 2025
Si bien ambos cofundadores celebran los avances, recalcan que para 2025 y el futuro es importante avanzar en brechas aún existentes. Una de las recomendaciones es crear marcos regulatorios más uniformes en la región que faciliten la expansión de las fintechs y reduzcan las barreras legales entre países.
“La relación entre reguladores y fintech en Latinoamérica está avanzando, pero necesita más agilidad y armonización para desbloquear todo el potencial del sector. Con marcos regulatorios claros y colaborativos, la región puede convertirse en un líder global en innovación financiera y bancarización”, plantea Cano, que agrega que también es necesario fomentar la creación de nuevos sandboxes regulatorios y hubs de innovación para probar las nuevas tecnologías.
En cuanto a sus proyecciones para 2025, los especialistas anticipan un gran futuro, destacando que muchas fintechs líderes en la región diversificarán sus servicios y se expandirán más allá de sus mercados nacionales.
“En Pygma apoyamos este sector y nos enfocamos en los latinos que construyen fintech porque vemos una gran oportunidad de cara al futuro. Lo mejor está por venir, ya que con las nuevas infraestructuras blockchain, openfinance, APIs e inteligencia artificial, podemos esperar mayor conectividad, inteligencia e interoperabilidad del sistema financiero, generando aún más inclusión”, afirma Ospina.
Fuente: Valora Analitik