Expertos destacan que la normativa de finanzas abiertas recientemente publicada tiene importantes ventajas de protección a los usuarios y también grandes oportunidades para incrementar el desarrollo de nuevos negocios y servicios basados en tecnología.
A un mes de que la Comisión del Mercado Financiero (CMF) publicara la norma para la implementación de la Ley N°21.521, conocida como Ley Fintech y de finanzas abiertas, expertos analizan los cambios que va a traer. Especialmente para los emprendimientos que prestan en este tipo de servicios en el marco de plataformas tecnológicas. Promoviendo la competencia, la innovación y la inclusión en el sistema financiero.
Esta norma entrará en vigencia en dos años. En la práctica, regula el funcionamiento general del Sistema de Finanzas Abiertas (SFA). Permitirá a las personas y empresas compartir su información y así, acceder a mejores condiciones o nuevos productos y servicios, que respondan mejor a sus necesidades. Además, el nuevo ordenamiento facilitará la entrada de nuevos proveedores. Una mayor cantidad de personas y empresas, especialmente las de menor tamaño, accederán a más productos y servicios financieros.
“El sistema de finanzas abiertas”, explicó el académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la UCSC, Pablo San Martín Mosqueira, “se entiende como la posibilidad de abrir las puertas a nuevos actores al sistema financiero. Es decir, nuevos actores que mejoren la competencia, la calidad y el costo, pero también favorece la innovación en las operaciones financieras en nuestro país. Ello abre la puerta a nuevos operadores en el área de banca digital, trading, seguros, préstamos, inversiones, entre otros”.
“La forma tradicional en que opera la industria financiera está quedando atrás. Los consumidores han ido mostrando su preferencia por este nuevo tipo de servicios”, explica San Martín.
Al respecto, el abogado y fundador del estudio Peritum, Juan Ignacio Carrasco Retamal, destacó que “podemos identificar varias oportunidades en el sentido de una mayor inclusión financiera. Porque a ley facilita el acceso a servicios financieros a un segmento más amplio de la población. Por lo tanto, a las fintech les abre un abanico de posibilidades para aumentar sus posibles clientes. Especialmente en un sistema de finanzas abiertas que permite el intercambio de información financiera bajo el consentimiento del cliente”.
Esta mayor disponibilidad de datos permitirá a los prestadores, crear servicios y productos ajustados a los requerimientos de cada cliente. “Pueden ir personalizando los servicios e ir adaptándose con productos a la medida. Donde las fintech van a tener una oportunidad importante, por ejemplo, con los consumidores de crédito, con instrumentos financieros a través de aplicaciones tecnológicas”.
En tanto, el fundador Evolution Labs, Mario Ernst destaca que “para las personas naturales y pequeñas empresas no tiene desafíos sino más bien es la oportunidad de tener acceso a una oferta de productos y servicios financieros adecuado a sus necesidades, más simples y más baratos. Provistos por los actores tradicionales o por nuevos actores que estarán bajo el ámbito de regulación de la CMF. Lo cual da ciertas garantías de seriedad de estas nuevas instituciones fiscalizadas”.
Otro factor positivo de la transparencia del nuevo sistema es, en opinión de Carrasco, “un aumento de la confianza de los consumidores al contratar estos servicios o buscar financiamiento a través de la tecnología. Que se sientan seguros de que no va a ser una estafa”.
En el mismo sentido, el Prof. San Martín identifica otra ventaja para los clientes. “Se garantiza el no traspaso de costos a los clientes, el cumplimiento de trato no discriminatorio, entre otros. Lo destacable de la iniciativa es que pone su foco en la experiencia del usuario. Son los operadores quienes deben asumir el soporte TI requerido para la correcta transferencia de la información de clientes”.
En cuanto a los desafíos, Carrasco destaca que “el cumplimiento regulatorio es exigente. Las fintech deberán cumplir con requisitos importantes. Eso para una fintech pequeña o que no tiene espaldas financieras tan elevadas, o no cuentan con un capital importante como lo tienen los bancos o instituciones financieras tradicionales, les va a ser más difícil dar cumplimiento a todas las regulaciones. Sumado esto a las exigencia en seguridad y privacidad de los datos que van a implicar una inversión mayor en ciberseguridad”.
“El desafío es enorme, se van a tener que preparar mucho las fintech, pero es muy importante que se regule para evitar o disminuir las estafas que puedan ocurrir”, afirma Carrasco, “porque esta ley lo que hace es proteger a los clientes que son los que se vienen a beneficiar de los servicios fintech. Estableciendo una regulación más elevada y, de esa manera evita que puedan sufrir algún perjuicio”.
En cuanto al rol que le corresponde a la CMF en el nuevo ordenamiento, Pablo San Martín detalla que “la ley la faculta para que asuma el principal rol en la implementación del sistema de finanzas abiertas. Por otra parte, sigue siendo el principal ente supervisor del mercado y de estos nuevos actores. En particular, estableciendo estándares de ciberseguridad”.
“La posibilidad de crear nuevos modelos de negocio digitales en la industria financiera, la posibilidad de colaboración de banca con actores no financieros y fintechs”, destaca Ernst, “generan un fuerte ambiente de innovación. Las instituciones que partan primero podrán generar ventaja en el desarrollo de nuevos servicios que faciliten la vida de las personas y empresas”.
Fuente: Trade News